Ganadora en los premios Carrot Awards 2020
Tercer lugar en romance, concurso Apple Awards (Red)
Sinopsis:
¿Qué pasa cuando tu mundo perfecto se derrumba a tus pies?
Andrea conoció a Justin en la fiesta de compromiso de su amiga, y de inmediato volar...
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Andrea
El día no podía ser más perfecto.
Ya con el invierno a pasos acrecentados, hoy como nunca, en Londres hacia un día bueno, especial para celebrar la boda.
Esta se llevaría a cabo en la mansión. Tanto Emma como Allan lo habían querido así. Y todo ya estaba dispuesto y listo para la ocasión.
Actualmente estoy en la ventana de la habitación de Emma, observando como los invitados llegaban en masa, a presenciar las nupcias de mis amigos.
Miro a Emma, está hablando con mi madre, feliz, dichosa. Ya está maquillada y peinada. Sólo le falta ponerse el vestido. Mi amiga se encuentra radiante, con una sonrisa que puede iluminar cualquier lugar del mundo sin luz. Y yo no puedo sentirme más miserable por no poder ser participe por completo de su felicidad.
Las cosas con Justin siguen igual. Habían pasado unos pocos días desde lo de su apartamento y todavía seguía con mi espacio. Aunque no tan bien como quería, Justin lo respetó por dos días antes de que llenara mi departamento de flores, peluches y chocolates, así también como mi despacho.
Estoy algo nerviosa por hoy día. Sería la primera vez que nos veríamos después de todo lo que había pasado y yo continuaba tan confundida como el primer día. Sintiéndome una idiota por haber arruinado algo que podría haber sido perfecto.
En frío dicen que todo se ve mejor; y tenían razón.
Yo ahora podía notar que todo trae consecuencias. Yo empuñé la daga en esta relación, pero Justin terminó de clavarla. Ambos teníamos culpa y ahora la estábamos pagando.
Me sobresalto cuando mi madre me habla a mi espalda. —Te ves hermosa, hija.
Yo ya estoy vestida, peinada y maquillada. Mi vestido es color celeste pastel. Mi cabello está tomado en un moño elegante, y mi maquillaje es bastante delicado. No me encontraba bien por dentro, mucho menos me sentía hermosa. Pero aun así intento fingir alegría.
—Gracias, mamá. Tú también te ves magnifica. —Fuerzo una sonrisa—. ¿Y Emma?
—Fue al baño —responde. Ella me mira detenidamente por un minuto. Me retuerzo bajo su escrutinio. Su rostro muestra tristeza.
—¿Por qué no me cuentas lo que te pasa? —pregunta apenada—. Soy tu mamá, ¿acaso no me tienes confianza?
Esa era otra cosa. Mi familia no tenía idea de nada. Sólo Emma había sido mi confidente todo este tiempo. Traté, juro que intenté aparentar bienestar, que no me ocurría nada, pero mi madre siempre supo ver a través de mí. Y hoy no fue la excepción.
—Mamá, estoy bien. Perfecta de hecho.
—No te creo. Justin llegó hace veinte minutos y tú no das señales de querer ir a verlo. Emma es la que no puede ver al novio antes, no tú.
