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Solté un gemido de dolor.

Estaba amarrada de muñecas a pies. Tyler se ha encargado de brindarme todo el dolor físico que el desea.
  Me ha mantenido en esta condición por muchas horas que dejé de saber sobre el tiempo.

El personal de la casa había sido despedido por una orden que Luke jamás dió. No sé en dónde se encuentra Martha o Nathan. Tan solo sé que no tengo posibilidades de salir libre de esto. Ruego por que Luke regrese temprano a casa.

—Es impresionante que sigas tras él después de haberlo encontrado con otra— Tyler habla.

—Fuiste tú— suspiré. —. Debí supunerlo.

—A mi me ibas a dejar.

—No te compares.

—Claramente no.

—Él es mejor en todos los aspectos— escupo. —. Mientras tu eres un maldito insecto.

Camina hasta quedar frente a mi. Se que va a golpearme así que tan solo me dispongo a esperar el golpe. El cual llega después de un par de segundos. Mi labio sangra, siento el sabor metálico de mi sangre recorrer toda mi boca.
  Me he metido en un gran problema.

El se aleja de mi para realizar una llamada. La casa está a oscuras y prácticamente me cuesta observar perfectamente alguna cosa.

Las sirenas de los policías se empiezan a escuchar cerca del área. La tensión de Tyler aumenta y lo noto en el momento que camina apresurado de un lado a otro.

—¡¿Fuiste tú, maldita perra?!— grita.

Su mano termina de nuevo en mi mejilla causando más dolor en la herida de antes.

—¿Quieres alejarte de mi?— estira mi cabello y suelta de nuevo un golpe en mi mejilla. —. No lo vas a lograr.

—¡POLICÍA!— se escucha desde afuera. —. ¡SIN ARMAS Y NO LE HAREMOS DAÑO!

—Te estás ganando una cita con el Diablo.— me golpea de nuevo.

—¡UNO!

Otro golpe.

—¡DOS!

Otro más.

—¡TRES!

—No dudes en que nos volveremos a ver— susurra en mi oído. —. Ésto no termina hasta que yo lo quiera princesa. A la próxima te irá peor.

Un ultimo golpe me hace perder la conciencia.

Voy cerrando los ojos al momento de ver a Luke junto a sus guarda espaldas y policías, entrar por la puerta principal.

(...)

Siento dolor. Siento cada pulsación en mi cuerpo. Todo me duele y siento mi cara más inflamada de lo normal.
  Me duele la cabeza y el cuerpo entero.

Ese olor a morfina y alcohol me hace recordar lo que viví hace unos... ¿momentos? ¿horas? ¿días? Realmente no recuerdo. Sin embargo, se que estoy aquí pues escucho la voz del doctor que me atendió con mi caída.

Otra vez.

La luz cala, pero aún y con eso trato se abrir los ojos para observar a las personas que se encuentran en mi habitación.

El doctor a mi lado revisa cada dato que marca el monitor al que estoy conectada. Ahora, tengo más cables que la otra vez. Otros, ahora están pegados a mi cabeza y los otros, al resto del cuerpo.

Sigo observando la habitación hasta que mi mirada se encuentra con la de Luke. El está de pie frente a mi cama. El me mira pero no logro decifrar nada, tan solo quiero decansar. Se que me puede odiar, se que me puede sentir todo el coraje del mundo. Se que me ama y que ahora no puede verme en una cama de hospital con un monitor a mi lado. También se que, está molesto y quiere explotar.

—Un par de días aquí le sentará bien.— el doctor habla. —Esperemos que esta vez tome conciencia y no salga huyendo del hospital.

—De eso me encargo yo— me sigue mirando.

—Kate, te recetamos medicamentos que deberás de tomar por un par de días. Hemos hecho suturas en los costados de tus mejillas, así que te recomendaría que tuvieras mucho cuidado. No tienes emorragia interna ni un hueso roto o músculo lastimado. Pero tendrás que quedarte un par de días con reposo.

—Bien.

—Si necesitan algo más pueden llamar a la enfermera que se encuentra a su total disposición.

—Gracias, doctor.

Después de tomar los papeles, sale de la habitación dejándome a solas con Luke. Me va a matar.
  No me dice nada, con exactitud no se si respira, pues no veo que mueva ni un solo músculo.

—No se que hacía esa chica en mi oficina cuando tú llegaste...

—Lo sé...

—No, no lo sabes. ¿Por qué no me reprochas? ¿Por qué no me gritas que me odias?— interroga.

—Porque confío en ti.

—... no parece. No confíaste en mi para decirme lo de Tyler y lo que te estaba sucediendo. Kate... pudiste decírmelo en ese día del restaurante, lo tenía frente a mi.

—No es algo fácil... no es como que tenga la fuerza suficiente como para decirte de la noche a la mañana que tuve un novio que me golpeo y abusó de mi— mis ojos se cristalizan. —. Trataba de protegerte. Yo... no quería que te enteraras de esa forma.

—Esposo— corrige.

Suelto una carcajada seca. No puedo creer que este viviendo y enfrentandome a este problema justo ahora.

—De todo lo que te dije ¿solo pusiste atención a eso?

—¡¿Qué quieres que haga, Kate?!— exclama. —. ¡Tengo impotencia! Veo a mi novia en la cama de un hospital porque su esposo la golpeo.— derrama una lagrima. —¿Cómo quieres que me comporte?

Un largo silencio yace en la habitación. Tan solo se escuchan nuestras respiraciones agitadas. Tiene razón, sin embargo, deseaba su apoyo aun y con todo el coraje que siente.

—¿Que ha pasado con Tyler?— pregunto relajada.

—Lo llevaron a juicio. No saldrá jamás.

No Luke. No digas jamás.

| × × × |

¡Hey! Espero ahora estar actualizando seguidamente, pues ahora ya son los últimos capítulos de la historia.

Yesss como lo leyeron. *Empieza a chillar como Magdalena* (Dramáticamente, para las personas que no son de México jeje)

¡Nos leemos luego!

Paz, brothers.

El mejor postor | Luke E.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora