Cap 39

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Lo último que recordaba era un ruido que le taladraba la cabeza. Después de aquello no recordaba nada más.

Abrió los ojos. Palpó el suelo, estaba tumbada. Se recostó. Le dolían las costillas. Miró a su alrededor; la nave. Entonces divisó unos cuerpos entre todo el humo.

-Chicos...-gimió.-Chicos...-repitió.-¿Estais bien? Eh...despertar...

Zarandeó el cuerpo inmóvil de Laufey, que yacía a su lado. Entonces lo comprendió todo: la nave se había estrellado contra en suelo.

•••

-Para, me haces daño.

Garbiñe dejó de zarandear a Laufey, quien se incorporó lentamente. Tenía un corte en la mejilla. Garbiñe suspiró aliviada, y se giró en busca de Liz y Helena. Las divisó detrás suyo. No parecían haber sufrido daños.

-Chicas...-susurró.

Las chicas se despertaron poco a poco, y se dieron cuenta de la situación.

-¿Hemos chocado?-preguntó Helena.

-Eso me temo.-Laufey se le adelantó a Garbiñe.

Los cuatro se levantaron, y salieron de la nave como pudieron. ¿Donde estaban? Hacía mucho calor.

-¿Donde estamos? Esto no parece Asgard...-empezó Liz.

-No. Estamos en Muspelheim, o más conocido como "el mundo de fuego"-Laufey giró la cabeza en todas las direcciones, en busca de algún movimiento.

-¿El reino de fuego? ¿Como hemos llegado hasta aquí?-preguntó Garbiñe.

-No lo sé, pero tenemos que salir de aquí.

-¡Apartate de él!

Los cuatro se quedaron de piedra. Garbiñe reconocía esa voz. No podía ser otro que...

-¡No te lo voy a volver a repetir!-gritó de nuevo Odín.

Garbiñe se giró y vio a Odín y a Thor, ambos con sus armaduras puestas.

Odín se acercó a ellos.

-¡No eres mi padre!-dijo Garbiñe llena de ira.-No tengo que hacer lo que tu digas...

Thor estaba mirando fijamente a Odín, esperando a la reacción de éste, pero Odín parecía muy calmado.

-¡Es por tu bien!

-¿Que vas a saber tú qué es bueno para mí? Me querías encerrar...-Ya no era la mente de Garbiñe la que decía esas cosas, sino su corazón. Odín lo notó, y se acercó a ella.-¡No te acerques!

De su bolsillo sacó una daga. "La daga de Loki" pensó Thor. Y así era, era la daga de Loki. Levantó la daga y apuntó con ella a Odín. Odín se paró y miró a Garbiñe.

-No lo harás...

-No lo sabes.-dijo ella amenazante.

Pero en ese instante, notó un gran mareo, y lo vio todo borroso. El suelo se movía, y ella estaba ardiendo. Antes de poder pronunciar una sola palabra, se desplomó; no al suelo, ya que Odín la recogió en sus brazos antes de que cayera.

-¿Qué le ha pasado?-preguntó Thor, acercándose hacia donde estaba Odín.

Laufey, Helena y Liz miraban la situación boquiabiertos. Pero fue Laufey quien tanbién se acercó a Odín, sin dejar de mirar a Garbiñe, que yacía en los brazos de Odín con los ojos cerrados.

-Es el calor.-dijo Odín mirando hacia derecha e izquierda.-Ella es humana, no soporta tanto el calor como nosotros-explicó a Thor y Laufey.-, y su cuerpo no ha aguantado tanto calor.

-Yo puedo ayudar.-Laufey dio un paso al frente, y Thor se preparó para atacar en caso que fuese necesario.-Tranquilo, lo hago por ella, así que no voy a poner su vida en peligro.-siguió.-Puedo mantenerla fría, soy un gigante de hielo.

Odín y Thor sabían que era verdad. Laufey podía proporcionarle el frío que ella necesitaba en esos instantes.

-Está bien.-Odín acercó el cuerpo de la chica a los brazos de Laufey, quien la cogió en sus propios brazos.

La temperatura del cuerpo de Laufey, hizo que Garbiñe volviera en sí, pero aún no estaba completamente bien. En ese instante, el ruido parecido a una erupción volcánica les sorprendió a todos.

-¿Qué ha sido eso?-preguntó Liz agarrandose a Helena, pues aquel estruendo hizo que el suelo se moviera.

-Hay algún volcán cerca de aquí.-Dijo Thor. Odín asintió.

-Tenemos que irnos entonces.-Helena comenzó a andar, mirando al suelo detalladamente, para no tropezar.

Los demás la siguieron. Garbiñe gemía apoyada en el pecho de Laufey, aunque él le trasmitiera frío, el calor de ese mundo era demasiado caliente para ella.

-Tranquila.-le susurro Laufey.

Garbiñe abrió los ojos y asintió. Pronto, llegaron hasta un volcán, donde se sorprendieron.

···

-Por fin habéis llegado, creí que nunca lo hariais.-Fátima rió en lo alto del volcán.

Odín y los demás miraban los cuerpos tendidos de Iraitz y Khaos encima del volcán. Garbiñe abrió los ojos y ahogó un grito. No se podía creer lo que veía. ¡Iraitz y Khaos estaban tendidos en el centro del volcán, tendidos por una cuerda!

-Sueltalos.

Para la sorpresa de todos, Garbiñe se incorporó de los brazos de Laufey, y se puso de pie. Se acercó al volcán, y miró hacia arriba. En lo alto había una mujer que nunca había visto.

-Ah, no, no, no. Pero hay algo que propongo.-dijo Fatima, señalando con el dedo a la chica.-Sólo podrás salvar a uno de ellos, elije bien.

A Garbiñe se le cayó el alma al suelo cuando escuchó aquello. No podía hacerlo. Tenían que vivir los dos. Miró a Odín, que la miró. Durante varios segundos, tuvo en su mente un montón de pensamientos.

-Tic, tac. El tiempo se acaba.

-¡Suéltalos a los dos ahora!

-¿Y sino que me vas a hacer?-rió Fatima.

Garbiñe se quedó quieta. Entonces, se acordó de aquel hechizo que le había enseñado Loki, aquel que podía hacer aparecer cualquier cosa que desearas. Deseó su arco, el arco que le había regalado Loki. Cómo lo deseó, el arco apareció en sus manos. Sin dudarlo, apuntó con la flecha a Fatima.

-¿A qué esperas? Dispara.-para la sorpresa de todos, fue Fatima la que habló.

Garbiñe no se hizo rogar. Disparó la flecha, que Fátima esquivó con mucha facilidad.

-Me he cansado.

Entonces, las cuerdas que ataban los cuerpos de Iraitz y Khaos desaparecieron, y ambos cayeron al volcán.

···

-Nooo.

Fatima desaparecio riendo. Justo antes de que los cuerpos cayeran, Laufey salió disparado hacia el volcán.

Garbiñe miraba al suelo. No quería mirar hacia arriba. Las lágrimas caían abundantemente sobre su mejilla. Justo en ese momento, Laufey volvió con el cuerpo de Iraitz en brazos. Garbiñe levantó la cabeza. Sabía lo que significaba. Salió corriendo hacia el volcán. Cuando estuvo en lo más alto, se asomó. El cuerpo de Khaos ya no estaba.

-¡NO! ¡KHAOS, NO! ¡POR FAVOR, NOO! Por favor, por favor....no Dios no,,,,Khaos...Khaos,,,-se arrodilló.

Odín , que la había seguido, apoyó una mano sobre su hombro. Eso fue lo ultimo que ella recordaba.


Loki Y Tu// Un universo para los dosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora