Ganadora en los premios Carrot Awards 2020
Tercer lugar en romance, concurso Apple Awards (Red)
Sinopsis:
¿Qué pasa cuando tu mundo perfecto se derrumba a tus pies?
Andrea conoció a Justin en la fiesta de compromiso de su amiga, y de inmediato volar...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Andrea
—¿Así que esta es tu casa? Y yo que pensé que vivías en la mansión —me comenta Justin nada más entrar a mi apartamento.
—Bueno, viví allí hasta el año pasado —le explico mientras camino hasta la sala de estar—. Cuándo recibí la herencia que mi abuela paterna nos había dejado a mí y Ryan tomé parte de ella y me compré este apartamento de inmediato.
Justin me sigue despacio, mirando curioso todo su alrededor y también algo deslumbrado. La verdad sea dicha, me encontraba orgullosa de mi casa. Era un espacio que me había costado mucho encontrarlo. Había buscado por todas partes el lugar correcto, pero nada me hacía sentir como en casa. Cuándo ya me daba por vencida, este lugar apareció de la nada. Paige, la novia de mi hermano, me había dado el dato que este apartamento se vendía. Cuando llegué, supe que esta era la casa en la que viviría.
—¿Quieres algo de tomar? Tengo refresco, cerveza, vino, agua —le pregunto. Era extraño tenerlo en mi apartamento. Mentiría si digo que no estoy nerviosa por eso, sobre todo, después de la cita al cine, en dónde estuve más de la mitad de la película apoyada en él, como si lo conociera de toda la vida.
—Agua estaría bien. Gracias.
Me dirijo a la cocina con premura, lleno un vaso con agua, le coloco un poco de hielo y regreso con Justin, que está examinando detalladamente una fotografía que se encontraba sobre la chimenea. En ella aparecíamos Emma, Ryan, John y yo, todos disfrazados, ya que nos encontrábamos celebrando Halloween. De eso tres años atrás.
Justin me mira sobre su hombro. —Te veías hermosa de Cleopatra.
Un sonrojo aparece en mis mejillas, le lanzo una mirada tímida y me acerco a él para entregarle el vaso.
—Ese día fue una auténtica locura —le digo. Tomo la foto en mis manos y me siento en uno de los sillones. Justin toma un sorbo de su vaso y se acomoda a mi lado.
—Cuéntame —me pide, tras dejar el vaso encima de una mesita de centro que está enfrente del sillón en el que nos encontrábamos.
—En ese tiempo aún estaba en la universidad. Justo en ese momento iba a recibir unas calificaciones, pero no me fue nada bien, estaba completamente desilusionada y deprimida. Mi hermano había tenido problemas con su actual novia Paige. John había tenido una discusión con su padre, por lo tanto esa fiesta nos sirvió para despejarnos y votar los problemas.
Me río fuerte cuando me acuerdo de las imbecilidades que hicimos esa noche. —Nos emborrachamos como nunca, llamé a la anfitriona zorra, nos metimos en una pelea, nos echaron de la fiesta, nadamos desnudos en una pileta y terminamos todos arrestados por disturbio público, pero lo que más recuerdo es a mi mamá tirándonos las orejas a todos al otro día cuando fue a pagar la fianza de todos nosotros.
