Cap 60

228 22 2
                                    

-Oh, por Dios, Till, esto es precioso -comentó la chica al mirarse al espejo, asombrada, maravillada.- Realmente te has esforzado mucho.

-Ese es mi trabajo, princesa, complaceros -Till recogió las cosas que se le habían caído del suelo, y las depositó en la mesilla.- Estáis realmente estupenda, mi lady -añadió al mirar a Garbiñe de arriba a abajo. Ésta sonrió.- Seguro que al señor Malekith le encantarás.

Garbiñe cambió el gesto; Malekith. Quizás todo aquello la asombrase, un reino nuevo, cosas nuevas, pero no estaba allí por placer, y tenía un plan que continuar. Calculó que quedaría media hora para que la gente comenzase a llegar, y para que la ceremonia comenzara. Estaba nerviosa, pero no nerviosa por la ceremonia, sino por el plan. ¿Y si le salía mal? ¿Que oportunidades tendría para escapar de allí? Sin darse cuenta, los nervios se retransmitieron en su rostro, y Till se percató de ello.

-¿Hay algo que la moleste, princesa? -preguntó Till apoyando una mano sobre la suya. Garbiñe la miró extrañada, como si acabase de salir de en trance, y negó con la cabeza.- Está bien, el señor quiere verla.

Garbiñe andó cautelosamente de no romper aquel vestido que tanto le costaba llevar, y de no romperse tampoco los tobillos con los zapatos que le habían puesto. Nunca había andado en tacones; quizás una vez, pero no fue más que medio minuto. Llegó a los aposentos de Malekith, quien la esperaba sentado en su "trono", con un trozo de manzana en la mano. Al verla, bajó la manzana y se levantó para verla mejor. Garbiñe se puso nerviosa al sentir las manos de Malekith recorriéndole todo el cuerpo, y sus labios besando su cuello desnudo.

-Estás realmente estupenda -consiguió decir Malekith tras tantos besos. Garbiñe le miró y sonrió.- Sólo que te falta algo -Malekith se apartó de ella, y rebuscó en unos cajones, para sacar lo que parecía una tiara.- Con esto ya pareces una auténtica reina -Malekith le colocó la tiara y la hizo girar para verse en el espejo.

Al verse, la chivca se pasó una mano por el pelo. Aquella tiara...le sonaba de algo. Sin recordar el qué, se dio la vuelta y miró a Malekith, que mo dejaba de mirarla, fijamente, sin articular palabra. Se preguntó qué estaría pensando.

-Ésta noche es muy especial -dijo al fin Malekith.

-Lo sé -respondió la chica acercándose lentamente a él, y pasándole un brazo por el cuello.- Es nuestra noche.

Dicho esto, Garbiñe besó a Malekith, y éste la agarró hacia él, y la tiró a la cama. La volvió a observar de arriba a abajo, antes de sonreír, y tirarse encima de ella. La chica empezó a reír cuando Malekith le hizo cosquillas en el vientre.

-El...el vestido -murmuró la chica al percatarse de que lo seguía llevando puesto. Malekith pareció darse cuenta en ese momento de que la chica llevaba el vestido, y lentamente se incorporó, ayudandola a ponerse de pie. Ambos sonrieron, pero la sonrisa de Malekith era tirando para malvada.

-Es la hora -dijo Malekith poniendose de pie también, y haciendo un gesto para que ella posase su mano sobre la de él, gesto que la chica aceptó, y tomó a Malekith de la mano.- Vayamonos, la gente nos espera.

Bajaron la gran escalera lentamente, para que Garbiñe no se cayera. Notó que las manos de Malekith temblaban, pero no le dio importancia. Abajo, lo que ella creía que iba ser gente normal, eran elfos oscuros, que comentaban y bebían de las copas a la vez.

-No sé si podré hacerlo...-le comentó a Malekith, mientras llegaban al final de la escalera, y todo el mundo les observaba en silencio.

-Podrás -contestó Malekith.- Tú no te separes de mí.

Pasaron entre toda la gente, que no dejaba de tocar el vestido de Garbiñe, e incluso a ella. Cada vez se sentía más incómoda en ese ambiente, pero recordó que tenía que mantener la calma. Una elfa, vestida con un vestido rojo, se acercó a ellos.

Loki Y Tu// Un universo para los dosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora