El mejor postor | Luke E.

35

Camine con rumbo alguno por varias calles que me causaban pavor. Gracias a Dios, recordé el camino cuando salimos de la residencia, horas antes.

Llegue sana y salva antes de que la lluvia me alcanzara por completo, solo tenía unas pocas gotas en sima mio.
  Tan solo me faltaba caminar hasta mi edificio. Los tres primeros ya se encontraban con las luces apagas. Tan solo el cuarto se encontraba con el ruido a todo volumen y luces en todas las habitaciones.
  Supuse que Liam y sus amigos, tenían fiesta. Me quede de pie frente al cuarto edificio, pensando si acercarme tan solo para visitar a Liam.

Al final lo hice.

Habían muchos vasos derramados con alcohol desde la calle. Algunas chicas tiradas en el sacate casi desnudas. Otros tan solo bailaban en el interior y escuchaban música tranquilos.

—Hey, Hola— Liam apareció en mi campo de visión. —. ¿Que haces aquí?

—Iba llegando a la residencia y vi que tenían fiesta.

—¿Ibas llegando? ¿donde estabas? ¿estás bien?

—Cuantas preguntas papá— reí. —. Salí a cenar con Luke y las cosas no terminaron nada bien.

—Oh, lo siento enana.

—Liam— un chico pelirrojo llamó la atención del castaño frente a mi. —, Thomas te necesita en el ultimo piso.

—¿Que esta haciendo allá?

—Parece que se pasó de vasos y ahora cree que puede volar.

Liam rodó los ojos al cielo para luego girarse a mi nuevamente.

—Iré con Thom— me informa. —. Ahorita regreso, no te muevas de aquí.

Asiento con la cabeza.

Liam se aleja hacia el elevador y yo me molesto en caminar por el living. Muchos seguían bailando, otros tan solo dormían en los pequeños sillones que esta sala tiene.

Muchas chicas tenían poca ropa, a lo que me puse a pensar en lo que les pasaría si los chicos no estuvieran tan alcoholizados. Esta fiesta parece haberse salido de control, no quisiera saber como tendrán que arreglar todo antes de la inspección del rector.

Decidí subir al resto de los pisos para ver si todo era un desastre como el living.

En el elevador se encontraba una chica tirada, al parecer inconsciente.

En el segundo piso, estaba lleno de chicos tirados con el vomito pegado en sus bocas. Unas ganas inmensas de vomitar se apoderaron de mi, pero pude aguantarme.

Una cabellera rubia apareció frente a mi y la reconocí al instante.

—¿Hanna?

La rubia se giro y efectivamente, Hanna se encontraba frente a mi.

—¿Que haces aquí?— pregunte. —. Creí que estabas en UC.

—¿Que? ¿celosa?

—¿Que? No entiendo.

—Estoy saliendo con un chico de aquí.— sonríe.

—¿En serio?— alce ambas cejas. —. Me alegro por ti.

—Claro que si— soltó una carcajada.

La actitud que estaba tomando, me tomaba por sorpresa. Hanna nunca se había comportado de esa manera, conmigo.

Un moreno reconocible apareció en el pasillo y me tensé de pronto.

Ryan frenó a lado de Hanna y estos dos, se besaron durante unos segundos.

—Kate, el es mi novio, Ryan.

—¿Se conocen?— cuestionó Ryan.

—Desgraciadamente, si.

La respuesta de Hanna me tomó por sorpresa. No se veía ahogada en alcohol a lo que, decía las cosas consciente y sin problemas.

—Linda, iré por un vaso ¿quieres?— Hanna asintió. —. Bien, regreso en seguida.

Ryan paso a mi lado, soltando una sonrisa sinica.

—Hanna, no puedes salir con Ryan. — hable cuando Ryan desapareció por el elevador.

—¿Y porque no?

—Tiene una pésima reputación. Liam me ha hablado mucho de el y...

—Si, si. Liam, Liam— pone los ojos en blanco. —. ¿Sabes porque creo que dices que no puedo salir con Ryan?

—¿Porque?

—Porque lo quieres para ti. Todo lo que yo tengo, quieres que sea tuyo. Ya me quitaste a Liam ¿que más quieres?

—¿Que?— solté una carcajada seca. —. Yo no te he quitado a nadie.

—Termine lo que sea que tenía con Liam por ti. El siempre se la pasaba hablando de ti, de la pobre Kate que siempre tiene problemas.

—Hanna, no era mi intención...

—Si claro— ríe. —. Nunca es tu intención.

—Ryan te puede hacer daño.— insistí. —Eres mi amiga y no quiero que te pase nada.

—Tu y yo no somos amigas— escupe. —. Así que, ¿porque mejor no te largas y me dejas en paz con lo que es mío?

Se aleja sin decir más dejándome sola. El elevador se abre tras de mi y sale un Liam apurado.

—Kate, ¿que haces aquí? Te dije que no te movieras. Vamonos.

Justo al dar la vuelta, Ryan estrello un jarrón en la cabeza de Liam, dejándolo inconsciente. A lo que solté un pequeño grito.

—Tengo algo pendiente contigo— habla el moreno frente a mi.

Trato de correr pero este me toma del brazo, metiéndome al primer cuarto que tiene disponible.
  Escucho que cierra la puerta con seguro. Me es difícil ver, pues la luz del cuarto estaba apagada.

—No te va a doler si no te haces la dificil— habla. —. Es más, se que te gustará.

Comienza a desabrocharse el pantalón a lo que me tenso y me alarmo. Trato de salir corriendo pero el me lo impide tumbandome en la cama y posicionándose frente a mi. 

Los recuerdos regresaron a mi como balde de agua fría.

—¡SUELTAME!— grité con todas las fuerzas que tenía.

Recibí un golpe en la mejilla por su parte. —. Cállate, estúpida.

—¡AYUDA!

—Nadie te va a ayudar linda.

Empezaba a meter las manos bajo mi blusa a lo que reaccione de pronto.
  Había una navaja en la mesa de noche a un lado de la cama.

Rápido la alcancé y la pase por su mejilla haciendo que este gritara de dolor y se quitara de en sima mío.

Aproveche para salir corriendo de la habitación y del segundo piso. No planeaba esperar el elevador para poder huir, así que tome las escaleras de emergencia. Bajé corriendo lo más rápido que podía, haciendo que me causara un montón de calambres.

Abrí la puerta y me encontré en el living y con un poco más de personas conscientes.

Ryan corría detrás de mi hasta que salí corriendo de la residencia, escondiendome en uno de los arbustos más lejos.
  Ya estaba lloviendo y esto, me asustaba causandome un montón de lagrimas.

—¡ESCUCHA, MALDITA PERRA!— su voz escuchaba muy cerca de mi. —. ¡SI REGRESAS A LA RESIDENCIA, TE MATO! ¡TE MATO, ZORRA ESTÚPIDA!