Terry estaba pensativo. Escuchó a quien llamaba a los pasajeros.
- Señores…el Mauritania está por zarpar…“Mauritania”- pensó Terry.- El mismo barco que me llevó de vuelta a Londres, y donde conocí a Candy.
Las remembranzas llegaron a su mente, empezando por el momento en que la conoció.
- Esos detalles…ahí vi a mi pequeña pecosa por primera vez…sus ojos verdes…su dulce voz…esa piel tan blanca…y sus dulces pecas, tan intensas en ese rostro tan lindo…ella replicaba por las pecas y yo gozaba haciéndola rabiar…-pensaba riendo para sí.- Estaba triste por lo de mi madre y ella consiguió que yo olvidara por un segundo ese dolor…gracias a ella no morí de tristeza…
El duque se acercó.
- Como hace años…
- ¿Todavía recuerdas?
- ¿Cómo olvidarlo?- observó Terry.- Era muy niño…no sabía por qué estaba en el barco…pero estaba contigo…de pronto la vi…ahí estaba Eleonor Baker, llorando y suplicando que no me llevaras contigo…y yo te preguntaba y tú la negaste…no quisiste decirme que se trataba de mi verdadera madre…-comentó Terry sollozando.
Richard Grandchester se quedó callado.
- ¿Podrías dejarme solo?- pidió Terry.- Estoy pensando en ella…en Candy, y no quiero que intervengas en mis pensamientos también.
El duque se marchó dejándolo solo.
Al poco rato, decidió acercarse a la cabina del capitán.
El capitán que estaba ahí se veía algo cansado.
- ¿Se siente bien?- preguntó Terry.
- Sí, joven, no es nada. Es que…la edad…
Lo miró. El nombre no parecía muy mayor pero quizás tanto trabajo había contribuido para hacer que la edad se le viniera encima.
- Si quiere, puedo buscar a un médico…
El capitán dudó. En aquel muchacho podía recordar a alguien que había visto tiempo atrás.
- Dígame…¿usted ha viajado en este barco antes?
- Sí…viajé en el Mauritania hace ya mucho tiempo…iba a estudiar en el Colegio San Pablo de Londres.
- Ya veo…hace tiempo vi a un jovenzuelo triste que deambulaba por el Mauritania…casi no hablaba.
- Quizás era yo…en ese tiempo tenía una tristeza en el corazón, como la que ahora me domina…pero ahora hay una esperanza de por medio…
- Recuerdo en ese viaje también a una jovencita de cabello rubio y de ojos verdes…pecosa…
Terry dijo:
- Candy…
- ¿La conoces?
- Sí…Candy es el amor de mi vida…
- Eres afortunado- dijo el capitán.-El hombre que ame a esa niña será siempre muy afortunado. Mis memorias la contemplan y recuerdan, salvando la vida de una gaviota y solicitando que el curso se desvíe para salvar a algunas personas, aunque eso implicara que gente importante perdiera dinero…
“Entonces fue ella…-pensó Terry.- ella fue quien consiguió que el curso se desviara y nos retrasáramos…por eso mi padre me riñó- añadió en su pensamiento sonriendo para él…”
- ¿Estás bien, muchacho?- preguntó el capitán.
- Sí, señor…fue sólo un recuerdo.
- Y cuéntame…¿qué es de Candy?
Terry contuvo la emoción y las lágrimas.
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Desafiando El Destino
FanfictionCandy y Terry siguieron caminos diferentes. Candy y Albert parecían ser muy afines...hasta que pasó algo inesperado. ¿Qué harías si tuvieras que desafiar al destino para conseguir lo que anhelas? Es historia de andrea sparrow