Mis problemas son cada vez mayores y mis soluciones son inexistentes. Mi único camino a tomar sería hablar con la policía y explicarlo todo. Sin embargo, perdería muchas cosas y una de ellas, es la confianza de una persona muy especial. Estoy sola, nadie puede apoyarme pues este problema solo lo puedo resolver sola.
Desde la ultima vez que vi a Mark, no he vuelto a saber de el. Días después de nuestro encuentro, tan solo me mandó mensajes y después desapareció.
Luke durante la semana mantuvo su distancia. Todos esos días se la pasó en su empresa y tan solo lo veía a la hora de la cena. He pasado mucho tiempo con Martha, pues no me dejan salir de casa si no estoy acompañada de Nathan.También, tuve una cita con el director para explicar los motivos por el cual abandonaría la residencia. Todos esos motivos y explicaciones, eran mentira.
Más tarde junto a Nathan y demás servicio de Luke, recogimos mis cosas de la residencia, despidiendome de mi compañera de habitación.Ha pasado la semana y por fin se llegó el día. Saldría de casa aun que sea para la universidad, estuve esperando esto por mucho tiempo.
Alex, el nuevo guarda espaldas de Luke, estaría a mi cargo ahora. Era impresionante ver el numero de seguridad que Luke llevaba por su espalda.
Todo estaba listo, esperaba a Alex en la puerta principal, quien estaba en la cocina junto a Martha. Ella, tiene la costumbre de dar una canasta llena de panecillos al nuevo que se integrara al personal. Muy detallista.Vi a Alex salir de la cocina con cara de espanto y la canasta en sus manos.
-Vamonos antes de que me de más comida- habló el por el susto.
Salimos y nos subimos la camioneta y así la echó a andar.
Movía las manos por el nerviosismo. Miraba por la ventana con la ilusión de poder llegar en el menor tiempo posible.
Muchas personas estarían hartas de tener que ir a su primer día en la universidad. Sin embargo, yo esperaba entrar ahí y no salir jamás.
Alex observó cada uno de mis movimientos por el retrovisor y echaba una que otra risa pequeña al ver mi desesperación.Saqué mi celular al momento en que vibró, en la pantalla observé el nombre de Luke para tan solo recibir un mensaje con un simple, feliz inicio.
Increíble.
-Llegamos- informó Alex al estacionarse frente a la puerta principal.
-¿Ya tan pronto?
-Así de pronto- sonrió. -. Si necesitas cualquier cosa, llámame, para usted estaré disponible en cualquier momento.
-Para ti- le corregí. -. ¿Y si estás ocupado en el baño?
-Me apresuro.
-¿Y si...?
-¿No estabas emocionada por llegar, Kate?- me interrumpió. -. Entra ya.
-Bien.
Me despedí y salí de la camioneta.
Muchos entraban con felicidad y otros tan solo esperaban a que tocara el timbre para iniciar sus clases.
Camine tras un grupo de chicos que parecían ser de ultimo curso. Hablaban principalmente de mujeres y como son en la cama. Tan solo me bastó con escuchar, pues no había manera de adelantar el paso. Los pasillos estaban llenos de chicos de primer curso, al igual que yo.
-¡Kate!- me giré al ver quien me llamaba y fui sorprendida al ver a la morena con quien iba a compartir la habitación.
-¡Phoebe!
Nos abrazamos por unos momentos hasta que nos separamos para dejar al resto de la gente, pasar.
-Es lindo verte- habla ella. -. Me siento sola en la habitación.
-¿No tienes a alguien?
-Cuando te fuiste, cada una tenía su compañera, todas estaban completas- se queja. -. Así que me quede sola.
-Lo siento mucho.
-No te preocupes, al menos puedo sentirme como en casa- reimos.
Continuamos juntas hasta las oficinas, en donde nos presentamos hacia las secretarías y una de ellas, nos entregó nuestra carpeta de evidencias. En aquella carpeta color melón, venían nuestros cursos y sus horarios. Nuestras materias y algunas otras que podríamos tomar para recaudar puntos. No faltan, las clases extracurriculares que podemos tomar para ayudar a la institución y pasar el rato, como deportes y actividades artísticas e ilustrativas.
Phoebe me menciona, después de leer sus carpetas, que se inscribirá al equipo de natación. Toma al menos unos minutos de mi tiempo para contarme que desde pequeña, ama vivir bajo el agua. También, que ganó varios campeonatos en país, cuando al menos tenía diez años.
Por mi parte, no estoy tan convencida de unirme a un club o a un equipo. Ocupan muchos estudiantes en algunas actividades y uno que otro deporte que me llama la atención.
Tal vez, unirme a algo sería el mejor pretexto de salir de casa.
Le doy una ultima ojeada a mi carpeta y observo los deportes libres.
¿Natación? Pff, malísima. ¿Soccer? No pienso morir en una cancha deportiva. ¿Voleivol? Bueno, puedo soportar que un balón destroce mi rostro.El timbre suena y todos empiezan a correr a sus aulas. Phoebe, por su parte, me toma del brazo guiandome hacia nuestro salón. Al menos no estaré sola.
Veamos que tal.
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El mejor postor | Luke E.
Romance○Por muy larga que sea la tormenta, el sol siempre vuelve a brillar entre las nubes○ Kate vive bajo las redes de sus tios, quienes no desaprovechan ninguna oportunidad para hacerla sentir mal en todos los sentidos. Su tío, un drogadicto, que mata y...