Cap. 23 Un encuentro sorpresivo
El viaje se iba a tornar pesado, puesto que hacía mal tiempo y con lo de la guerra, la gente estaba desesperada y algo inquieta.
Mientras tanto, Terry participaba en el ensayo general y protagonizó una confrontación con Karen, aunque no abiertamente, por el temor a Stratsford. Si lo manifestaban frente a la compañía, ambos podrían salir afectados.
- No…ahora no- se dijo Terry- será mejor esperar.
Cuando terminó su participación en una escena, Karen se le acercó.
- Espero que con el nervio de que esté Candy presente, no se te vayan a olvidar los diálogos.
“Si supieras que llevo los diálogos en el fondo de mi corazón”- pensó Terry.
- Cuídate tú de no hacer el ridículo, especialmente frente a la prensa, cuando no puedas demostrar frente a ellos que entre nosotros hay una relación, puesto que el día del estreno, voy a ignorarte totalmente.
- Dudo que al señor Stratsford le agrade tu actitud, Terry Grandchester.
- ¿Qué puede importarle a Stratsford mi vida personal?
- Un escándalo no sería bueno para tu carrera actoral…
- Eres peor que una serpiente venenosa, Karen. Yo no pienso renunciar a la mujer que amo solamente porque a Stratsford no le parezca que no me muestre contigo en público.
- Deberías ser más atento, Terry. La prensa se dará cuenta y provocarás un verdadero escándalo. Y si eso pasa, ya no podrías trabajar en ninguna otra compañía.
- No importaría. Pero sé que Stratsford no haría tal cosa.
- Yo puedo conseguirlo…- No quieras parecerte a Susana Marlow, Karen. Ella no habría usado esas malas artes para atraer la atención de un hombre. Ahora déjame tranquilo, que debo repasar estas líneas porque me toca continuar.
- ¡Que un mal rayo te parta, Terry Grandchester!-dijo Karen.Se apartó y Terry siguió ensayando. Pero algo le decía que Karen Klays era capaz de cualquier cosa.
Mientras tanto Albert se reunió de nueva cuenta con algunos de sus socios de Nueva York. Le disgustaba un poco tener que estar tan al tanto de los negocios de la familia Andley. Pero era necesario. Con el señor Leagan fuera de la jugada, había muchos detalles que arreglar allá.
Pero lo más importante era lo que quería preparar para Candy. Una fiesta de presentación ante la familia como miembro de los Andley. Sería una noche memorable. Después de la obra de teatro de Terry aprovecharía para presentarla. Si Terry y ella se reconciliaban, los reuniría a ambos y permitiría abiertamente las relaciones de ambos. Aunque internamente ya lo había decidido.
Pero si, en caso contrario, Terry y ella no se reconciliaban, aprovecharía la oportunidad para declarársele solamente.
Archie y Annie ya habían llegado, por petición de él.
Archie se reunió con él en una de las oficinas.
Todos los presentes se levantaron.
- Buen día. Creo que ya conocen a mi sobrino, Archibald Cornwell.
- Es un honor- dijo Archie.
Albert estaba orgulloso de su sobrino y le agradaba tener una mano en quien apoyarse. Y obviamente, extrañaba más la de su sobrino Anthony, quien habría casi como un hijo para él, descartando la poca diferencia de edades.
Mientras los accionistas hablaban, un recuerdo de la adolescencia llegó a su mente.
“ Había estado de viaje en el campo a cargo de George. Éste se dedicaba a evitar que el joven se metiera en problemas. Pero su aire despreocupado favorecía las travesuras.
Aquel día, regresó a la casa de Lakewood a petición de la tía abuela que quería verlo, después de mucho tiempo.
El muchacho rebelde llegó con la ropa rota. La tía abuela se escandalizó.
- ¡Dios Santo! ¿Dónde has estado, William?
- Divirtiéndome mucho, tía. No sabes la cantidad de cosas que tengo que contarte.
Entró buscando a su joven hermana y la encontró un poco delicada de salud.
- ¡Rosemary! ¡Rosemary!
- Está en el rosal con Anthony.
El muchacho corrió hasta el jardín y ahí encontró pálida a la madre de Anthony.
- ¡Rosemary!- gritó Albert.
La joven madre se acercó y abrazó a su hermano.
- ¡Albert! ¡Te extrañado mucho, hermanito!
- Yo también. ¿Él es Anthony?- preguntó a su hermana, un poco dubitativo. Había dejado de verlo desde que era un bebé.
El pequeñito de ojos azules y cabello rubio sonrió y preguntó a su madre.
- ¿Quién es?
- Es tu tío Albert, Anthony. Creo que por fin ha vuelto por más tiempo.
El muchacho lo cargó y lo miró con dulzura.
- ¿Quieres pasear a caballo con tu tío Albert?- preguntó.
El pequeñito asintió y pidió permiso a su mamá.
- ¿Puedo ir con él, mamá?
- Por supuesto, Anthony, ve.
- Cuando regrese, hablaremos- dijo Albert a su hermana.
Anthony fue con su tío por la campiña, propiedad de los Andley y luego marchó de vuelta a la casa ya tarde.
Cuando llegaron, Anthony quería contarle mil cosas sobre su paseo.
- Antes de dormir me contarás- dijo Rosemary- ahora ve con la mucama. En un rato te alcanzo.
En cuanto estuvieron a solas, Albert empezó.
- Rosemary…¿por qué no le has dicho a nadie sobre tu enfermedad?
- No he querido preocuparlos.
- Tu esposo tampoco lo sabe, ¿cierto?
- No…él tampoco.
- No puedes ser tan egoísta, Rosemary…tienes que decirlo.
- ¿Y cómo lo tomarían? Especialmente Anthony…mi pequeño Anthony…
- Es un niño muy noble, será un gran hombre.
- Temo que él herede mi enfermedad.
- No digas eso. Debes ser positiva. Además, si lo permites, yo puedo intentar buscar a buen médico.
- No creo que sea pueda hacer gran cosa- dijo ella.- No es falta de confianza…es sólo que todos se enterarían.
Albert estrechó a su hermana y rogó a Dios que la dejara un poco más de tiempo”.
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Desafiando El Destino
FanfictionCandy y Terry siguieron caminos diferentes. Candy y Albert parecían ser muy afines...hasta que pasó algo inesperado. ¿Qué harías si tuvieras que desafiar al destino para conseguir lo que anhelas? Es historia de andrea sparrow