Cap 52

216 21 1
                                    


Se despertó. Notó algo extraño en la habitación; estaba vacía. Normalmente a su lado estarían durmiendo Liz y Helena, pero en esos momentos estaba sola. Giró la cabeza hacia los lados; la habitacion estaba lo bastante iluminada por la luz del amanecer como para ver que estaba sola. Se levantó perezosamente, y ando hacia la puerta. Lentamente se asomó por la puerta: todo el pasillo estaba vacío. Garbiñe arrugó la frente. ¿Por qué no habría nadie? Se suponía que había un guardia vigilando la puerta de ésta, para que no se escapase de nuevo. Pero allí no había nadie.

Parecía estúpida plantada en medio del pasillo, mirando hacia el frente, pensando en donde estarían todos. Entonces, se le ocurrió ir a la habitación de Odín, para comprobar si él estaba. Anduvo hasta la la habitación y cuando entró, no había nadie.

-Qué raro...-murmuró.

Se fue al salón, pero también estaba vacío. Era como si todo el mundo quisiese evitarla. De repente, sin darse cuenta, se encontró corriendo por todo el pasillo del castillo; pero estaba absolutamente vacío. Ni una sirvienta, ni un guarda, ni nadie. Ni rastro de Thor, ni de Odín, ni de Helena y Liz. Entonces se acordó de la unión con Thor, e intentó comunicarse con el mentalmente; fue imposible. Sabía que si Thor estaba en peligro lo sentiría, y de momentó no notaba nada. Se sentó en una de las escaleras, y metió la cabeza entre las piernas; estaba desesperada. No había nadie, todos habían desaparecido. Entonces, en mitad del llanto, escuchó un ladrido, y levantó la cabeza: era Bastet. Garbiñe se alegró de ver a alguien, y achuchó a Bastet, pero éste empezó a correr hacia una dirección.

-¡Espera! -gritó la chica.- ¿A dónde vas?

Garbiñe empezó a seguir a Bastet por todo el castillo, hasta llegar al salón; de nuevo estaba vació. Garbiñe se desilusionó. En el fondo tenía la esperanza de encontrar a alguien. Bastet siguió ladrando, y Garbiñe no entendía por qué.

-Cállate perro estúpido...-le dijo Garbiñe.-, ¿No ves que no hay nadie?

Entonces, se escuchó un ruido, y Garbiñe miró hacia enfrente. Para su sorpresa, del salón apareció todo el mundo: Thor, Odín, Helena, Liz, guardias, sirvientas, asgardnianos...Y detrás de ella alguien le tapó los ojos con las manos.

-Feliz cumpleaños...-le susurró Loki.

-¡Loki! -gritó Garbiñe emocionada. Se dio la vuelta para a abrazar a su novio, y ambos se fundieron en un gran beso, delante de todo Asgard.

Cuando se separaron, Garbiñe no podía dejar de mirar a Loki entusiasmada. Loki se dedicó a sonreír, mientras observaba a la chica. Garbiñe se giró para volver a ver el salón lleno de gente. Todos le sonreían. Entonces se dio cuenta de una cosa, y se volvió a girar a mirar a Loki.

-¿Cómo es posible que quepan todas estas personas en el salón? ¿Y cómo que es que no os he visto antes? He pasado por aquí...

-Magia -fue lo único que le contestó Loki.

Garbiñe volvió a sonreír y a besar a Loki. Después, se dirigió a Thor y a Odín, y abrazó a ambos.

-Gracias por acordaros...-dijo Garbiñe con una lágrima resbalándose por su mejilla.

-En realidad fue Padre quién se acordó -comentó Loki acercándose a ellos. Garbiñe miró sorprendida a Odín.

-¿Enserio?

-La verdad es que sí -contestó Odín, antes de que la chica le volviese a abrazar.-, para que sepas que te escucho cuando me hablas.

Garbiñe se sonrojó, y se acordó de aquel día.

FLASHBACK

-...y no me parece normal que no me dejes ir a Midgard a ver a mis padres -Garbiñe miró a Odín, y éste estaba mirando al suelo. Entonces, Garbiñe frunció el ceño, y chasqueó los dedos. Odín levantó la cabeza y miró a la chica.- Me podrías prestar atención y escucharme un poco...

-Te estaba escuchando -contradijo Odñin.

-Ni siquiera me mirabas -respondió Garbiñe cruzandose de brazos.

-Pero te escuchaba.

-Mentira -Garbiñe se dio media vuelta y salió del salón.

FIN DEL FLASHBACK

-Lo siento, creí que no me estabas escuchando -dijo la chica entrecortada.

Odín sonrió y la abrazó. Garbiñe aceptó el abrazo, y miró a Thor, quien la sonrió.

-Bien, tengo un regalo para ti, pero creo que todos los tenemos, así que elige el orden en el que los quieres.

Garbiñe se separó rápidamente de Odín, y les miró sorprendida.

-¿Enserio? -los tres asintieron.- ¡No! Ya habéis hecho mucho por mí chicos....Pero bueno -dijo tras la mirada de los tres.-, primero...Odín.

Odín se sacó algo del bolsillo, y se lo tendió a la chica; era un colgante rojo. Garbiñe miró el colgante, y luego a Odín, sabía qué era.

-No...era de Frigga...no lo puedo aceptar -dijo la chica con tono de culpabilidad.

-Frigga querría que lo tuvieras -dijo Odín y acto seguido se lo puso en el cuello. Le quedaba realmente bien.

Garbiñe se miró el colgante; era precioso. Ese color rojo, seguramente era un rubí, le quedaba genial. Entonces Loki se acercó a ella, y le susurró al oído lo bien que le quedaba.

-Ahora toca el mío -aplaudió con las manos, haciendo que la puerta del salón se abriera, y que de ella entrase una feroz criatura. Garbiñe se asustó y se colocó detrás de Loki. Loki la agarró de los brazos con aire protector.- Tranquila, no te va a hacer daño.

-¿Qué es eso? -preguntó la chica señalando el lobo que tenía enfrente. Era el lobo más grande que había visto en su vida.

-Se llama Sköll -respondió Loki, acariciando el pelo plateado del lobo.

Garbiñe miró al lobo de nuevo, y entendió. Loki se la estaba devolviendo.

-Lo has hecho porque te regalé a Bastet, ¿cierto?

Loki rió. Y le acarició el pelo a la chica.

-No, éste lobo era...-De Daphne.-, no importa. Lo que quiero decir, es que éste lobo es muy especial para mí, y creo que lo será más para ti.

Sköll miró intensamente a la chica, y Garbiñe se paró a pensar qué es lo que estaría pensando. Entonces, el lobo se acercó a ella, era casi mas alto que ella, y se dejó acariciar.

-Sköll -susurró la chica acariciando su pelaje plateado, era realmente la criatura más maravillosa que había visto en su vida.

-Bien, me toca -comentó Thor, sacando una caja negra alargada de detrás suyo.- Te gustará, y encima te servirá. Toma.

Le tendió la caja, y la chica la abrió. Dentro había un arco dorado, de unos 2 metros de alto. Garbiñe lo agarró maravillada y apuntó con el a la pared. Miró en la caja, pero no había flechas. Entonces, al apuntar con el arco a la pared, apareció una flecha dorada, que parecía estar echa de polvos, y del susto, Garbiñe soltó la cuerda del arco y la flecha salió disparada hacia la pared, que se quedó incrustada en ella.

-¿Qué...-empezó la chica.

-Es un arco especial para ti. Sólo funciona contigo -ledijo Thor, ante la sorpresa de la chica.

Loki Y Tu// Un universo para los dosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora