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Me sentía incomoda. Recibía un trato un tanto especial de mis tíos. Cosa que siempre pasa cuando una persona de fueras y muy importante; está en la casa. No me pueden tratar como una vil rata, como todos los días.

Luke era un tanto amistoso pero solo con mi tío. Mi tía no parecía importarle en lo absoluto. Cuando ella hacia un comentario solo la ignoraba o cambiaba de tema. Excepto cuando ella mencionaba algo he de suponer "bueno" de mi. El me miraba y respondía lo mejor.

La tarde pasó y por suerte, conseguí que mis tíos me dejaran estar todo el resto, en mi cuarto. Tendrían una "cena" en la casa. Empiezan hablando de cualquier estupidez y terminan drogados.
Mi celular había sonado y un mensaje de Mark llegó, preguntando si podía salir aun que sea un momento para tomar aire en la plaza. Le mandé la misma respuesta de siempre: no creo.

Miré el techo por unos minutos. Cuando estaba tranquila, sin problemas; me gustaba recordar a mis padres y tratar de pensar el porqué, de toda la familia que tengo, de las buenas amistades que ellos tenían, ¿porqué tenían que dejarme con unos monstruos insensibles?
Aún puedo recordar el ruido de las sirenas de la ambulancia cuando mis tíos me maltratan. Es un tanto, triste.

La puerta se abrió dejando ver a mi tía borracha que se estaba por caer al piso. Caminé hasta ella y ayudé a sentarse en mi cama.

-Kate, solo venía a decirte algo- bostezo. -Mark esta abajo, te busca.

-¿Me estás dando permiso de salir?

-Solo unos momentos.

Después de eso, se quedo dormida en mi cama. Agarré un suéter y me puse un pantalón de mezclilla para poder salir.

Bajé, con miedo que los gritos de mi tío, me sobresaltaran en cualquier momento. En cambio, el estaba hablando con Mark quien tenía miedo cada vez que mi tío levantaba la mano. Hice un ruido con mi garganta y todos los hombres me vieron, Mark se levantó de donde estaba y camino hacia mi.

-Vamos- tomé su mano para salir de la casa.

-Espera- se detuvo. -¿Tienes permiso? No quiero meterte en problemas.

-Mi tía me dio unos minutos- me encogí de hombros. -, esta muy borracha- le susurré por lo ultimo.

Sentí la mirada de todos en mi. Habían al rededor de ocho hombres en mi casa, contando a mi tío. Si no le tuvieran el "respeto" que dicen tenerle a mi tio, ya hubieran abusado de mi tía y de mi, incomparables de veces. Ya nos lo han dejado en claro millones de veces. Es un tanto asqueroso e incomodo.
Arrastré de nuevo a Mark para salir de la casa pero la voz de mi tío me hizo estremecer y antes de tocar la perilla, me giré para verle.

-Tienes diez minutos exactos- habló y con la mirada, trato de matar a Mark. -Ni uno más.

Asentí, giré la perilla y salí, Mark venía detrás de mi, cerrando la puerta detrás de el. Me sentí libre por unos minutos. Era incomodo estar en un lugar donde hombres borrachos y drogados estaban. Esta, era de las pocas veces en las que me sentía bien, simplemente tomar aire fresco.

-Esta bien- Mark apoyó su mano en mi hombro. -Es frustrante tener que contar los minutos para verte.

-¿A que viniste?- fui al grano. -No quiero sonar grosera aun que ya lo este haciendo, solo no te quiero dejar problemas con mi tío.

-Antes de que bajarás, estábamos hablando de la deuda que tenían. El señor que estaba a un lado de el, se ofreció a saldarla.

Fruncí el ceño. Normalmente, no le hacían favores a mi tío ya que era conocido por no pagar y por tener millones de deudas con todo el mundo. Claramente, aquel señor buscaba algo como para ofrecerse de pagar una deuda que no era de el. Raro pero bueno de su parte.

-Nos quedan siete minutos- Mark miró su reloj. -Quería verte y quería que te despejarás por un momento.

-Gracias.

Nos miramos por unos momentos. El se fue acercando y yo de idiota sin reaccionar, me quede en mi lugar esperando a que el hiciera todos los movimientos. Nuestros rostros estaban muy cerca y su aroma se combinaba con el mio. Tenía mucho miedo. Empecé a temblar cuando poso su mano en mi mejilla, el lo noto al instante y la quito. La vena en su cuello no tardó en aparecer, estaba molesto. Cada vez que alguien me tomaba la mejilla, sentía como si fuera a recibir un golpe de aquella persona.

-¿Que mierda estas haciendo?- la voz de mi tío hizo que Mark se separara de golpe, de mi.

-Señor...

-Métete Kate- mandó. -, se te acabo el tiempo.

-Me diste diez minutos exactos- lo reté. Sabía que vendrían consecuencias despues de ello. -, nos quedan seis minutos.

-Pues ahora te di menos. Métete a la casa Kate.

Le dediqué una mirada apenada a Mark quien solo se alejó sin decir nada una vez que yo estuve dentro de la casa. Vergüenza, era lo que sentía. Era estúpido recordar que el coraje invadía mis venas.

Mi tío dio un portazo haciendo sobre saltar a todos los que estaban ahí. Todos estaban drogados y ni decir si seguían vivos o no. Excepto Luke, parecía estar intacto de alcohol o droga.

-Eres una zorra.

Mi tío estuvo a punto de pegarme y yo me encogí cerrando los ojos tratando de esconderme entre mis brazos. Mi corazón se aceleró cuando el golpe nunca llegó. Fui abriendo los ojos con lentitud y en frente de mi, estaba Luke, sosteniendo la mano de mi tío quien lo miraba sorprendido.

-No te atrevas a ponerle una mano en sima- hablo.

El mejor postor | Luke E.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora