Cap. 48

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-Venga...puff, adelante.

Llevaban un buen rato enfrente de la puerta de la casa de Garbiñe, mientras que ella se decidía a llamar a la puerta. Miró a Odín, antes de tocar la puerta. Segundos después, una señora de pelo castaño apareció detrás de la puerta, mirando a la chica extrañada.

-Hola, ¿que deseas?

Garbiñe se quedó sorprendida. Aquella, por mucho tiempo que hubiera pasado, no era su madre, ni mucho menos.

-Esto...¿donde está la familia que vivía aquí antes? -preguntó intentando mirar la casa por dentro, de reojo: estaba claro que aquella no era su casa por dentro, pero estaba segura de que sí que era la dirección correcta.

-¿Por qué? -la señora se cruzó de brazos; su mirada era cansada.

-Eh...soy su hija -Garbiñe habló entrecortadamente. ¿Sus padres se habían mudado? Imposible, adoraban esa casa más que a nada.

-Cariño -la señora se acercó a ella, y le puso una mano sobre el hombro.-, ¿no te contaron? -Garbiñe negó con la cabeza.-. Tus padres...murieron hace un par de meses.

Garbiñe dio dos pasos hacia atrás, dandose con la pared que tenían detrás. Aquello no era posible. Negó con la cabeza varias veces, respirando fuertemente. Odín se asustó, y le puso una mano sobre su hombro.

-¿Cómo que murieron? -preguntó histérica.

-Sí, cielo. Fue un accidente. Estaban en un avión que les llevaba a Londres, donde iban a verte. Al parecer, los motores fallaron y el avión descendió hasta chocar con la tierra. Lo siento muchísimo. Te doy todo...

-No, déjeme -apartó la mano de Odín de un manotazo, y salió corriendo de aquel lugar.

···

Le dolían las piernas de tanto correr. Le faltaba la respiración, y por eso respiraba fuertemente, aunque no creía que el aire le llegase a los pulmones. Estaba sentada, con las rodillas tocando su frente, agachada, y llorando. Se le había corrido el maquillaje, pero le daba igual. Seguía sin creérselo. ¿Cómo era posible? Sólo había estado fuera siete meses..."Siete meses" repitió ella en su mente. Era mucho.

-Eh.

Era Odín, que le estaba acariciando la cabeza. Garbiñe levantó la mirada. Tenía frío; pues hacía frío y sólo llevaba un simple y fino camisón. Se agachó junto a ella, y le pasó el brazo por los hombros de la chica. Está, apoyó la cabeza en su regazo.

-Tranquila, ah, shh...tranquila -odín le acariciaba el pelo lentamente, mientras apoyaba su cabeza contra la de la chica.

-Pero...es todo por mi culpa -Odín negó con la cabeza; eso no era cierto.-, sí, sí lo es. Mis padres murieron en un avión, que les iba a llevar a un sitio donde ni siquiera yo estaba...asi que sí, es todo mi culpa...

Odín abrazó a la chica, mientras ésta lloraba en su regazo, desconsoladamente.

-Venga, volvamos -le dijo Odín aloído, y la chica sintió debilmente.

···

-¿Ya saben dónde están mi padre y Garbiñe?

-No, Thor, no lo sabemos aún -respondió Helena suspirando.

Thor anduvo inquieto durante varios segundos, para luego sentarse en una silla, y luego levantarse de nuevo. estaba muy nervioso. ¿Dónde estarían? Ya se retardaban mucho, y Thor estaba preocupado.

Entonces, oyó un ruido proveniente de la biblioteca, y salió corriendo. Al llegar a la biblioteca, vio a Odín y a Garbiñe, la última llorando. Se acercó rápidamente a la chica, y la cogió por los hombros, moviendole la cara de un lado a otro en busca de algún rasguño.

-¿Qué ha...?

Odín le indicó que se acercáse a él, y después de hablar durante varios segundos, Thor echó un último vistazo a la cara y cuerpo de la chica, antes de despedirse y salir de la biblioteca. Justo cuando los dos salían, Helena y Liz entraban, ambas preocupadas. Se acercaron corriendo hacia Garbiñe, y la miraron extrañadas. Garbiñe intentó sonreir, pero le ganaba la agustia. Se echó a llorar en el hombro de Liz, quien le apartó el pelo de la cara y le acarició el pelo.

-Tranquila, estamos aquí -dijo Helena.

Loki Y Tu// Un universo para los dosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora