Cuando llegó con el resto de las enfermeras, todas se miraron. Una de ellas le dijo:
- Me alegra que estés de vuelta, Candy. Pero no sé si alegrarme después de todo…
- Me lo imagino.
- No, Candy, no te lo imaginas.
La enfermera escuchó atentamente.
- Señoritas, nos ha llegado un comunicado del frente americano. Necesitan urgentemente cinco enfermeras instrumentistas que vayan a la línea de fuego. Les daremos dos semanas para pensarlo y para disponerse. Tengo una lista de posibles: Mary Denbig, Judy Lange, Margaret Montgomery, Mildred Stewart, Candy White…
Cuando la rubia escuchó su nombre, se perdió. Ya no puso atención al resto de la lista. Entre ellas estaban algunas de sus compañeras de la escuela Merry Jane.Reaccionó justo cuando el doctor Leonard las despidió.
Volvió donde sus pacientes. Pero el tiempo se le hizo tan largo, como si el día no quisiera terminar nunca.
Estaba preocupada. ¿Cómo le explicaría a Terry, si es que decidía ir al frente? No…no lo aceptaría. Terry la esperaba. Iba a enfrentar a su padre por su amor y no podía decidirse a ir al frente justo ahora. Además, Albert tampoco lo permitiría. En cuanto pudiera hablar con el doctor Leonard, le diría que ni siquiera pensara en ella.Dos días después, una de las enfermeras de vigilancia le dijo:
- Candy, te ha llegado carta de Londres…
- ¿De Londres?
En cuanto la tomó se marchó al jardín para poder leerla con detenimiento:“Querida Candy:
Tengo que contarte tantas cosas que no sé cómo empezar. Antes que todo, quiero que sepas que el compromiso que mi padre había proyectado, se ha deshecho por completo. Fui capaz de enfrentarlo y ahora conseguí dejarlo definitivamente pero también que me tenga por muerto. No lo lamento, siempre estuve muerto para él desde antes.
En cuanto a mi vida ahora, iré a Escocia. Escuché que hay una pequeña compañía de teatro ambulante allá y espero poder trabajar con ellos. Sería realmente algo muy hermoso. En cuanto junte algo de dinero, volveré a América y nos casaremos. Ya no lo aplazaremos más. Di a Albert que estoy bien y dale mis saludos a él y a Annie y a Cornwell. Y para ti, todo el amor de mi alma y un beso cada noche para mi querida y dulce pecosa.
T.B.”
- ¿T. B.?- se preguntó Candy.- Se ha quitado el apellido Grandchester. Tonto…si su padre seguirá siendo su padre por siempre, aunque él se quite el apellido. Tengo que contestar esta carta cuando antes pero…¿a dónde? No podría mandarla donde el duque…¿qué hago? No, esperaré hasta que él mismo me escriba de nueva cuenta.
Se marchó para continuar su trabajo, pero seguía preocupada por el asunto de la guerra.
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Desafiando El Destino
FanfictionCandy y Terry siguieron caminos diferentes. Candy y Albert parecían ser muy afines...hasta que pasó algo inesperado. ¿Qué harías si tuvieras que desafiar al destino para conseguir lo que anhelas? Es historia de andrea sparrow