El mejor postor | Luke E.

37

Por alguna razón tenía la sensación de no querer levantarme. Las delgada tela que cubría los rayos del sol en la ventana; no era de mucha ayuda.

Al abrir los ojos, reconocí la habitación en la que me encontraba.

Traté de levantarme, algo me lo impidio sin embargo. Unos brazos me rodeaban por la cintura apegandome a un torso. Me giré lentamente para no despertar a Luke y así quedar frente a el.

Sus ojos seguían cerrados, a lo que supuse que obviamente, seguía dormido.

No quería ilusionarme. No quería crear falsas expectativas.  Y tampoco quería confundir las cosas para llevarlas a otro extremo. Sin embargo, ahora si me encontraba en un terrible aprieto. Muchas veces negué sentir algo y muchas veces negué que podría llegar a sentir algo.

Ahora estaba infringiendo mis propias normas. Es posible que el pudiera llegar a abrirme los ojos con tan solo unas palabras que mencionó.

No quiero sufir, no más. Pero no puedo ser feliz si no me arriesgo o si sigo alejándome de lo que siento.
  No se cuantas veces me he repetido esto. Supongo que demasiadas, pues he estado empezando a ver la situación desde otro punto. Un punto lógico y no aquel quel que solo me encerraba en mi burbuja.

Pasé mi mano por su mejilla, haciendo una sonrisa de lado por tan solo poder observarle dormir.
  Es inevitable pensar que estoy a su lado y esta vez no es a la fuerza. No es base de palabras o acuerdos; tan solo es porque así lo he decidido.

¿En realidad algo horrible tuvo que pasar para darme cuenta de lo que sentía?

Con exactitud no se que es lo que siento, no se que es lo que quiero y mucho menos, que pasara después.
  Tan solo se que el hombre que esta acostado a mi lado, es una persona maravillosa y nunca me di cuenta de ello.

-No pares- habla aun con los ojos cerrados una vez que yo aparto mi mano.

Me sobresalto un poco al escuchar su voz. Pues estaba increíblemente perdida dentro de mi.

-Buenos días- hablo.

Abre los ojos y sonríe. -: Muy buenos.

Me detengo un poco a mirarle directo a sus ojos. Jamás había observado a la perfección, la tonalidad que emanaba de su color verde.
  Te envuelve a el sin pensarlo, podrías mirarlo durante horas y jamás cansarte de encontrar cada perfección en el.

-¿Bajamos a desayunar?- pregunto.

-Creo que lo que quiero desayunar, está justo en frente de mi.

Reímos ligeramente al mismo tiempo.

El tomó la iniciativa de levantarse de la cama. Repetí su acto una vez que el se adentro al baño. Salí de su habitación hasta la mia, en donde me encamine al baño.
  Me enjuague la cara y después cepille mis dientes sin dejar de verme en el espejo. El suceso que estuvo a punto de suceder ayer; me invadió por completo. Las lagrimas de hicieron notar, cristalizando mis ojos. Cubrí mi boca con ambas manos para evitar hacer ruido.

No se que hubiera pasado si me volvía a suceder.

Salí de mi habitación una vez que termine de relajarme por completo.

Baje las escaleras encontrándome con Luke. Me sonrío y yo le devolví el gesto.

-Creí que ya habías bajado.

-Estaba en mi habitación.

-Bien- me toma de la mano. -. Creo que hay alguien que te quiere ver.

Caminamos hasta la cocina y fue ahí cuando me sorprendí al ver un inmenso mugrero.
  Nathan y Martha se encontraban llenos de harina y con un mantel de cocina.

-¡Que así no es!- exclama Martha a su lado. -. ¡La harina tienes que extenderla!

-¡No me grite!- grita Nathan.

-¡Tu no me grites a mi!

Los dos estaban tan concentrados en su pelea que no se daban cuenta de nuestra presencia.

-¿Que ocurre?- le susurro a Luke.

-Martha quiere enseñarle a cocinar a Nathan- susurra el de vuelta. -. Creo que no esta saliendo bien.

-¡Ya estoy harto!- Nathan arrojo el maso que tenía en su mano. -. ¡Yo solo soy el chofer! Solo manejo autos, no hago galletas.

-¡Pues deberías de aprender!- exclama Martha nuevamente. -. Ya entiendo porque no tienes novia.

-¡Martha!

-¡Nathan!

-¡Hola!- exclamamos Luke y yo al mismo tiempo.

Los dos nos miraron y la emoción de Martha no pudo ser más discreta. Corrió hacía mi y me envolvió en un fuerte abrazo. Yo le devolví el abrazo con el mismo sentimiento en que ella me lo daba a mi.

-¡Mi niña!- exclama una vez que nos separamos. -. Me alegra verte por aquí. Te extrañaba mucho.

-Y yo a ti Martha- le sonrío.

-¿Y que hay de mi?- pregunta Nathan.

-A ti también te extrañe- le abrazo.

Después de unos segundos me alejo de el y me posiciono a lado de Luke. Quien no desaprovecha la oportunidad para volverme a tomar de la mano.

-¿Y ese milagro que estás aquí?- pregunta Martha.

-Llego como un huracán.- habló Luke abrazandome.

-Pero esta vez tengo una razón para quedarme.

Mire a Luke con una sonrisa y el expresaba el mismo gesto.

|× × ×|

¡Hooooolaaaa!

¡Estoy de vuelta! He terminado parciales y no puedo estar más feliz. Ahora solo falta recibir las calificaciones, espero que me haya ido bien:(

Llego y está la linda noticia que la historia ya llegó a 5.00k❤
  Muchas gracias por seguirme apoyando como la primera vez.

¡Los quiero mucho!