Loki Y Tu// Un universo para los dos

Cap 67

- Ahora... Vuelve a explicarme quien es esa chica -dijo Garbiñe levantando las cejas en dirección de Mayra. Helena suspiró.

- Por enésima vez. Es la hermana de Loki, hija de Laufey -comentó su magia.

- Hija de Laufey...¿eh? Pues ya verás que gracia le va a hacer cuando le diga que me he tirado a su padre...- Garbiñe hizo ademán de ir hacia la camilla de Mayra, pero Helena la agarró del hombro.

- Ni se te ocurra -la paró. Garbiñe rió.

- Era broma. ¿Crees de verdad que yo haría eso? Oye...la duda ofende -añadió al ver el gesto de duda de Helena.

- Te noto un poco celosilla...-Helena sonrió con picardía; Garbiñe la fulminó con la mirada.

- Ni por asomo. Es sólo que...No lo sé -admitió al fin. Suspiró y relajó los hombros. No sabia exactamente que es lo que sentía acerca de Mayra; quizás era solo que no se fiaba de ella-. Ahora vengo, voy a hablar con ella. Tranquila, no le diré nada malo -añadió para tranquilizar a Helena.

Anduvo hasta la camilla en la que yacía Mayra, con los ojos cerrados, pero despierta. Se paró a unos metros de ella, contemplandola en silencio. La verdad es que sí se parecía a Loki.

- Hola...-la débil voz de Mayra la despertó de sus pensamientos. La miró con el ceño fruncido-. Gracias por salvarme -añadió la chica.

- Daselas a Loki, "tu hermano" -éstas dos últimas palabras las dijo lentamente, haciendo que Mayra se extrañse-. Él fue quien me pidió que te sacara de allí. Por cierto, ¿eres hija de Laufey?

Por mucho que lo pensaba, no le entraba en la cabeza que Laufey fuese el padre de Mayra. Él y Garbiñe tenían una relación muy cercana, y ver a Mayra, la hija de éste, la hacía sentir extraña. Mayra se incorporó en la cama, y miró más allá de la enfermería.

- Sí -respondió-. ¿Lo conoces?

- Sí...-"y me lo he tirado varias veces. Ah, y tuvimos un hijo, así que tuviste un hermanito menor durante...¿cuatro meses?" Solo el simple echo de pensar en Khaos hacía que su corazón se estrujase-. ¿Hace cuanto no le ves? -preguntó al fin.

- Pues...-Mayra se pensó la respuesta antes de responder-. Creo que 10 años.

Garbiñe se sorprendió. Diez años sin ver a un padre, eso era mucho. Se acordó de que Loki estuvo más tiempo sin conocer a su verdadera familia. Aún así... ¿Por qué hacia diez años que no veía a Laufey? Por un segundo, le dio pena. Pero recordó lo que la vida le había enseñado: a no fiarse de nadie.

- Ajam, que pena ¿eh? -dijo con sarcasmo Garbiñe. Se giró, y se dispuso a salir de la enfermería, pero antes de salir, se detuvo, y volvió a mirar a Mayra-. No sabes lo fiera que es tu padre en la cama.

Mayra la miró sorprendida, pero Garbiñe ya estaba fuera de la enfermería. Anduvo por el largo pasillo en dirección al salón del trono. Se paró a mitad de camino por un gran dolor en el pecho. En ese instante, alguien la tocó el hombro.

- ¿Se puede saber lo que te pasa? -Loki estaba furioso, y se notaba en la mirada.

- No sé a qué te refieres -se defendió su novia. Loki ladeó la cabeza.

- ¿Por qué le hablas así a Mayra? ¿No ves que está débil? -Garbiñe le miró riendo.

- ¿Por qué te fias de ella? -Loki le miró interrogativo-. Es decir, tu siempre me dices que no debo fiarme de nadie, y ahora eres el primero que se fía de ella. ¿Y si es una trampa, y te está tomando el pelo? ¿O...?

- No -le cortó el pelinegro-. Tienes razón, no debes fiarte de nadie. Pero Mayra...veo en sus ojos que dice la verdad -Garbiñe emitió un gesto de fastidio. Realmente no se creía que Loki estuviese diciendo eso-. Enserio. Lo noto. Pero tienes que prometerme que le darás una oportunidad.

La chica levantó los hombros. No le iba a prometer nada; no sin estar segura de que ella era de fiar. Miró de nuevo a su novio, quien la miraba con una mirada tensa y rogante. Al final, Garbiñd resoplo, y movió la cabeza hacia los lados.

- No te prometo nada, haré lo que pueda. Si a ti te parece que dice la verdad... Supongo que no me queda otro remedio que creerte.

Loki sonrió, y atrajo a la chica hacia sí, empujándola de las caderas, hasta que sus cuerpos quedaron completamente pegados, y ambos podían notar la respiración del otro en el oído. Antes de que Loki pudiese hacer algo, Garbiñe le besó el cuello, dejandole pequeñas marcas en él a Loki. Este gemía débilmente de placer, pero no tal alto dado que estaban en mitad del pasillo, y cualquiera podría pasar por allí.

- Tengo una idea estupenda -dijo Loki una vez recuperado el aliento-. Creo que nuestro sexo es un poco aburrido...

- ¿Como que es aburrido? -se quejó la chica.

- Y, he pensado hacer algo nuevo -continuó él-. ¿Te parece?

Garbiñe sonrió, y Loki lo tomó por un sí. Levantó a la chica del suelo, y la transportó a sus aposentos? Les esperaba una tremenda noche.

•••

- Querías verme -Laufey se adelantó unos pasos entre la inmensa oscuridad que reinaba la noche en Jötunheim.

- Así es -La voz de Odín sonó por todos lados-. Hemos encontrado a alguien que afirma ser tu hija.

Laufey no se sorprendió; sabía que éste dia llegaría. Lo que no sabía es que ese día iba a llegar tan pronto. Pero aun así, no estaba sorprendido. Habrían encontrado a Mayra, su pequeña. Quizás esta no quisiese hablar con él, ni perdonarlo poe lo que le había echo. Lo entendería, la abandonó.

- ¿Y puedo verla? -preguntó Laufey apoyando un brazo en una de las columnas de hielo que tenía al lado.

- Por supuesto -asintió Odín-. Estoy seguro de aue te quiere ver. Ya han pasado diez años. Me lo ha contado.

Laufey no estaba seguro de que ella quisiese verle. Él...era un monstruo. Pero eso...era el pasado. Ahora las cosas habían cambiado; para ser más exactos, había sido Garbiñe quien le había cambiado. Recordó la primera vez que se conocieron. Y cuando vino corriéndo hacia el diciendo que estaba embarazada, el sentimiento que le inundó el cuerpo entero. Esa chica le había cambiado la vida, y la forma de ver las cosas.

Sin duda, ella era perfecta. Y no podía permitir que Loki se casase con ella. Ella tenía que ser para él; así tenía que ser.