El mejor postor | Luke E.

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Lean la nota al final, pls.

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El sudor que recorre mi frente y el sol brillante que me impide alzar la vista, son una gran carga para mis hombros.

No sé cuanto tiempo llevo caminando, aun que he de suponer que lo suficiente para rendirme. Tengo la impresión de que he estado caminando en círculos sin saber muy bien hacia donde dirigirme. Ésto, parece un desierto cubierto por miles de plantas que llegan hasta mi torso.

La desesperación es mi peor enemiga en estos momentos y el miedo, me acecha sin pensarlo dos veces. Siento, que de un momento a otro; Tyler saldrá por alguno de los arbustos y me tendrá en el suelo nuevamente. Es una idea sumamente estúpida, pero cierta, sin embargo.

Dejo de utilizar mis fosas nasales para llevar aire a mis pulmones, ahora mi boca se encarga de eso. Mis labios junto a mi lengua están secos.

El coraje y la desesperación me golpean duro cuando me dejo caer al pasto. Mis rodillas chocan contra la no suave tierra. Mis manos tocan aquel pasto, evitando dejar caer mi torso por completo. Suelto un grito desesperado acompañado de un par de lagrimas que viajan desde mis mejillas hasta mi cuello.

No hay nadie, estoy sola. Cada vez que un auto pasa por la autopista, me cuesta cierto valor para poder pedir ayuda. Soy un caso completamente perdido.

Mis manos tiemblan y mis brazos están perdiendo aquella fuerza que se supone qe tenía. Suelto un gemido de dolor y un largo suspiro cuando mis codos se doblan, haciéndome caer y dejando que mi torso choque contra la tierra.
  Mi cara se recuesta sobre el paso seco y sin vida y mi cabello se esparce en él.

Las ganas de levantarme y seguir con mi camino, se han esfumado por completo cuando mis parpados empiezan a ser una gran carga para mi. Haciendo que las ganas de dormir incrementen con el paso de los segundos.

Dejo de tener fuerza de voluntad cuando empiezo a relajarme y a sentir el fresco aire que mueve mi cabello.

No es hora de dormir, pero no hay otra salida.

Un ruido a lo lejos me hace abrir los ojos de pronto. Mi corazón está acelerado. Éste late a cada microsegundo que pasa, haciéndome sentir incómoda por unos momentos.

Mis ojos pesan y el miedo a seguir tirada en el suelo me inunda cuando observo que la noche ha llegado.
  Me siento en el lugar en que me encuentro para evitar causar mas ruidos o llamar la atención de cualquier persona o cosa que se encuentre cerca de mi.

Suelto un grito ruidoso cuando una luz blanca me enfoca rápidamente el rostro.
  Coloco mi mano para evitar que la luz me ciegue por completo y con ello, observo el rostro de la persona que se encuentra frente a mi con un traje de policía.

—Comandante 13-54. ¿Me copia?— el radio que se encuentra a su lado, suena.

—Aquí 13-54, no se necesitan refuerzos. Chica de almenos 19 años, castaña y con graves heridas físicas.

—La ambulancia va en camino.

—¡No!— exclamo de la nada.

—¿No?— interroga con interés. —. ¿Cuál es su nombre, señorita?

—Kate Brown.— musito por lo bajo.

—Kate— aparta la lámpara. —. Algo malo le ha pasado, lo sé. No necesito preguntar.— habla señalando mi cuerpo y cara. —Necesita ir a un hospital.

—Pero yo...

—¿Quién le hizo eso?— preguntó acercándose a mi para ayudarme a ponerme de pie. —. Va a tener que dar una declaración.

—Usted no es muy profesional.— me quejé y por respuesta, recibí una carcajada.

—La verdad no— confiesa. —. Es mi tercer día de servicio. ¿Lo estoy haciendo bien?

—En lo absoluto.

—Muchas gracias, señorita.

Una pequeña carcajada hace que me derrumbe en el lugar nuevamente. Mis costillas duelen, estoy segura de que no podré soportar más dolor.

—¡Comandante 13-54!— habla hacia el radio a su lado. —. Maldición, ¡respondan!

—Comandante...

—¡¿Dónde está la maldita ambulancia?!

—Va encamino...

—¡Es urgente!

La presión en mi estomago y pecho se hace presente cuando las ganas de escupir salen.

Dejo de pensar y de ver.

Dejo de pensar en lo que estoy pasando para después hacer un recorrido por mi vida. Estoy —prácticamente— al borde de la muerte y ahora, no se si realmente pueda salir de esta situación.

Tyler llegó a mi vida como un huracán y una horrible tormenta destruyendo todo a su paso, dejándome sin nada, completamente vacía. Dejándome heridas que no puedo cerrar y problemas que no puedo resolver.
  Después, llegó Luke. Él, con su actitud de idiota fue ese sol que necesitaba para darme cuenta que después de la tormenta siempre sale el sol.

—¡Kate! ¡Quédate conmigo!

Después de tantas derrotas la vida me da una salida que después de tanto, tengo bien merecida.

—Es posible que tenga hemorragia interna, escupe sangre.

Después de la tormenta, siempre sale el sol.

—No responde. ¡Vamos, Kate! ¡Sea a lo que sea que te enfrentes, lucha! ¡Puedes salir adelante!

¿Será que así debió de terminar todo?

—Tiene una herida de bala en el pecho, tres costillas rotas, uno de sus pulmones está ligeramente perforado, tiene muy dañado el torax y en efecto, hay emorragía interna.

Y si, ¿después de la tormenta no siempre sale el sol?

—¿Y esto? Hay heridas en la espalda de hace... ¿años? No puede ser... Tienen un par de meses que han cicatrizado. ¿Qué demonios? ¡Ésta chica debería de estar muerta!

Sol y tormenta.

—¿Te ha dicho que le ha pasado?

—No, pero la he encontrado tirada pensando que estaba muerta.

—Su presión está bajando. No hay oportunidades de que salga bien de esto. No hay tantas posibilidades de que llegue viva al hospital.

Dejo de escuchar el ruido de la ambulancia por completo para ir cerrando los ojos. He dejado de ver, pero se que aun mis ojos ven alguna parte interna de la ambulancia.

—¿Cómo pudo soportar así?

—No lo se, ya debería de estar muerta.

| × × × |

Lloré. Así es, lloré escribiendo el capítulo. ¿Razón? NO LO SE. Pero lloré, Kate me da mucha lastima, pobre de mi bebé:(

¿Ustedes que creen? -> ¿Creen que después de la tormenta salga el sol?

¡Yo sé que ahora hay muchas dudas! Pero espero que cuando llegue el desenlace  puedan aclararlas todas. Y si no, ya saben que aquí está su servidora para aclararselas.

¡PERDÓN POR TARDARME EN PUBLICAR! Pero no me gusta darles contenido HORRIBLE, so, sorry.

Paz brothers, x.