-Te quiero...-dije entre gemidos.
-Yo también-dijo Loki sonriendo.
-¿Aceptas tomarle por marido?
-Acepto.-sonreí y le miré.
Garbiñe, una chica normal, de Midgard, nunca creyó que su vida iba a cambiar tan rápido. Tan rápido como que Loki aparec...
Garbiñe se acercó sigilosamente a la habitación. De puntillas, entró y se lanzó a la cama.
-Sorpresa.-dijo la chica encima de Loki.
Éste, que aún no se había despertado, gruñó y se dio la vuelta. Pero Garbiñe no se iba a rendir.
-Oye, bella durmiente, ¿te quieres despertar?-dijo dándole un beso en la mejilla al pelinegro.-Tengo una sorpresa para ti, y te va a gustar.
En cuanto oyó eso, Loki abrió los ojos entusiasmado y miró a Garbiñe, a quien tenía encima de él. La abrazó y la puso debajo de él.
-¿Por fin vas a dejar que lo hagamos con eso que te dije?-dijo señalando dos bolitas que estaban encima de su mesilla.
-Em...no.-dijo la otra apartando en pelo negro de la cara de Loki.-Pero algún día lo haremos. Mira.-dijo bajándose de la cama, y dirigiéndose hacia la puerta del cuarto.
Loki no pudo impedir mirarle el trasero. Aquella ropa interior le quedaba genial. Garbiñe se dio la vuelta, con una caja en las manos. Se la entregó a Loki, y éste miró la caja extrañado.
-¿Que es?-"Abrelo" le indicó la chica con un gesto de manos. Loki se incorporó en la cama, y abrió lentamente la caja. Al ver lo que había dentro, frunció el ceño.-!Qué es!-dijo alejando la caja de sí.
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La chica se levantó de la cama molesta, recogiendo en sus brazos el pequeño cachorrito.
-Miedica.-Garbiñe se acercó a la cama y se sentó junto a Loki, acercándole el cachorrito a la cara, cosa que Loki apartó.-, es un perro, es muy normal en Midgard, normalmente se usan de mascota.-Loki miró al animal. Un perro de color marrón clarito. "Es lindo" pensó. Garbiñe lo acariciaba entre sus brazos, mientras que el perrito le lamía la mano.-Quería hacerte un regalo.-Dijo mirando al pelinegro.
-¿Y eso?
-Porque tú siempre me haces regalos, regalos que por muchos que yo te haga, nunca serán comparados con los tuyos.-dijo la chica, mirando al perrito apenada.-Y he pensando, que una mascota nos vendría bien.-dijo al fin sonriendo.
Loki sonrió y le pasó un brazo por sus hombros. Aquella chica era encantadora. Desde que llegó, la había cogido mucho cariño. La atrajo hacia él, y la besó en la frente. La chica rió suavemente, y levantó al perrito.
-Entonces...¿nos lo quedamos, verdad?
-Bueno...¿te gusta?
-Claro.
-Entonces, sí.-dijo sonriendo, y Garbiñe se levantó de la cama de un salto.-Pero...-la chica se dio la vuelta, mirándolo seriamente.
-¿Por qué siempre tiene que haber un pero?
-Porque sino no sería interesante.-Dijo Loki levantándose de la cama.-Pero, me prometiste que te enseñaría a utilizar la magia, ¿te acuerdas?
Claro que se acordaba. Lo que pasa, es que había procurado no sacar ese tema delante de Loki. No le apetecía aprender a usar la magia. Tampoco sabía si podía hacerlo. Y era mejor no probar.
