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-¡Pero si es la niña más bonita de todas!

La puerta principal se cerró una vez que mi abuelo estuvo dentro de la casa. Dejó su maletín sobre el primer sofá que tuvo a la vista para luego abrir sus brazos y lograr enredarme entre ellos. El abrazó duró más de lo que yo tenía planeado antes de que el llegara a la puerta. Muchos comentarios que no recibía desde hace tiempo, se hicieron presentes. Logrando reanimar la emoción que estaba por los suelos.

Después de mi, se dirigió a Luke y lo saludó como si se conocieran de años y tuvieran la confianza suficiente. Parecían padre e hijo, la emoción en los ojos de Luke surgía cada vez que mi abuelo le decía hijo.

Por ultimo, sus comentarios pasaron a otro extremo al ver a Martha, quien se emociono al ver que mi abuelo se acordaba a la perfección de aquella mujer. Ella, gustosa lo tomó por el brazo y lo llevó directo a tomar un té.

Muchas cosas que no entiendo y necesito respuestas.

Por la mañana, viví un escandaloso ruido al estar presente cuando Martha me volvió a ver. Algunos platos terminaron por el suelo hechos pedazos junto con algunos vasos. La emoción inundo su cuerpo, estoy segura de eso.

-¿Quienes hablar?

Me giré para ver con exactitud el rostro inseguro de Luke. El brillo en sus ojos que provocó mi abuelo, se iba desvaneciendo a cada segundo que pasaba.

La noche anterior fue extremadamente incomoda. El quedate conmigo, era muy diferente a lo que yo tenía planeado. Termine durmiendo en una cuarta parte de la cama de Luke. Exactamente creí que se refería a no intentar huir nuevamente o a tomar alguna decisión drástica. Sin embargo, tuve que aceptar. Pues quería respuestas de lo que últimamente estaba sucediendo en mi entorno.

Luke me facilito la noche al mencionar que había dejado poca ropa en la que antes era mi habitación. Hubiera sido incomodo dormir con el vestido y que por la mañana, mi abuelo me viera con la misma tacha.

  Asentí ligeramente.
Luke extendio su mano para que yo la tomara. Dude algunos en hacerlo y realmente me sentía estúpida por ello.
Sin más, tome su mano y el caminó hacia un pasillo que dirigía discretamente a lo que parecía una oficina.

-Nadie nos interrumpirá aquí- menciono al cerrar la puerta. -. Supongo que tienes muchas preguntas por hacerme.

Miré lentamente cada detalle. Una luz blanca iluminaba perfectamente el lugar. Dos estantes de libros estaban colocados perfectamente en cada esquina. Un pequeño sofá color beige resaltaba en aquella oficina que parecía adentrarse a décadas pasadas. 

-¿Como estás tan seguro de que nadie nos interrumpirá?- pregunté sin dejar de mirar aquellos muebles rústicos. -. Y si, tengo muchas preguntas por hacerte.

-Todos tienen prohibido el paso, hasta Martha. Solo si es algo necesario y yo me encuentro aquí, pueden entrar.

-¿Es tu oficina de trabajo?

-Es un área muy personal.

Caminó hasta donde se encontraba el sofá y se sentó. Me miró por unos segundos y supuse que quería que hiciera lo mismo. Y lo hice. Me senté a unos centímetros de el, dándole la cara, al igual que el a mi.

-Bien... inicia.

Debo de estar lista si es que estoy segura de querer escuchar la respuesta a la pregunta siguiente.

-¿Conocías a mis padres?

-Si.

-¿Como...?

-Tu padre y yo fuimos a la universidad juntos. Eramos como mejores amigos, siempre estábamos uno para el otro. A tu madre la conocí en una cafetería donde trabajo por mucho tiempo para lograr pagar y terminar la universidad, nos hicimos buenos amigos. Era muy independiente ¿sabes? Muchas veces le ofrecí mi ayuda y ella se negó, resulta que tu abuelo hizo lo mismo pero la terquedad iba de frente...- esbozo una sonrisa nostálgica. -. Cuando conocí a tu madre, creí que estaba enamorado de ella. Alissa estaba tan llena de vida, le gustaba divertirse y por eso encajo a la perfección con tu padre. No te diré detalladamente cuando se los presenté, pues supongo que tu has de saber eso.

> Cuando me enteré que tu madre quedó embarazada, lo mejor que pude hacer fue alejarme. Realmente no tenía en claro mis sentimientos hacia ella y me puse a pensar en que si realmente la quería, debía dejar que fuera feliz con tu padre. No me arrepiento de mi decisión pues, los dos hacían una pareja hermosa.
Yo, me convertí en su amigo inseparable, siempre estuve para ellos. No te mentí cuando dije que podría ser un amigo de la familia. Tu familia me conoció, en especial tu abuela; te pareces mucho a ella.

Un silencio se formó entre nosotros después de que terminó de articular su respuesta. No esperaba que el conociera a mis padres y que el, tuviera sentimientos inoportunos hacia mi madre.

-Realmente no tengo tantas preguntas- confesé. -, solo una más. ¿Porque me compraste?

-¿No es lógico? No articules que te compré, suena extremadamente horrible. Yo solo, trate de ayudarte a salir del infierno en el que estabas sumergida. Tan solo, le ofrecí una cantidad de dinero a Marcus para que saliera de la miseria que lo consumía día con día. No iba a permitir que la hija de mis mejores amigos, no tuviera la vida que se merece por un golpe de la vida.

-¿Y porque no dijiste nada cuando te pregunté que si me compraste para que me enamorara de ti?

-Dijiste que solo una más- rió.

-...

-Yo...

Un sonido estruendoso invadió la habitación y esta se empezó a notar de otro color debido a la luz que provenía de la otra sala. La puerta estaba abierta y este fue el ruido que evito a Luke, continuar.

Irina se encontraba en el marco de la puerta, con un rostro serio, observandonos a Luke y a mi.

El mejor postor | Luke E.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora