Cap 53

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-Sientate, sientate -por mucho que lo intentase, Garbiñe no lograba que Sköll obedeciese. Suspiró y se sentó en la hierba.- ¿Como voy a hacer para que me hagas caso? -Sköll soltó y gruñido que Garbiñe entendió como "sólo dejame tranquilo". Resopló y se enderezó.

Volvió a intentar que el lobo hiciese lo que ella le ordenaba; fue imposible. Se sobresaltó cuando notó unas manos frías sobre sus caderas; se dio la vuelta y allí estaba Loki, sonriendo como siempre hacía, con esa sonrisa que tanto le gustaba a ella. Notó la gran necesidad de tocarlo y besarlo en todos los lados.

-No debes hacerlo así -comentó Loki mirando a Sköll, que estaba mirando fijamente a la chica.

-¿A, no? -preguntó Garbiñe cruzándose de brazos.- ¿Y cómo tengo que hacerlo, lord sabelotodo? -Loki puso una sonrisa falsa, y apartó lentamente con la mano a la chica.

-Vosotros los humanos sois siempre tan brutos -comentó Loki apoyando la palma de su mano derecha en la frente del lobo.- He visto a humanos gritando a sus mascotas para que obedezcan; aquí se hacen las cosas diferentes -Garbiñe escuchaba atentamente, acordándose de Dean, su perro de Midgard, que murió hace un par de años.- Aquí tienes que escuchar el alma de la criatura, y conectar con ella.

Garbiñe observó a Loki, que durante unos segundos parecía que había entrado en trance. Loki se dio la vuelta, sonriendo, y Garbiñe vio como Sköll se sentaba en la hierba, posando sus negros y brillantes ojos sobre los de Loki. No quiso parecer sorprendida, pero en realidad lo estaba. No sabía por qué Loki le sacaba pegas al modo de educar animales de Midgard, pero estaba claro que el método asgardniano era mucho más sencillo.

-Y así de sencillo -Loki se apartó de Sköll y se acerco a grandes zancadas a su novia. Garbiñe le miró atentamente, como si en su mente estuviese memorizando los pasos que había echo Loki.- Venga, intentalo.

Empujó suavemente por la espalda a la chica, acercandola a la feroz criatura. Sköll se volvió a poner de pie, y volvió a mirar a la chica con esos ojos, que, por tanto que la chica los mirase, no encontraba un punto donde fijar la mirada; era como un agujero negro sin límites. Garbiñe acercó su mano hacia la frente del lobo, vacilante. Tenía miedo de que Sköll la hiriese o algo así, pero se acordó de que Loki estaba detrás suyo, y no dejaría que le pasase nada. Cuidadosamente, apoyó la palma de su mano en la frente del lobo, justo como lo había echo Loki, y cerró los ojos, intentando conectar con él. Lo primero que sintió, fue una ráfaga de viento, y por lo que mas quiso, no abrió los ojos. Hola humana. Era Sköll; su voz sonaba muy grave. La chica se sobresaltó, y Loki lo notó.

-Hola -dijo Garbiñe dudosa.- Siento haberte gritado antes, yo...

Lo hacéis a esa manera, ya lo . He estado en Midgard; no obstante, me parece inapropiada la manera en que tratais a los animales. Garbiñe se sonrojó; ella también pensaba que no hacía falta gritar a los animales.

-Sí... Me disculpo ante eso -dijo la chica.

¿Sabes? Me recuerdas a ella. A Daphne. Garbiñe abrió los ojos; para su sorpresa, la unión continuó. Miró a Loki, y éste le devolvió la mirada dubitativo.

-¿Ocurre algo? -preguntó el pelinegro acercándose a la chica. Ésta negó con la cabeza lentamente.

-¿Solo, quien es Daphne?

La pregunga alteró a Loki, según Garbiñe. Loki abrió los ojos como si le hubiesen pegado una bofetada, y agarró la muñeca de la chica, apretándola. La chica se miró la muñeca, e intentó soltarse; Loki parecía estar en trance.

-Loki...me haces daño...-se quejó Garbiñe. Pero Loki no la escuchaba, estaba mirando al frente, con l mirada perdida. Entonces, volvió en sí, y miro a Garbiñe, una mirada llena de furia que luego pasó a ser de lamento.

-Lo...Lo siento dijo él soltando la mano de Garbiñe. Ésta se frotó la mano dolorida, y miró a Loki.- No...no vuelvas a pronunciar ese nombre de nuevo ¿de acuerdo? -Garbiñe asintió dudosa. Loki posó una mano sobre la mejilla de ña chica y la acarició lentamente. Acercó su cara a la de ella, y lentamente la besó, un beso cálido.- Te quiero -susurró.- Ahora, he de irme, nos vemos en el castillo.

Dicho ésto, Loki anduvo un par de pasos antes de desaparecer. Garbiñe, aun dubitativa, se dio la vuelta para mirar a Sköll, pero éste también había desaparecido. Garbiñe resopló.

•••

-Vaya...¿y esa marca de la muñeca? -preguntó Liz sentándose al lado de la chica, y señalando la marca roja de la muñeca de ésta. Garbiñe ladeó l cabez hacia ambos lados.

-No es nada, me he caído de camino al castillo -mintió. De repente, notó la necesidad de contarle a alguien lo que había pasado.- Oye, ¿tu no sabrás sobre una tal Daphne, no?

Liz se puso sería, tan sería que Garbiñe creyó que había dicho algo malo. Segundos después, la expresión de Liz cambió, y miró a Grbiñe. Ante su sorpresa, la cogió del brazo y tiró de ella fuera del cuarto.

-No hables -dijo Liz. Era justo lo que Garbiñe iba a hacer. - Te lo aclaro luego todo, ¿okey?

Garbiñe asintió, dejando que Liz tirara de ella. Llegaron al jardín del castillo, y se escondieron detrás de una estatua. Entonces, Garbiñe iba a abrir la boca, cuando Liz se la tapó con la mano.

-Verás...-empezó su alma.- Yo no me llamo Liz, mi verdadero nombre es Daphne, Diosa de la Caza y la Guerra -poco a poco la apariencia de Liz fue cambiando. Garbiñe se quedó completamente sorprendida, no sabía que decir, ni si era cierto.

•••

Notó unos dedos deslizarse por su brazo, y se sobresaltó. Abrió rápidamente los ojos; los cerró igual de rápido que los había abierto, la luz la cegó. Poco a poco, los volvió a abrir, y pudo distinguir a la figura que tenía enfrente, Thor. Estaba a horcajadas a su lado, y tenía su mano apoyada en el brazo de la chica. Garbiñe ladeó la cabeza hacia el lado contrario, y pudo ver que estaba tumbada sobre la hierba del jardín.

-Al parecer te has quedado dormida aquí -comentó Thor incorporándose, Garbiñe le volvió a mirar.- He venido porque estabas gritando, y creí que estabas herida. Ya sabes -se tocó el pecho.- la unión.

Garbiñe asintió, y se tocó el pecho, tenía el corazón latiendo fuertemente. Apoyó la cabeza en la hierba, y volvió a cerrar los ojos. Claramente, tenía que encontrar una solución para esos sueños tan raros que tenía.

Loki Y Tu// Un universo para los dosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora