Ganadora en los premios Carrot Awards 2020
Tercer lugar en romance, concurso Apple Awards (Red)
Sinopsis:
¿Qué pasa cuando tu mundo perfecto se derrumba a tus pies?
Andrea conoció a Justin en la fiesta de compromiso de su amiga, y de inmediato volar...
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A veces, cuando te das cuenta de las cosas, es demasiado tarde para rectificar. A veces inconscientemente te bloqueas a la verdad y cuando quieres darte cuenta, queda muy poco margen para mejorar la situación.
En vez de prender las alertas después de la primera pelea que tuve con Justin, me desconecté por completo, pensando tontamente que todo volvería a su cauce, no dándome cuenta de que cada vez que discutíamos nos alejábamos un poco más.
Luego de la primera discusión, al día siguiente vino otra más fuerte. Una que abrió una brecha insalvable entre nosotros. Aún podía recordar ese día, como si fuese ayer. El día que mi perfecto y maravilloso matrimonio empezó a caer en un bucle.
—¿Puedes verificar los papeles que te envié al correo, por favor? Tengo que ir a una reunión en cinco minutos —le informo a James.
—De inmediato —contesta, evitando mirarme directo. El haber trabajado y ser amigos de tantos años, me da el poder de conocer a este chico mejor que nadie. Sé que me oculta algo con tan solo ver ese gesto tan característico suyo. Está incomodo por una razón.
—¿Qué pasa, James?
—Nada, Sra. Miller.
Levanto una ceja incrédula, que me llame de esa manera, me indica que miente, está nervioso y eso a la vez me pone nerviosa a mí.
Me siento en su escritorio, y empiezo a jugar con los posts it que tiene encima. Trato de pensar en algún motivo que lo tenga de esta manera, pero no se me ocurra nada. —¿Tienes problemas con tu novio?
—No, no es nada de eso.
—Entonces, ¿te salió alguna oferta de trabajo en alguna otra parte y te quieres ir? ¿Es eso?
Abre los ojos desmesuradamente y casi frenético niega. —No, claro que no, adoro aquí.
—¿Entonces? ¿Me vas a decir?
—Yo... no debería. No quiero crear problemas. Pero... vi a Justin pasar por aquí, fue al despacho de don Phill. Pasó raudo y traía una cara de tres metros. Pensé que era una visita, pero se veía extraño, preocupado, y eso me hizo preocuparme a mí. No quiero entrometerme, pero pienso que deberías saberlo.
