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Las horas pasan volando, pero un mes... en un abrir y cerrar de ojos ha cruzado frente a ti sin que te des cuenta.

Desde hace dos semanas me mude al departamento con mi abuelo para aprovechar tiempo con el. Aparte de que ya me empezaba a sentir como un gran estorbo para la mamá de Anne.

En este corto tiempo me encargue de la Universidad y de las cosas que necesitaría. Dentro de unas semanas estaría en clases y gozando de la estancia con chicos de diferentes lugares. Anne ha evitado a toda costa el tema de la Universidad y sobre todo que iríamos juntas. En los últimos días se ha mantenido distante con todos.

Rick ya se encuentra en Inglaterra para continuar con sus estudios y ayudar a la empresa de su familia. Mientras que Patrick viajó a Colorado gracias a la beca que recibió en la Universidad más prestigiosa de allá. Será raro no ver a los dos idiotas juntos pero sobretodo será dificil no tenerlos cerca de mi. Hanna se quedó en la ciudad pero solicito entrar a la Universiad cerca de casa para pasar más tiempo con su familia. Al final estamos Anne y yo, quienes estaremos juntas.

Desbloqueo mi mente y me obligo a pararme de la cama para iniciar el día aun que sea por la tarde. Mi habitación es grande y espaciosa por ser parte de uno de los mejores departamentos de la ciudad.

Camino hasta la habitación principal donde me sorprendo al no ver a mi abuelo, quien todos los días se encuentra en la sala observando las noticias.
Paso directo a la cocina y miro detalladamente una nota que se encuentra pegada al refrigerador:

"Las cartas no son mi fuerte pero lamento no haberte informado de mi partida personalmente. Tuve que salir de viaje y no se cuando regrese pero sabes que siempre tendrás el apoyo y cariño de tu abuelo. Te quiero mucho ¡éxito en la Universidad!

Tu apuesto abuelo"

-Bonita pijama.

Sobresalto al escuchar una voz varonil a mis espaldas. No me giro, como defensa tomo un cuchillo cerca para luego encarar a la persona que se encuentra en el departamento.

-¡Alto!- exclama Luke. -. Bonito recibimiento.

-¿Como entraste?

De su bolsillo, saco un par de llaves, moviendolas de un lado a otro. -Tu abuelo me las dio para que viniera a ver que todo estuviera bien.

-¿Hace cuanto llegaste?

-Unos veinte minutos.

Un silencio se formo en la sala y de repente sentí su mirada recorrer todo mi cuerpo. Me sentí incomoda cuando reaccione que solo vestía con una blusa delgada con tirantes, sin mencionar el corto short que muy apenas y cubria algo de mis piernas.

Salí de la cocina y me pose frente a la puerta, abriéndole.

-Ya viste que todo está bien- trato de no verlo directamente. -, puedes irte.

-¿Me estás corriendo?- suelta una carcajada pequeña.

-No- ruedo los ojos. -. Pero ya viste que estoy bien, todo esta bien.

Se encoje de hombros y camina decidido hacia uno de los sillones y se sienta sin decir nada.
Su mirada sigue recorriendome sin sentir culpa alguna.

-Si no me estás corriendo, puedo quedarme- sonríe. -. Total, no hay problema.

-Si lo hay.

Se levanta de su lugar y camina con ritmo hasta donde me encontraba. Como instinto, cerré la puerta del departamento y me aleje de ese lugar, sin embargo, el seguía siguiendome por toda la habitación.

-¿Estás nerviosa?- pregunta.

-Para ya- hablo con la voz nerviosa.

-¿Y si no quiero?

-Quédate ahí, Luke.

-Hasta acá percibo tu nerviosismo.

-¡Basta!

Apura su paso y en un abrir y cerrar de ojos, me encuentro en sus brazos. Me agarra con fuerza pero sin lastimarme, de la cintura. Mis manos quedan en su pecho, el cual sube y baja rápidamente como si estuviera emocionado.

Lleva su mano a mi barbilla, haciendome verle directamente a los ojos. Los cuales, tienen un brillo inmenso y hermoso, que hace perderme entre ellos.

-Eres tan hermosa.

Se formo un silencio entre nosotros y podría jurar que solo se escuchaban nuestros corazones acelerados.

Mis ojos viajaron a sus labios y los recuerdos de cuando me besó, inundaron mi cabeza.

Fue acercando sus labios a los mios y yo solo deje que el iniciara algo que yo sabía si quería que terminara.

En un lapso muy corto, nuestras bocas ya estaban unidas en un beso lento y muy tierno a la vez. Me sentí segura por primera vez en sus brazos.
Mis manos viajaron hasta su nuca y en acto sin pensar, lo empuje más a mi para profundizar el beso. Luke, sonrió a mitad de.

El beso se empezó a tornar un poco más urgente y feroz. Aparte mi boca de Luke para tomar aire. Este, aprovecho y empezó a besar mi cuello hasta llegar nuevamente a mi boca.

Me estaba empezando a sentir incomoda pero no hacia necesario parar. Varios recuerdos inundaron mi cabeza pero no me importaba, solo estábamos el y yo, ahora. Por el momento disfrutaba y realmente no sabía si después me sentiría mal por ello.

Mis pies dejaron de tocar el suelo y sentí como a paso lento pero seguro, se dirigía a mi habitación.
Entre tropezones y risas, llegamos al lugar, en donde me deposito suavemente en la cama, subiéndose arriba de mi pero sin causarme algún daño.

Nos separamos nuevamente para tomar aire y el repitió la misma acción de hace unos minutos en la sala.

-Te amo.

De pronto sentí como si mi cuerpo se cogelara al instante. Lo aparte de mi haciendo que se pusiera de pie para yo sentarme en la suave cama.

-Vete- hable seria.

-¿Qué? ¿porque? ¿hice algo mal?- se veía preocupado.

-Vete, por favor.

-Kate...

-Luke- lo mire fijamente. -, por favor.

El mejor postor | Luke E.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora