Ganadora en los premios Carrot Awards 2020
Tercer lugar en romance, concurso Apple Awards (Red)
Sinopsis:
¿Qué pasa cuando tu mundo perfecto se derrumba a tus pies?
Andrea conoció a Justin en la fiesta de compromiso de su amiga, y de inmediato volar...
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Hay muchísimas cosas que te cambian la vida, hay un montón de momentos que deseas poder erradicar, pero gracias a todo eso, aprendes a no volver a errar.
Galena Meyers
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Aún recuerdo cuando desperté después del coma en el hospital.
Recuerdo haber estado entre las brumas, durmiendo y despertando, tratando de hablar pero no pudiendo, sentir un dolor espantoso en todo mi cuerpo, pero a pesar de todo eso, agradeciendo a Dios por estar todavía aquí y no muerto.
Pasaron unos días cuando por fin logré mantenerme despierto, cuando la conciencia de lo que estaba viviendo empezó a asentarse lento en mi cabeza. También recuerdo perfectamente, cuando empecé a darme cuenta que mi cuerpo no me respondía como quería, también a los médicos tranquilizándome y diciéndome mentiras, que era por el daño que me había hecho, que de apoco iría reponiéndome.
A pesar de mi aturdimiento de esos momentos, yo sabía que no me decían la verdad, y lo comprobé cuando ellos consideraron que estaba bien para recibir las noticias de mi diagnóstico.
Tenía dañada la medula espinal.
Con una gran posibilidad de que nunca en mi vida volviera a caminar otra vez.
En ese preciso momento... deseé morir. Deseé que ese auto se hubiese llevado mi vida. Porque a pesar de que los médicos me hablaban de mejorar, y que con el tiempo podría recomponerme, sus miradas me decían otra cosa. La lástima que les provocaba. Que me estaban dando esperanzas vanas.
Me sumí en la oscuridad, pensando y recreando mi vida de otra manera. Empecé a martirizarme con los por qué, deseando que lo que estuviera viviendo fuera una pesadilla. Sobre todo, cuando el dolor era tan jodidamente intenso que me costaba hasta respirar.
Mi mujer estuvo allí, siempre allí conmigo, en todo momento, sosteniendo mi mano y dándome ánimos. Haciendo malabares entre venir a verme y cuidar de nuestros hijos. Ella me traía siempre saludos, dibujos y flores de parte de nuestra hija, me mostraba constantemente videos y fotos de nuestro pequeño. Se había comportado como si nada hubiese pasado entre nosotros. Me trataba con respeto y cariño. Ayudándome en todo lo que podía.
