Jadeo exhausta sobre el pecho de Piero, las olimpiadas de sexo no se comparan en nada con todo lo que hicimos. En el pasto, contra un árbol, el vestíbulo, y finalmente la habitación principal.
-Te sientes viva ahora?- levanta un ceja y sonríe ladino. Me carcajeo.
-Es en serio Barone?- se ríe y me abraza. Hacía tanto tiempo que no estábamos así y se siente tan bien.
Despega mi rostro de su pecho y se me queda viendo como la primera vez que nos vimos. Me sonrojo.
-Pensé que pasaría un buen tiempo para tenerte así de nuevo- los recuerdos de los últimos acontecimientos me golpean. Mis ojos se humedecen y desvío la mirada.
-Pensé que no volvería a ocurrir- su rostro se descompone y me mira apenado. Se separa.
-Marjorie yo... no es lo que crees- lo miro fijamente. Frota su cara y continúa diciendo- lo siento- sin poder evitarlo me hecho a llorar. Maldicion no quería que el me vea así. Siento sus brazos rodearme.
-Piero... yo... no... no quería esto para nosotros- las lágrimas no paran e intento safarme, pero sus brazos me rodean más fuertemente.
-Shhhh... confía en mi preciosa- cierro los ojos y lo abrazo más fuerte. Definitivamente necesitaba estar así con el, aunque sea el antídoto y el veneno.
-Cómo se... se supone que haga eso cuando sólo te has dedicado a lastimarme?- lo escucho suspirar. Acuna mi rostro entre sus manos.
-Jamás en mi vida haría algo que te lastime, me escuchaste?- la sinceridad de su mirada me puede. Lo beso, lo beso como sólo una amante besaría a su amado. Y soy correpondida.
Sus manos recorren mi cuerpo desnudo y mis hábiles dedos se pasean por su espalda con total libertad. Acuno su rostro y lo miro como si de alguna manera sintiera que será la última vez que nos veremos. Me sonríe y le sonrío de vuelta. Nos besamos nuevamente y me coloco a horcajadas sobre él, sin detenerse y con total cuidado, se introduce en mí. Jadeo de placer, puro e intenso placer. Me siento suya y lo siento mío. Esta noche, en este instante Piero Barone y yo somos uno. Nos movemos sin prisa, saboreandonos, sintiéndonos y juntos... nos dejamos ir.
(...)
PieroVerla dormir se ha vuelto costumbre para mí. Es tan angelical y tierna cuando está así, ajena a todo lo que sucede, ajena al peligro. Froto mi cara, debo hallar una salida, ella no merece esto.
Miro la hora en el celular 5:30am. Debo irme, debo estar lejos antes de que despierte. Mi vuelo sale a las 9 y aún tengo cosas por resolver. Una parte de mí quiere decir la verdad, quiere revelar todo y seguir al lado de la mujer que amo, sí... me enamoré de esta hermosa y tormentosa mujer. Pero tengo que dejarla, por su bien debo estar lejos de ella.
Mi teléfono vibra. No puede ser...
Llamada entrante
••Alessandra••-Bambina, que sucede?- la escucho llorar.
-Me desperté y no estabas, donde estás amore?- Dios, ayúdame a salir de esto con bien.
-Te dije que debía recoger algunas cosas en casa, recuerdas?- miento.
-No... no recuerdo nada, me duele la cabeza. Vuelve pronto por favor- solloza.
-Estaré pronto, lo prometo. Debes calmarte y dormir un poco más. Recuerda que hoy partiremos- se detiene. Dios! Espero que no haya hecho nada malo.
-Cierto! Había olvidado nuestra escapada romantica. Ciao amore, te veré cuando vuelvas- colgó. Mierda.
Odio todo lo que está pasando, pero todo sea por el bien de mis seres queridos y de mi dolcezza. Tomo lápiz y papel del escritorio que hay aquí y respiro hondo... valor Barone!
Si estás leyendo esto, lo más probable es que ya esté muy lejos de Sicilia. Lo lamento mucho Marjorie pero lo nuestro debe terminar aquí... no es lo que deseo, pero no tengo alternativa. Todas mis acciones fueron intencionales, la forma de tratarte, de hablarte, solo quería que te fueras pero una parte de mí sabía que no lo harías, por eso me fui yo. Mi casa seguirá siendo tu casa y mi empresa tu lugar de trabajo. Yo tampoco quería esto para nosotros, pero por ahora es la única solución. Gracias por tanto.
-Piero Barone
-Te amo preciosa, te amo como nunca a nadie en esta vida- beso su frente y ella sonríe. Dejo la nota junto a la mesita de noche y su regalo de cumpleaños. Me alejo silenciosamente y a cada paso que doy mi corazón se quiebra mucho más de lo que ya está. Ojalá esto acabe pronto, o la perderé por siempre.
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Debería ser pecado dormir tan bien. Mi mente me repasa todo lo q ocurrió anoche: yo plantada, deseo, Dave, Piero enojado, Piero y yo en el pasto, Piero y yo en la cama... por instinto llevo mi mano a su lado pero esta vacío. Abro los ojos de golpe.-Piero... Piero dónde estás?- mis ojos recorren el lugar y no hay señales suyas cerca. Debe estar en la cocina. El gran ventanal frente a mí me invita a acercarme. Hay un balcón más allá y de seguro la vista hacia el mar debe ser mucho más increíble de lo que ya es. Giro a mi derecha para levantarme y una nota junto con un bolso de regalo llaman mi atención. Reconozco la letra y sonrío, es de Piero. Comienzo a leer y mi sonrisa se desvanece dando lugar a las lagrimas. Un sollozo lastimero hace eco en todo el lugar.
Me ha abandonado, él me dejó y al parecer para siempre. Todo esto es más de lo que creí. No sé qué está sucediendo, pero tengo miedo, pánico incluso. No quiero perderlo a él también. No quiero que se vaya. No!
Me pongo de pie buscando que ponerme. Encuentro una bolsa con ropa y zapatos nuevos y mi pecho duele aún mas. Tenía todo preparado. Sin perder tiempo comienzo a vestirme pero un mareo me hace detener bruscamente. Respiro profundo y me siento al borde de la cama. Sigo la tarea que traigo entre manos y me visto completamente. Sin demorar más tiempo tomo mis pocas cosas y la bolsa de regalo y me encamino a la salida. Diviso las escaleras al final del pasillo, pero otro mareo me nubla la vista antes de tocar el primer escalón y mis ojos se cierran involuntariamente.
(...)
-Te sientes mejor?- los párpados me pesan, la cabeza me duele horrores y me siento muy cansada. Que paso? Alejandra acaricia mi pelo y aprieta mi mano amablemente.
Hago un sonido afirmativo y me despierto del todo. Los recuerdos vuelven a mí a la velocidad de la luz y sin pensarlo me pongo de pié. Me quejo.
-Maldición- joder que me duele todo- Qué me sucedió Alejandra?- lo último que recuerdo son las escaleras de la casa de la playa de Piero.
-No hablemos de eso ahora, lo importante es que te recuperes y estés sana y fuerte Marie- niego con la cabeza y comienzo a llorar.
-Debo detener a Piero, él se va lejos y... y no.... yo no quiero perderlo- Ale desvía la mirada y yo me alarmo- Qué sucede Alejandra?- no contesta- maldita sea que está sucediendo?- me da una mirada triste y sé que lo siguiente no me gustará en lo absoluto.
-Piero se fue de Sicilia, cedió a Gian la presidencia de la empresa... pero peor no es eso Marie- dejo de respirar- él... él se fue con Alessandra. Los vieron juntos en el aeropuerto.
Mi corazón se detiene y siento que me ahogo, llevo mis manos al pecho e intento calmarme pero no lo consigo. La respiración me falla y comienzo a temblar. Otra vez todo se vuelve oscuro y mi cabeza comienza a dar vueltas. Sin poder evitarlo caigo en la inconsciencia escuchando a lo lejos la voz de Ale llamarme desesperadamente.
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Hola hermosas!!! Gracias por la paciencia. Casi estoy de vacaciones, así que espero actualizar más seguido.Gracias por sus comentarios. Son un motor para mí. Besote😙😙😙😙
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Sr. Barone
FanfictionDespues de haber sido atropellada por Piero Barone, Marjorie Ferrara se ve envuelta en una serie de situaciones que pondrán su vida en Jaque. "Resulta una gran verdad que el destino es una ley cuyo significado se nos escapa, porque nos faltan una in...