46- El peor día de mi existencia

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Maratón 1/3

El cielo despejado de Madrid nos recibe. Miro a mi alrededor y me sorprende lo mucho que ha cambiado todo desde que nos mudamos de este vecindario. Sin embargo, nuestro edificio sigue igual de sobrio que como lo recordaba.

-Te sientes mejor?- Alejandra me observa impasible, desde su desmayo no ha emitido ningún sonido. Creo que aún no sale del trance y detesto y con todas mis fuerzas verla así. Asiente y mira en la misma dirección que yo, aprieto su mano y le indico que debemos bajar del taxi. Alejandro insistió en recogernos pero nos negamos, tía es prioridad.

Tomamos el ascensor hasta el 4to piso, tras tres timbrados una señora un poco más joven que Gretta nos abre la puerta. No sabía que tenían servicio en casa... creo que las cosas estaban más serias de lo que nos contaban.

-Bienvenidas señoritas, soy Ana. Están en su casa- saludamos con educación y entramos- El señor Ferrara las espera en el hospital, dice que ya les ha dado la dirección. Si necesitan algo no duden en pedirlo- asentimos, Ana toma las maletas y se marcha.

La decoración ha cambiado un poco, pero se sigue sintiendo como nuestro hogar. Mis ojos se empañan con nostalgia, volteo a ver a Ale y ésta seca una lágrima con prisa. Sé que se siente tan frustrada como yo.

-Deseas tomar un baño o comer algo antes?- en momentos así, se comporta como un animalito asustado y hay que guiarla en todo. Niega con la cabeza y me doy momentáneamente por vencida. Gian ha sido con quien más ha hablado pero el no podía dejar Oggun por razones obvias. Suspiro- Entonces hay que irnos pequeña, nos esperan.

(...)

La sala de cuidados intensivos es igual de fría que en las de otros hospitales. Me pregunto si es un factor común en todas o la tensión y angustia que emanan los familiares de los pacientes las vuelve tan incómodas.

Alejandra no se ha soltado de los brazos de su padre desde que nos volvimos a reencontrar hace unos minutos y la entiendo. Ver a su pilar tan desolado y triste no debe ser nada agradable. Yo por mi parte le he dado unas palabras de aliento a ambos, pero también necesito que alguien me aliente. Dónde estás Piero?

-Venga vale, sentemosno- toma asiento junto a Ale pero yo no lo hago, mi tío siempre ha sido un hombre fuerte y decidido, verlo así me parte el alma- que tal os ha ido en el vuelo? La habeis pasado bien?- asentimos. Ahora no me interesa hablar del vuelo así que voy al grano.

-Por qué no nos contaste que ella estaba tan mal?- Alejandro frota su cara y alterna la mirada de su hija a mí. Suspira derrotado.

-Lo siento tanto nenas, sé que debía hacerlo pero me dejé convencer por esa mujer testaruda que Dios me dió como esposa. Ya saben como es Alicia y no quería preocuparlas. Por más que he insistido en que les cuente, no ha querido y vean las consecuencias- Alejandra toma su mano y recuesta la cabeza en su hombro. Yo acaricio su cabello teñido de canas.

-No te sientas mal papá, son cosas que suceden y ahora hay que ser fuertes por ella- es lo más largo que ha dicho mi prima desde que perdió el conocimiento. Al menos sé que está pensando con coherencia.

-Qué es lo que tiene? Que te han dicho los médicos tío?- sólo sabemos que está mal y nada más. Una parte de mí teme lo peor. Alejandro se pone de pié y nos mira con lágrimas en sus ojos. Los cierra por un momento y cuando los abre la amargura y pena que reina en ellos me alarma.

-Nenas prometanme que serán fuertes en todo momento, lo que les diré es terriblemente doloroso y lamentable- miro a Ale y ella me mira, sé que mis ojos deben estar tan abiertos como los suyos. Entrelazamos nuestras manos. Él prosigue.

>>Hace poco más de un año y medio Alicia se ha venido sintiendo bastante mal. Tenía reumatismos con demasiada frecuencia y muchos dolores musculares. Ella siempre se negó a visitar el médico y le atribuía todo a la edad, pero algo dentro me decía que ella no estaba nada bien. Un día estaba tan adolorida que no podía con sus extremidades, entonces por encima de sus quejas hice la cita y al otro día la lleve a ver al doctor. Le hicieron una serie de análisis y el resultado... el resultado fue devastador- suspira nuevamente y agacha la cabeza antes de continuar, me veo tentada a gritarle que lo deje salir pero estoy congelada- le descubrieron cáncer en los huesos en etapa avanzada.

Dejo de respirar y el mundo deja de girar para mí. Cáncer? Dios esto no puede estar pasando, no más tragedias por favor. El grito desgarrador de Ale me trae de vuelta a la realidad, no sé en qué momento ha sucedido pero está en el suelo rodeada por su padre sollozando sin control. Yo por mi parte sigo en shock mientras la temperatura de mi cuerpo desciende estrepitosamente. Cuando crees que las cosas no pueden ponerse peor, empeoran. En ese momento sale un doctor.

-Familiares de la Sra. Ferrara?- rápidamente me pongo de pie y con cierta dificultad Alejandro también lo hace trayendo consigo a Ale. El doctor los mira con pesar, seguro tenemos un aspecto bastante penoso. Asentimos por instinto y nos acercamos.

>>La paciente ha despertado, pero sigue igual de delicada, el golpe que recibió fue muy fuerte. Está estable, sin embargo no hay muchas probabilidades de vida. La enfermedad está en la fase terminal y ya saben lo que eso implica. Lo siento mucho.

-Ha... ha dicho golpe?- Alejandra intenta soltarse pero mi tío no la deja, puede caer nuevamente.

-La paciente ha ingresado por un accidente, tiene una costilla fracturada y leves contusiones, solo que en su estado ha sido mortal. Una enfermera vendrá para que puedan pasar a verla, pero no deben estar más de 5 min dentro. Si me disculpan- dicho esto da media vuelta y se marcha.

Las lágrimas nos acompañan y lo tres nos abrazamos fuerte. Tememos lo peor y hay que ser honestos, es lo más probable. Mi teléfono vibra, me separó secando mis ojos y leo que es Gian.

-Gian- pronuncio con dificultad. Escucho murmullos así que supongo que los demás están ahí.

-Estamos preocupados bella, no me podía comunicar con Ale. Qué ha pasado?- un nudo se forma en mi garganta y respiro hondo para poder hablar.

-Ella está mal... muy mal. Tememos lo peor- silencio total.

-Lo siento tanto Marie. Cómo está Alejandra?- su voz denota preocupación, es grato que te apoyen en momentos así.

-Devastada, a penas ha dicho algunas palabras, así que ya te imaginaras... es su madre quien está muriendo- suspira.

-Estaré con ustedes mañana temprano, avísame cualquier cosa por favor. Los chicos y Gretta les envían un abrazo.

-Gracias Gian, besos a todos- cuelgo.

(...)

Alejandro sale secando sus ojos y un poco nervioso, dolor de ver a su amada agonizando debe ser demasiado para el. Nos mira de forma extraña y toma nuestras manos.

-Quiero que sepan que independientemente de lo que suceda o haya sucedido anteriormente, nosotros las hemos amado siempre- no entiendo nada. Ale esta en el limbo y yo sólo quiero que esto termine. Mi cabeza comienza a doler demasiado- Ella quiere verlas, hablé con la enfermera y las dejará pasar. Déjenla hablar sin interrupciones, ella... ella necesita despedirse.

Ale cubre su rostro con ambas manos y yo la abrazo, en toda mi vida no había tenido un día tan horrible como hoy. Definitivamente este gana como el peor día de mi existencia.

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Hola hermosas! Sé que quieren matarme pero en mi defensa tenía demasiados trabajos que hacer. Mañana continúa el maratón. Gracias por sus comentarios y votos. Ahhh y por la paciencia.

Love yaaaa all!😍😍😍😍😍

Sr. BaroneDonde viven las historias. Descúbrelo ahora