El mejor postor | Luke E.

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A lo largo de mi vida, he sido la victima de una pésima tormenta que arrasó con todo. Esa tormenta se llevó lo que yo creía que era bueno. Creía que se había llevado todo lo poco que me quedaba para seguir viviendo para poder salir adelante. Sin embargo, esa horrible tormenta me hizo darme cuenta que debajo de tanto polvo, habían cosas buenas de las cuales no me percataba.

La tormenta fue la cosa más espeluznante que pasó por mi vida. Trajo consigo cosas horribles que traté de ocultar con un par de engaños y un par de cicatrices. Pero cuando esa tormenta terminó, cuando dejó de atormentarme por completo; me dejó ver un hermoso arco iris. Y después, un hermoso sol que alumbraba todo. Alumbraba lo bueno como lo malo y con ello pude ser feliz por primera vez en mucho tiempo.

Traté de ser fuerte por mucho tiempo, traté de dejar pasar todas las cosas que se ante ponían a mi felicidad. Pero siempre había algo o alguien que me hacía derrumbarme por completo. Siempre había algo que no me dejaba avanzar, ese algo no me dejaba ver el futuro. Pero ahora... se puede decir que soy libre igual que el viento.

Puedo vagar por el viento mientras siento y vivo como es la felicidad en realidad.
  No todo es color de rosa. Pero tampoco el gris se apodera de todo.

Y es entonces cuando un aire fresco me hace tirar el arma que poseía entre mis manos. Al escucharla caer, siento como un problema menos se disuelve en el aire. Sin embargo, me quedo de píe, firme para ver que todo pasa en cámara lenta.
  Me dejo caer de rodillas mientras observo como Tyler se desploma en el suelo. Observo su sangre manchar el suelo completo y eso me hace derramar un par de lagrimas.

La puerta es abierta por la policía y todos se detienen en seco cuando observan la escena; dos hombres muertos, una mujer embarazada con peligro y una chica en medio de la escena de rodillas con la ropa limpia de sangre y con un arma a su lado.

Ruego a Dios por que nadie haga nada. Sin embargo, la morgue y su equipo empezaron a realizar las actividades necesarias para reconocer los cuerpos en el suelo.

Suelto un grito con un gran suspiro lleno de rabia, coraje y adrenalina. Las lagrimas que antes habían vagado por mis mejillas; eran de impotencia. Pero ahora eran referencia a mi corazón roto.

Mis pies empiezan a moverse hacia Nathan, quien hace esfuerzo para seguir respirando.
  Me tiro a su lado y tomo sus manos ensangrentadas entre las mías. Sus ojos se topan con los mios —sumamente borrosos—.

—Te quiero.— musita con las pocas fuerzas que le quedan.

—Te quiero más.

Más lagrimas salen de mi y de imprevisto, Nathan me estira de los brazos para tomarlo entre los míos. Y lo hago, lo levanto y lo coloco sobre mi regazo para tenerlo cerca de mi.

Nathan aprieta una de mis manos y entonces, siento como la fuerza del agarre va descendiendo con el paso de los segundos. Para cuando me doy cuenta, su mano ha caído a un costado de su abdomen y siento su corazón sin ritmo.

—Tiene que alejarse.— habla una de las personas presentes.

—N-no, no... no voy a dejarlo.— respondo.

—Se ha ido, señorita. Tenemos que hacer nuestro trabajo. Usted vaya a la ambulancia y espere ahí.

Dudo durante unos segundos, hasta que el ruido de la garganta del hombre a mi lado me hace querer salir del lugar con el alma hecha pedazos.

Dejo lentamente a Nathan sobre el concreto y me alejo hacia la salida de una vez por todas.

—¡KATE!

Mi nombre se escucha en todo el lugar. Me giro rápidamente para observar a Irina tratando de ponerse de píe.

Corro rápidamente hasta su lugar para tomarla entre mis brazos.

—¡Mi bebé!— exclama mientras mantiene su mano en donde sale toda la sangre.

—¡Una camilla!— le grito a los hombres presentes y todos de alarman. —. ¡Hay una mujer embarazada aquí!

—¡UNA CAMILLA DE INMEDIATO! ¡PREPAREN LA AMBULANCIA!

—Calma... todo va a salir bien.— musito colocando mi mano en su vientre.

—Cuidalo, Kate.— ruega y yo la miro atenta. —No dejes que mi hijo me recuerde como una mala persona. Cuidalo junto a Luke, por favor. Dale un hogar con amor.

—Eso lo harás tú. Todo va a salir bien.

El ruido de los para médicos hacen que me aparte de inmediato para subir a Irina a la camilla con suma delicadeza.

—La llevaremos al hospital de inmediato.— alguien me informa. —Le daremos información cuando usted llegue allá.

Asiento. Sin embargo, debo de admitir que aun que fuera de lo más sencillo todo lo que me dijeron; no había entendido en lo absoluto. Tan solo estaba observando como Irina se encontraba de camino a la ambulancia.

Los pierdo de vista cuando la ambulancia arranca con rapidez.

Sin embargo, mi mirada se conecta con la de alguien más que me observa desde el otro lado de la acera. Luke se encuentra de píe junto a un oficial y mientras el superior le habla, él tan solo me mira a mi y yo a él.

Suelto un suspiro de alivio al verlo de píe y con las fuerzas suficientes para recibirme con un abrazo muy necesario. Sin embargo, mis ganas de correr hacia donde se encuentra son interrumpidas cuando escucho que un policía me llama.

—Señorita Kate, necesito su declaración de todo lo sucedido.— menciona. —No quiero que omita la cosa más mínima ya que eso nos puede servir. Sé que en estos momentos es muy difícil pero es necesario.— asiento. —Empecemos por lo básico; ¿quién era Tyler Rodriguez?