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-Te estuve esperando en la cita que teníamos para ver a nuestro bebe, Lucky- ella seguía de pie en el marco de la puerta. -. Pero veo que prefieres pasar mejores momentos con esta zorra.

Me puse de pie en el momento que escuche el insulto. Decidida estaba por contestarle hasta que Luke se puso de pie y me posicionó detrás de el. Como lo hizo la primera vez que Irina me insultó.

-Basta- habló Luke, cansado. -. Te dije que no quería volver a verte en mi casa.

-¿Porque la prefieres a ella?- parecía haberse salido del tema. -. ¡Yo te daré un hijo! Se suponía que con eso estaríamos juntos siempre.

Sus ojos se empezaban a llenar de lagrimas. Era extraño ver sus cambios de humor a la perfección, hace unos momentos me insultaba y ahora parecía arreglar las cosas con lagrimas.

-Si una persona no te ama no la puedes amarrar con un hijo.

Susurré y al parecer ella se dió cuenta pues se abalanzó hacia mi decidida a darme un golpe, sin embargo, Luke la detuvo agarrandola por las muñecas. La rabia se apodero de ella y lo pude notar por sus ojos. Empezó a insultarme y a tratar se sacarse a Luke del camino para poder darme un golpe. No pudo, sin embargo.

-Lo nuestro se acabó hace mucho tiempo- la voz de Luke se había puesto gruesa. -. ¿No es que quieres lo mejor para mi?

-Lo mejor para ti, era yo- habló ella entre sollozos. -. Prometiste quererme siempre.

-No podemos hablar ahora- la miró directo a los ojos. -, por favor, no me hagas agarrar otras medidas.

Ella se tensó de pronto y se fue tranquilizando de apoco. Dejándolos solos, tan solo me dispuse a salir de la habitación. Camine hasta la sala en donde me encontre a Nathan corriendo por todo el lugar.

-¡Yo no la deje pasar, señorita!- exclamó cuando me vio. -. No se como entro, en serio lo lamento mucho. No me despida.

-No te puedo despedir- solté una carcajada sin gracia. -, no es mi casa. Pero habla con Luke.

Nathan salió de la sala y al momento que creí estar sola, apareció Irina, más seria de lo normal. Su paso era duro y decidido hacia la puerta principal. Se detuvo cuando me vio, a lo que me tense un poco. Me dedico una mirada de pies a cabeza, sin perder cada detalle de mi rostro, a lo que me asuste.

-Lo que prometo, lo cumplo- habló. -. Solo ten eso claro de mi.

Desapareció del lugar, azotando la puerta.

Después de unos minutos apareció Luke, con la cabeza gacha y las manos en el pantalón.

Me crucé de brazos dejándome caer al sillón. Escuché varias carcajadas por parte de mi abuelo y Martha, quienes se encontraban todavía en la cocina con una buena charla.

Luke seguía de pie, aun lado de la televisión, sin mirarme y sin articular ninguna palabra. La situación se estaba empezando a tensar, si uno de los dos no hablaba, sería todo mucho más difícil.

-Supongo que ella tiene una copia de tu llave- hablé. -. Nathan estaba muy nervioso, cree que lo despedirás.

-No lo haría- seguía sin mirarme. -, el no tuvo la culpa de nada.

-Bien- miré el reloj. -. Arreglaré las cosas para cuando se vaya mi abuelo, pueda irme yo.

El solo asintió.

Estaba pensativo y eso me hacía crecer millones de dudas.
Pasé por su lado subiendo a la habitación en donde se encontraban mis cosas. Guarde el vestido en una bolsa grande aun que se llenara de arrugas, junto con los zapatos.

-Me hiciste una pregunta antes de que Irina nos interrumpiera.

Su voz me hizo sobre saltar.

Me giré y Luke se encontraba en el marco de la puerta, recargado.

-Si.

-Bueno, responderé a tu pregunta.

Camino hasta donde me encontraba y me miro fijamente, estando a unos centímetros. Juntó nuestros cuerpos posicionando sus manos en mi cintura para posar sus labios sobre los mios

(...)

-¡Tienes que contarme lo que pasó!- las manos de Anne se enredaron en mis brazos y me llevaron directamente a su cuarto al verme en la puerta de su casa. -. No pierdas ningún detalle.

Subió las escaleras, emocionada mientras que yo la seguía para no toparnos con su mamá de pronto, y tener que darle explicaciones.
Abrió la puerta de su cuarto y la cerró una vez que nos encontrábamos adentro.

-¿Y bien?

Me senté en mi parte de la habitación y suspire, a lo que ella se emocionó aun más.

-¿Lo hicieron?- volvió a preguntar.

-¿Que? ¡No!

-¡Cuéntame que pasó!

-Tan solo estuvimos platicando y ya. No pasó nada más, Anne.

Ella rodó los ojos.

-Que aburridos.

-Bueno...

-¡Lo sabía, paso algo más!

-Dormimos juntos...

-¡¿Que?!

-¡Dormir, de dormir, Anne!

-Y...

-¿Hay algo más?- parecía emocionada.

-... nos besamos.

El mejor postor | Luke E.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora