55

5.7K 282 16
                                    

Los días pasan rápido sin embargo, mi aburrimiento va creciendo.
No hago absolutamente nada más que esperar a que llegue la noche y recibir un par de llamadas por parte de Anne y Liam.

Ahora no sabía que hacer. Había apartado una cita con el rector de la universidad para hablar directamente sobre mis faltas y decirle que no seguiría yendo.
Tengo un montón de cosas por delante y estoy conciente de que me he atrasado lo suficiente para tener que volver a repetir lo poco del primer curso.
Me ha dicho que sería una pena pero que en cualquier momento puedo regresar con la misma confianza.
Bien o mal, ahora tengo un poco más de tiempo para pensar en mi carrera.

Estaba por tomar un taxi hasta que sentí que mi celular vibraba en la bolsa de mi suéter. Lo saqué y divisé el nombre de Martha en la pantalla.
Sin dudar conteste y la escuché llorando desde la otra linea. De pronto me alarmé.

Kate, tienes que venir.— solloza.

—¿Qué pasa? ¿Martha que sucede?

Luke está como loco. Ha tomado y está tirando toda la casa.

—Martha...

Sé que han peleado, me ha dicho lo que le dijiste... y sé que no es verdad. Yo sé que lo amas.

—Lo siento— murmuré. —. Lo que le pase ya no es mi problema.

Kate... el te necesita. El se equivoco y muy gravemente. Pero te ama...

—Martha... no.

¡Él te ama! Él daría su vida por ti.— el silencio se hace entre la llamada y logro esuchar un poco los gritos de Luke. —Por favor.

—De acuerdo.

Se que me voy a arrepentir de esto.

(...)

Quedo boquiabierta cuando observo completamente la casa. Hay muchos objetos rotos por todo el suelo.
Diviso a Martha al otro extremo de la casa, quien está limpiando el caos que Luke ocasionó.

Todo... estaba por los suelos. Absolutamente todo.

Los cuadros que tenía ahora estaban destrozados, muchos floreros habían sido quebrados y sus decoraciones estaban deshechas.
Todo estaba destrozado.

Cierro la puerta tras de mi para caminar hacia donde Martha se encuentra. Ella al divisarme, corre a mi para abrazarme con todas sus fuerzas. Le sigo el abrazo y un par de lagrimas salen de ella.
Después de un momento, se separa de mi para después indicarme que Luke se encuentra en su oficina.

Sigo mi camino hacia su oficina, aunque por un momento paré pues no sabía si realmente estaba segura de ir pero continúe.

El ruido va creciendo al momento en que me voy acercando.
Y, lo veo. No se cansa, pues también destroza varios objetos que tiene en su oficina. No se percata de mi presencia.
Se queda quieto en el momento en que toma entre sus manos la foto que está enmarcada entre sus manos. Es una foto de nosotros, el día que... me propuso matrimonio.

—Te amo— lo escucho susurrarle a la foto. —. Perdóname, perdóname, perdóname.

Una que otra lagrima se derrama por mis mejillas pero las aparto al instante.

—¿Estás seguro que quieres destrozar esa?— se sobresalta al escuchar mi voz. —. Porque es mi favorita.

—¿Qué mierda estás haciendo aquí?— pregunta.

Sus palabras son arrastradas a causa del alcohol.
Me mira con cierto tono de resentimiento en sus ojos.

—Vengo a ver el desastre que ocacionaste.

—Largate.

—No.

Deja la foto en su escritorio y camina un par de pasos hacia a mi sin acercarse demasiado.

—He dicho, que te vallas.

—Y yo te he dicho que no.

Lo estoy haciendo enojar. No le gusta que le diga que no y mucho menos cuando no está en sus cinco sentidos.
No se como va a terminar esto.

Me jala del brazo haciendo que me metiera por completo a la habitación. Cierra la puerta detrás de mi para después empujarme hacia la pared más cercana. Pone ambas manos a mis costados impidiendo que me vaya a alguna parte.

Me toma del mentón obligándome a verle directamente.

—¿Quieres provocarme?

—¿Que ganaría con eso?— me río y suelta mi mentón.

—Podría golpearte— habla con tono firme. —. Podría hacerte sentir miserable.

—¿Más miserable?— río otra vez. —. ¿Vas a golpearme?

—Podría.

—Hazlo.— me coloco bien y levantando el rostro esperando el golpe. —. Vamos, hazlo. ¿O quieres golpearme con el cinto?— retiro mi blusa y la dejo en alguna parte de la habitación cuando el primer golpe no llega. Me giro y mi espalda llena de cicatrices se hace presente hacia el. —. Vamos ¡hazlo!

—Kate...

—¡Oh! ¿Quieres azotarme?— en un rápido movimiento me deshago de mi pantalón. Ahora me encontraba en ropa interior solamente frente a él. —. ¡HAZLO!

—¡Basta!— exclama alejándose de mi. —. ¡¿Por qué haces esto?! ¿Por qué no me tienes miedo?

—Porque se quien eres y sé que tú no me pondrías un dedo encima jamás.— sentencio. —Así que no trates de intimidarme.

El silencio se hace entre nosotros dos. Me mira, pero ahora, es extraño mirarle y no sentir lo mismo cuando lo miro. No sentir esa confianza y esa felicidad cuando lo veo. Simplemente, todo cambió en unos días.
  Pero lo amo y sé que él también lo hace... o al menos eso creía.

El mejor postor | Luke E.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora