Sr. Barone

39- Extraña Sensación

Maratón 2/3

Que noche!... a penas y pude dormir. Demasiadas cosas que pensar, demasiadas emociones. Me dije que nochebuena sería inolvidable y vaya que lo fue. La aparición de la exesposa de Piero fue chocante para mí. Después de tantas amenazas por fin la tuve cara a cara por más de unos minutos. Cuando volví al salón la vi charlando con Eveline, quien al parecer es su madre. Nuestras miradas se conectaron y en un momento de descuido por mi parte, se acercó. Sus palabras resuenan en mi mente desde ese entonces...

"Desde este momento, tus días en la vida de Piero están contados"

-Buenos días hermosa- la voz de Piero me trae de vuelta a la realidad. Anoche fue una de las mejores noches que he tenido junto a él. Ambos fuimos muy intensos, a penas y hemos dormido. Creo que toda la tensión que generó la presencia de dicha mujer sólo aumentó nuestro apetito sexual. Sorío y me coloco a horcajadas sobre él.

-Buenos días cielo- beso su mandíbula. Un gruñido de su parte y la imponente erección golpeando en mis nalgas me hacen saber lo preparado que está. Deslizo mis manos lentamente por su torso y las dejo reposadas en su pene. Sus ojos se agrandan por la sorpresa y una sonrisa traviesa surca su cara. Me muerdo el labio inferior y aprieto levemente.

Sin dejar de mirarlo a los ojos ruedo hasta que mi cara queda entre sus piernas. Con ambas manos lo tomo y lot acaricio con suavidad. Creo que intuye lo que haré porque coloca ambos brazos tras la cabeza y me da esa sonrisa de chico malo que me encanta. Esto será muy bueno.

Salo la lengua dejando en evidencia mis intenciones y el deja de sonreir, su mirada me indica que está mucho más que listo. Como si de un caramelo se tratara doy lametazos desde el tronco hasta la punta y de vuelta. Piero cierra los ojos y se enrreda mi pelo en la muñeca halando con un poco de presión. Su posesión me hace gruñir extasiada y lo introduzco por completo en mi boca mientras que con ambas manos acaricio sus testículos. Lo escucho gemir ruidosamente.

-Dios Marjorie... ahhh!- sus gemidos son combustible para mi desenfrenada lívido. Lo saco, saboreo la punta, lo introduzco... repito el proceso hasta que siento los músculos de sus piernas tensarse y sé que está casi teniendo un orgasmo. Como buena amante acelero el ritmo pero esta vez con las manos y sonrío al verlo dejarse ir gritando mi nombre.

Después de recuperar el ritmo me sonríe mostrando la hilera de hermosas perlas blancas que posee y se coloca encima mío aplastandome con su peso.

-Tus asaltos amorosos son implacables bella, debo tener cuidado contigo. Cada día me sorprendes más- me besa con fuerza agarrando mi cara con amabas manos e impidiendo que realice cualquier movimiento. Nos separamos para recuperar el aire. Siento en mi pierna izquierda como vuelve a ponerse duro y contorneo las caderas.

-Quieres más eh?- asiento. Él se coloca en mi entrada y roza con de arriba hacia abajo pero no me penetra. Aprieto sus nalgas para motivarlo pero es mucho más fuerte que yo. Me estoy desesperando- calma preciosa, calma- dicho esto, vuelve a su sensual ataque. Luego de repetirlo al menos dos veces más, de un golpe seco entra en mí. Grito, pero de placer. Oh si!

-Vamos Barone, más rápido!- arqueo mi espalda mientras Piero se mueve sin piedad dentro de mí, sin embargo por alguna extraña razón... necesito mucho más- oh si si... Dame más- como si fuera un animal rabioso se vuelve implacable y yo me siento en el cielo y el infierno a la vez. El sonido de nuestras entrepiernas más los gemidos y gruñidos se hacen eco por toda la habitación. Creo que también por toda la casa. Una, dos, tres... quince... veintitrés... veinticinco veces me penetra como fiera y yo me rindo al clímax que me hace despegar de la cama y gritar como posesa. Piero me embiste dos veces más y se deja ir mordiendo mi hombro.

Rueda a su lado de la cama y me abraza. Besa mi pelo repetidas veces al tiempo que traza circulos en mi espalda. Tengo la sensación de haber corrido un maratón, mi hombre tiene un lado salvaje que me encanta. Lo que siento por el me abruma, me hace sentir reina del mundo y su esclava a la vez. No sé si a todo el mundo le pasa lo mismo o si soy un caso especial, pero ya no puedo callarlo más.... no más.

-Te amo Piero Barone- subo mi vista a esos ojos cafés que amo y observo meticulosamente su reacción. Siento sus brazos tensarse a mi alrededor. Me mira como si no entendiera lo que dije... como sintiendo culpa y pena. Frunzo el ceño, no espera una reacción así. Tras unos segundos se recompone, besa mi frente y se mete al baño. Siento mi pecho estrujarse. Tomo una camiseta suya del vestidor y recojo mis cosas. Con pasos cansados me dirijo a mi habitación.

(...)

-Pasa algo Marie?- Alejandra me observa con curiosidad y preocupación a la vez. Niego con la cabeza y desvío la mirada a la chimenea. Después de cenar los chicos decidieron ir a tomar unos tragos y nosotras optamos por quedarnos aquí tomando una rica taza de té.

-Es complicado, no sabría explicarlo Ale. Pero estoy bien- sorío más para convencerme a mi misma, pero se que ella es muy perspicaz y no se rendirá así por asi. Isabella entra y Ale decide dejarlo pasar.

- Qué tal pasaron la fiesta chicas?- ambas se sonrojaron. Mis intuiciones femeninas se activaron inmediatamente y sonreí con picardía- Quien quiere confesar primero?- se miraron entre y si se señalaron provocando que ría- esta bien elegiré, Isabella... espero por ti.

-Ehh... este. Diablos, es más difícil decirlo que pensarlo. Chicas... des... desde que vine a vivir con mi tía Gretta aquí y conocí a Igna... este yo... meenamoredeel- Alejandra y yo nos miramos y luego estallamos en carcajadas. A pesar de lo rápido que habló,  entendimo. Isabella esta enamorada de Ignazio.

-Lo sabia!- me levante de sofá y le revolvi el pelo a la avergonzada chica frente a mí.

-Tan obvia soy?- cubre su cara. Le retiro las manos y la miro con comprensión.

-No es eso, recuerda que somos mujeres y nos entendemos- sonríe y hago lo mismo- continúa.

-Pues... después del incómodo espectáculo que Alessandra montó, salimos al jardín. Me ofreció su abrigo alegando que era más cómodo, tomó mi mano y nos sentamos en una banca de mármol cerca de la fuente trasera. Hablamos de cosas triviales y... y en un momento de agradable silencio, nos besamos. Luego me invitó a salir... así que, tengo una cita con el chico que me gusta.

Ale chilla como siempre que se emociona y yo suspiro dramáticamente. Después de darle ánimos a bella y decirle que todo saldrá excelente, miro a Ale y esta se sonroja, sé que lo que viene es fuerte.

-Gian y yo somos novios- que demonios! Ahora la que chilla soy yo y me lazo sobre ella provocando que caigamos al piso. Reímos como locas junto con bella y cuando nos calmamos le pido que nos cuente todo.

>>Después de que te fuiste Gian sugirió que vayamos a distraernos y yo acepté encantada. Me llevó hasta el borde de la piscina y nos sentamos en la tumbona. A pesar del frío estabamos bastante cómodos. Hablamos durante un buen rato y luego el tomó mis manos, me dijo que ya era momento de dejar fluir lo que sentimos y me besó. Al finalizar el beso, sacó una cajita de su traje y la abrió. Era una hermosa cadena con el dije de una pluma rosa. Dijo que simbolizaba el amor y me pidió ser su novia.

Desde hoy Gian es mi persona favorita.

-Me alegro mucho por ustedes, lo merecen- sin querer mi voz se quebró un poco y mis ojos se humedecieron. Las chicas entendieron y se acercaron a abrazarme. Sin poder evitarlo lágrimas se deslizaron por mis mejillas y ya no pude detenerlas.

-Tranquila Marjo, todo estará bien. Piero te ama- esas palabras...

"Te amo Piero Barone"

Mi pecho se oprime y más lágrimas surcan mis mejillas. Tengo la sensación de que todo esto acabará, a pesar de sus caricias, sus atenciones, su manera de tratarme... a pesar de todo acabará y junto con ello, mi vida.

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Hola! Lo prometido es deuda. Aquí el segundo de este maratón. Dije que subiría dos caps, pero tengo muuuchas cosas por hacer así que... mañana el último.

Gracias por sus votos, comentarios, mensajes y lecturas. Es un placer😍Besos😘