—¿Mamá?
Aquella figura blanca sonrió al escucharme hablar. Sabía quien era la mujer que se encontraba frente a mi. Era ella quien me había traído a la vida para conocer todo de ella.
La mujer frente a mi abrió sus brazos con esperanza de que yo corriera hacia ellos. Y lo hice, mis pies se movieron del lugar en donde mi encontraba para correr hacia donde la mujer con vestimenta larga, se encontraba.
Sin embargo, un presión me hizo parar. No podía continuar mi camino, pues había una gran barrera invisible que me lo impedía.
La sonrisa de la mujer frente a mi se desvaneció por completo, formándose una mueca en su semblante ahora triste.
—¡Mamá!
—Creí que era el momento.— ella musita desde su lugar y una punzada estremece mi corazón al escucharla hablar. —Pero él te necesita más que nosotros.
—¡Quiero estar contigo!
—Aún no es momento, Kate.— ella reprende. —Tienes que seguir luchando.
—Me cansé— bufo. —. Me cansé de esperar que el sol saliera después de la tormenta.
—El sol salió hace mucho, pero tú seguías viendo los desastres que había dejado la tormenta.
Una oleada de aire fresco me hace cerrar los ojos para pensar en lo cierto que está.
—La vida te tiene preparadas cosas maravillosas.— ella insiste. —Tienes que abrir tu corazón. Luke te ama más que a nada en el mundo. Te ama con la misma fuerza con la que tú lo amas a él.
—Si nos hubiéramos conocido de diferente manera, todo sería distinto.
—No— musita. —. El destino de un amor está plasmado en papel y nadie puede cambiarlo. Todo lo que han pasado los hace especiales, únicos y fuertes. Ésta es su historia.
—Quiero estar contigo, mamá.— insisto.
—Pero aún no es el momento. Tú no deberías de estar aquí. Luke te necesita.
—¡Yo te necesito!
—No le hagas esto.— una sonrisa triste se refleja en su rostro. —Él te ama, ¿lo sabes?
—Yo...
—¡Está sufriendo un paro!
—Kate no, no lo hagas.— la mujer frente a mi, abre los ojos con total seguridad y preocupación.
—Mamá, ¿qué está pasando?
—¡La estamos perdiendo! ¡CARGUEN LAS PALETAS!
—Mamá...
—Kate no te atrevas a morir— mamá amenaza. —. Tu vida no ha termiado, tienes que seguir. ¡Hazlo por Luke!
—¡Esto no está funcionando! ¡Estamos perdiendo a la paciente!
—¡Mamá...!
—¡No te atrevas a cruzar, Katherine Brown!
Extiendo mi mano y ahora la barrera invisible que me prohibía seguir con el paso, ya no estaba. Las ganas de caminar me inundaban, pero no me movía, sin embargo.
—¡Carguen a 500!
Una punzada en mi pecho me hizo estremecer.
—Te amamos, cariño. Siempre estamos contigo.
Lo ultimo que pude escuchar para después regresar a la fresca y cruda realidad, fue la hermosa voz de mi padre.
Luke
—Escúchame bien, quiero que respondas con total sinceridad.— mis manos se forman en puño tomando entre éstas, la camisa del pobre hombre. —¿Has visto a ésta chica?
Liam a mi lado, muestra una foto reciente de Kate.
Yo, con esperanzas de que el hombre mueva la cabeza repetidas veces anunciando un si, caigo en desesperación cuando pronuncia un simple "no".
Los hombres que me acompañan tan solo esperan a que yo suelte al hombre indefenso que lo único que hacía; era dormir en una de las gasolineras abandonadas del lugar.
Me muevo del lugar, haciendo que con esto el hombre se libere de mi agarre y salga corriendo sin mirar atrás.Hemos estado recorriendo el maldito lugar por muchas horas, tanto que la noche nos ha golpeado y hemos tenido que pasar la noche en este espantoso lugar. Todos durmieron, a todos les ganó el cansancio, excepto a mi.
Pasé la noche despierto con esperanza a que Kate saliera de alguno de estos lugares. Sin embargo, la espera fue en vano.
—¿Dónde estás Kate?— murmuro y algunos logran escucharme.
—Nathan, tú estuviste aquí.— Liam habla. —¿Dónde te mantuvieron secuestrado?
—Es por aquí, yo lo sé. Reconozco este lugar.
Empezamos a caminar nuevamente, pero en nuestro camino tan solo aparecían tiendas saqueadas y abandonadas. Éste lugar de la ciudad, parece un maldito desierto.
—¡Es por aquí!— la voz de Nathan me hace sobre saltar, haciéndome además correr hacia donde él se dirige.
—¡En marcha!
En nuestro campo de visión aparece una grande fabrica que al parecer —por su descuiso—, está abandonada.
La policía se incorporó a los costados de ésta, asegurando el perímetro y tener protección extra.
—¿Estás seguro que es aquí?— interrogo hacia Nathan, quien asiente.
—Bien, tres de mis hombres entrarán mientras tanto Luke...
Dejo de prestar atención. Por primera vez dejo que hablen mientras yo sigo mi paso sin importar absolutamente nada.
—¡¿Qué demonios haces?! ¡LUKE!
Me coloco frente a la puerta de la fabrica y abro ésta. Un olor a desechos hace que aparte mi cara por unos segundos. Sin embargo, dejo pasar el horrible olor cuando visualizo una figura femenina amarrada a una silla con una colcha en la cabeza, al fondo de la fabrica.
—¡Como autoridad te ordeno que te apartes!
Kate está ahí, esperándome.
Es ella, la tengo frente a mi. Puedo rescatarla y salir de éste problema juntos.
—¡Luke, puede ser peligroso! ¡Puede ser una jodida trampa!
—Es Kate... yo lo sé.
Sin pedir permiso, camino hacia la chica amarrada al fondo sin ninguna seguridad tras la espalda.

ESTÁS LEYENDO
El mejor postor | Luke E.
Romansa○Por muy larga que sea la tormenta, el sol siempre vuelve a brillar entre las nubes○ Kate vive bajo las redes de sus tios, quienes no desaprovechan ninguna oportunidad para hacerla sentir mal en todos los sentidos. Su tío, un drogadicto, que mata y...