Ganadora en los premios Carrot Awards 2020
Tercer lugar en romance, concurso Apple Awards (Red)
Sinopsis:
¿Qué pasa cuando tu mundo perfecto se derrumba a tus pies?
Andrea conoció a Justin en la fiesta de compromiso de su amiga, y de inmediato volar...
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Andrea
—También me siento culpable de otra cosa —digo a la vez que lo beso.
—¿De qué? —pregunta Justin.
—Has tenido el agua corriendo mucho tiempo —digo mientras trato de mantener oculta la risa que quiere escapar sin permiso de mi interior—, creo que ya se terminó toda el agua caliente. Voy a abrirles la puerta a los chicos.
Cierro la puerta del baño y me apoyo contra la pared.
Todavía sentía los estragos del orgasmo que me había regalado Justin. Mi corazón late deprisa, y mis piernas aún tiemblan un poco. Escucho nuevamente el timbre y parto corriendo a abrirles, ya habían esperado mucho.
Para mi sorpresa y desgracia no eran Emma y Allan, sino que mi hermano Ryan y su acompañante, la misma chica que conoció en la disco la última vez que salimos juntos. Con toda la prisa ni siquiera me había visto en el espejo y sabía por las expresiones de las personas en frente de mí, que mi aspecto era espantoso.
—Hola chicos, bienvenidos —digo a la vez que les abro la puerta para que ingresen al departamento.
Ambos lo hacen de inmediato y los guío hasta llegar a la sala principal. —Por favor tomen asiento, ¿quieren algo para beber?
—Unas cervezas estarían bien —contesta mi hermano por ambos.
—Voy de inmediato a traerlas.
Prácticamente salgo corriendo a la cocina, quería que la tierra me tragara, estaba profundamente avergonzada.
En la realidad tenía un montón de sensaciones mezcladas unas con otras, por una parte estaba abochornada, acongojada y por la otra entretenida. Por la cara que tenía mi hermano, y por la mirada de la chica podía darme cuenta que sabían que es lo que estaba haciendo antes de que llegaran.
No sabía si reír o llorar, tanto como Ryan y yo teníamos una vida sexual activa, y era obvio para ambos, pero nunca antes nos habíamos pillado infraganti. Mi hermano tan protector jamás me había visto en esta faceta de mi vida, loca y despreocupada y mucho menos teniendo encuentros íntimos con alguien a portas de una reunión de amigos. Yo misma me sorprendía de esta nueva Andrea que estaba emergiendo de apoco con Justin.
Siempre fui correcta, responsable y pulcra, así me habían enseñado a ser, esa era la mujer en la que mis padres habían invertido tiempo y dinero. Tuve una educación recta, nunca les di ningún problema a mis padres —excepto hechos puntuales que podía contar con los dedos de una sola mano—, y ahora que estaba comportándome como una mujer exuberante y desinhibida, podía distinguir claramente que había desperdiciado mi adolescencia, pero no desperdiciaría mi juventud.
Cuando vuelvo al salón, sólo veo sentado a mi hermano. Y la chica no se veía por ningún lado.
—Está en el balcón, hablando por teléfono —contesta Ryan mi pregunta no formulada.
