56-Pierit@

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Estoy casi convencida que el destino de Piero y yo es terminar en un hospital. Su mano envuelve mi mano mientras me mira con emoción mal disimulada. Hace un rato desperté y a pesar de saber que estoy perfectamente bien, aún no salgo del trance. Sonrío con melancolía... Y yo que pensé lo peor algunas veces.

-Cómo te sientes? Necesitas algo? Te acomodo las almohadas?- ya comenzamos. Ruedo los ojos con fastidio.

-Piero... por favor no me agobies. Estoy bien, o eso creo- sonríe. Sin embargo, hay miedo en su mirada. Quien no lo conozca cree que todo va bien con él, pero sé que no es así.

-Lo siento, es sólo que... -respira hondo- no sé cómo actuar ahora- pongo los ojos en blanco.

-Cómo siempre- me encojo de hombros ligeramente- al fin y al cabo... nada ha cambiado no?- suelta mi mano y se pone de pie.

-Sabes bien que si... todo ha cambiado!- suspiro...

-Esto es justo lo que no quiero. Drama!... Tu atención simplemente porque ahora estoy... estoy...- Joder. Es mucho más difícil decirlo que pensarlo. Me detengo y cubro mi rostro. Solo quiero salir corriendo.

-Dios Marjorie! Podrías ser menos intransigente por una vez en la vida?- frota su cabello mientras da vueltas por toda la habitacion.

De pronto quiero llorar...

-Piero... entiende... yo... yo...-damas y caballeros estoy llorando a mares. Se acerca y me abraza fuerte. Me deja sacar toda la tensión que tengo desde que sé la razón de mis vómitos y posterior desmayo. Frota mi espalda y me susurra lindas palabras en italiano. Un momento después me calmo. Efecto Barone...

-Shhhh... todo estará bien, ok- asiento no muy convencida. Se separa un poco de mí y de pronto me siento vacía-mírame- ordena con voz suave pero firme, lo hago tímida- Todo. Estará. Bien.- Dice palabra por palabra como si le hablara a una niña, la ironía del asunto me hace sonreír.

>>Así te ves mejor... no dejes de sonreir dolcezza- acaricia mi mejilla y sonríe de vuelta- No te preocupes, seremos los mejores padres del mundo...

(...)

-Cómo está la persona más hermosa de este mundo?- Alejandra entra hablando como retrasada mental, seguido de Gian quien sonrie. Disimulo mi sonrisa.

-Estoy bien Ale- me mira y se cruza de brazos.

-Quien dijo que te hablaba a tí?- pongo mala cara.

-Es en serio? Ahora los tendré todo el tiempo encima mío actuando como retrasados y tratandome como si fuera de cristal?- todos asienten.

-Y eso que aún no se lo cuentan a los padres de Piero y a Gretta. Te van a volver loca-Gian ríe y yo me tenso. Piero se da cuenta y aprieta mi mano.

-Sobre eso- interviene Barone- no queremos que se sepa hasta dentro de algunas semanas- ante los rostros confusos de los demás, añade- queremos revisar que todo ande bien y esperar que ya esté más avanzado- todos asiente y en silencio gesticulo un "gracias".

A pesar de que todo está más que bien, Piero insistió en que me dejen en observación al menos hasta mañana temprano. Ale y Gian se marcharon al rato, o más bien alguien los hizo marchar alegando que debo descansar. Por más que ella rogó para quedarse conmigo, el sr. Barone no se lo permitió... y esto a penas comienza.

****************
-Estás lista?- la voz de Barone llega a mis oídos. Termino de acomodar mi cabello y salgo del baño. Lo encuentro sosteniendo mi pequeño bolso y su saco en la otra mano.

-Puedo hacerlo yo Piero- niega y aleja el brazo cuando intento tomarla. Me cruzó de brazos y salgo malhumorada.

-Seguirás actuando como si no estoy presente?- me cuestiona cuando llegamos al parking. Me giro y lo encaro aún de brazos cruzados.

-Si tanto te molesta, deja de tratarme como si estuviera incapacitada. Entiendo que estoy un poco débil y que debo cuidarme- mi voz ha ido subiendo considerablemente- pero tampoco es para tanto. Estoy embarazada, no discapacitada... por el amor de Dios!- recuerdo que no debo alterarme y respiro hondo. Él tiene una sonrisa estúpida en la cara. Y aunque se ve malditamente tierno, tengo ganas de estamparle una bofetada en ese bello rostro- Qué?- pregunto entre irritada y diverida.

-Nada, solo que... las hormonas te sientan bien- sonríe y muy a mi pesar le devuelvo la sonrisa. Abre la puerta del copiloto y paso por su lado.

-Eres un estúpido Barone- le saco el dedo medio y el pasa de sorprendido a diverido. Lo escucho reir mientras rodea el auto.

Idiota...

(...)

El día transcurre más lento de lo que quisiera. He guardado reposo tal y como me han sugerido en el hospital, pero mi cabeza va a mil por hora. El doctor hablo de no alterarme y no se qué... cosa que por supuesto me ha costado. Tengo todo menos paciencia y los chicos han llegado a un punto irritante.

No sé qué haré. Nunca he sido de las que piensan que un bebé te ata a alguien. Como toda mujer en su niñez, soñaba con tener mi familia y que mis hijos crezcan en el hogar que yo no tuve... con mis padres juntos.

Sé que seremos muy buenos padres, que lo haremos bien, pero no quiero que él esté junto a mí por lástima... no lo soportaría. Cubro mi rostro con el dorso de mi mano y resoplo, estoy agotada mentalmente. Tres golpes en la puerta me sacan de mis pensamientos...

-Adelante- Gian asoma la cabeza y sonrie. Le hago un gesto con la mano para que pase.

-Cómo te encuentras bella?- se sienta en el borde de la cama y me mira. Le sonrío.

-Honestamente no lo sé, no era algo con lo que contaba- me incorporo y el se acerca un poco más. Me acomoda un mechón de pelo tras la oreja y sonrío con tristeza.

-No tengas miedo ragazza, no estás sola. Piero es un buen hombre, tú eres una increíble mujer... sabrán hacerlo estupendamente- una lágrima se escapa de mis ojos y la aparto avergonzada.

-Lo sé Gianluca, es sólo que no quiero su compasión. Que se vea obligado a estar conmigo por eso- niega con la cabeza.

-Piero te ama, estoy consciente de ello. Solo ayudado a salir de su pasado y ten un poco de fé en él. Vayan despacio y verás que todo será mucho mejor para ambos- asiento sintiéndome mucho mejor y lo abrazo.

-Te quiero mucho Gian- me aprieta más contra sí.

-Yo también los quiero muchísimo hermosa mía- me separo frunciendo el ceño. Ante mi confusión sonríe y pone su mano en mi vientre... ah si. Me río.

-Interrumpo algo?- la voz de Piero llena el espacio y ambos nos giramos sorprendidos. Gian se pone de pie con ambas manos al aire y niega.

-Es toda tuya hermano-besa mi coronilla y sale.

Piero sonríe y se sienta cerca de mí. Toma mi mano...

-Cómo te has sentido?- lo miro. Se le ve radiante, un poco desaliñado pero feliz.

-Bien, he estado en la cama casi todo el día. Creo que ya marqué mi silueta en ella- se hecha a reír y sonrío. Aún sigue sosteniendo mi mano.

-Eso me agrada bastante- finjo mala cara y el toca mi nariz- Venga ya enojona, solo bromeaba. Sé que odias estar en cama pero debes descansar-asiento. Se separa de mí, se desprende de su saco dejándolo en la silla de mi pequeño escritorio y vuelve a acomodarse a mi lado- Y bien... Hay algo que desees hacer?

-Pues...- lo pienso un momento, al final no terminó de contarme su versión de la historia- quiero que me sigas contando como han pasado las cosas- se pone serio...

-No quisiera agobiarte, mejor...- pongo un dedo en sus labios. Se queda muy quieto.

-Escucharte es lo único que quiero hacer ahora...- sonríe ladino y acomoda las almohadas recostandose e invitándome a hacerlo. No lo dudo ni por un instante.

-Tus deseos son órdenes...

****************
Hola!
Sí, la familia crece. Yaay! Levante la manita quien haya muerto de amor con Piero... 🙈 Gracias por leer, votar, comentar... en fin, gracias.

Sr. BaroneDonde viven las historias. Descúbrelo ahora