El mejor postor | Luke E.

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Mierda.

¡Es una mierda por completo!

Paso el dorso de mi mano por mi boca ensangrentada. Un uhh sale por parte de la audiencia que observa aquel partido.
Mis ojos buscan a la chica que lanzó el balón por última vez, el cual, aterrizó justamente en mi boca, provocando que escupiera sangre durante varios segundos.
Todos observan, algunos se alegran de aquella tirada del equipo contrario. Mientras que otros, tan solo echan mierda a quien me rompió el labio.

Le dedico una mirada a la entradora, quien callada y quieta, me pide a gritos que no trate de matar a la chica que ocasionó esto.

Bien, sabía que esto no era una buena idea.

-¡VAMOS WEST!- gritan varios chicos que observan el partido.

Una chica de mi equipo se coloca en su lugar para dar el tiro y saber después de este, quien obtendrá el trofeo.

Observo la pelota en el aire y en menos de cinco segundos, queda aterrizada en la cara de la chica que remató por ultima vez. Genial.

-¡WEST OBTIENE LA VICTORIA!- grita el voceador. -¡WEST PASA A LA GRAN FINAL!

Todo el equipo nos abrazamos mientras escuchamos los aplausos y gritos de la audiencia. También, escuchamos los quejidos del equipo contrario. Es una pena.

Mi atención ahora se basa al galan que ese encuentra en una de las gradas a primera fila. Ha dejado su traje elegante de lado y ha aceptado vestirse como una persona cualquiera. Nathan, Alex y Martha se encuentran a su lado echando porras.

Cinco meses. Rápida e increíblemente han pasado cinco meses desde mi inicio en West. Cinco meses desde mi ultima llamada con Mark. Cinco meses desde mi ultima vista con Tyler.

Mucho tiempo ha pasado y todo ha mejorado en mi vida. Mi relación con Luke se ha fortalecido, por así decirlo. He cumplido la mayoría de edad y ahora si me puedo sentir libre. En la universidad me ha ido mucho más que bien y que conocido a algunos amigos... un tanto divertidos.

-Hola guapa- me saluda Luke cuando llego hasta el.

-Hola guapo.

Me deposita un beso en la comisura de mis labios. Sabe perfectamente que aun me causa un poco de vergüenza en público.

-Con ese uniforme te ves demasiado sexy, amor- me susurra al oído.

-¡Mi niña! ¡Mi adulta! ¡Mi campeona!

Martha me saca de los brazos de Luke para agarrarme a los suyos. Nos abrazamos por mucho tiempo hasta que nos alejamos. Martha, derrama algunas lagrimas pero al momento se encuentra como nueva.

-¿Marco?- dos voces se escuchan al mismo tiempo.

-¡Polo!

Choco las manos con Nathan y Alex quien me felicitan por el buen logro.

-Hay que arreglar ese labio- dice Martha.

-¡Oh!, yo se lo puedo arreglar- Luke habla y obtiene la atención de los cuatro.

-En estos momentos es mi pequeña, no tu novia.

Todos soltamos en risa. Me giro a observar al resto de mi equipo que sigue festejando la victoria y el pase a la final. Sabía que podíamos lograrlo. Mi equipo, sigue feliz junto a la entrenadora.
La gente se empieza a marchar y yo hago lo mismo.

(...)

¿Ondulado? Muy perfecto. ¿Lacio? Muy casual.

Jamás había pasado horas frente al espejo para realmente salir perfecta de la habitación. Jamás en mi vida, me había preocupado por verme bien, hasta hoy. Tenía una respiración demasiado acelerada. Estoy demasiado nerviosa.

Luke Evans me invitó a una cita.

¿Como no estar nerviosa? Quiero... lucir bien para cierta ocasión. Y para eso, no podía decidirme que peinado debería de llevar.

La indecisión me vagó durante muchos minutos hasta que lo dejé a la suerte.

El cabello lacio lucia perfecto con el vestido rojo que llevaba puesto. Era... una cita demasiado elegante.
Me maquille y quede fascinada con el resultado. No podía creer que esto iba a pasar. Todo está yendo tan bien.

La puerta se abre y tras ella, Martha aparece impresionada.

-Te ves muy bella, mi niña.

-Muchas gracias.

Me ayuda a acomodar algunos detalles de mi cabello y vestido y por fin, me contempla frente al espejo.

-Ustedes son... tal para cual.

-Si- miré la felicidad que dejaba ver. -, eso pienso.

-¡Amor!- Luke grita desde la planta baja. -, ¿lista?

Tomo mis cosas y salgo junto a Matha. Bajamos las escaleras juntas y no puedo evitar sonreír por la impresión que Luke carga en su rostro. Siento su mirada fija en todo mi cuerpo. Me estoy poniendo nerviosa.

-Maldición, eres la más preciosa en todo el universo.

-...

Me ruborizo al instante.

-Cuidala mucho- Martha lo amenaza.

-Con mi vida.

Nos tomamos de mano y caminamos hacia la salida, en donde Nathan nos espera listo para llevarnos a nuestro destino.
Luke, por caballerosidad me abre la puerta de la camioneta y yo entro sin dificultad.

-¿Nerviosa?- pregunta Nathan una vez que Luke cierra la puerta de mi lado. Yo asiento. -. Tranquila, no debes de estarlo.

Luke sube por el otro lado de la camioneta y cierra la puerta.

-Con todo respeto a los dos- habla Nathan nuevamente. -, siempre supe que terminarían juntos.

No puedo creer que me puedo ruborizar más de lo que ya estoy.

-Gracias, hermano.

-Muy bien pasajeros, nos dirigimos a nuestro destino en la camioneta del amor- Nathan hace la voz como un piloto.

-Oh por Dios, cierra la boca hermano.

Camioneta del amor.