《41》¿Maluma?

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Narra Juan Luis

Me levanté con un dolor de cabeza insoportable. Ayer en la noche Natalie no paraba de insinuarse y decir que quería tener sexo. Pero no tenía ganas de nada.

Miré la hora de mi celular y eran las 1:03 p.m. me levanté se un salto de la cama. Si me casaba lo haría los mas rápido posible.

Me senté en la cama y mire a un lado, estaba solo. Natalie no estaba. Camine hasta el baño y me bañé.

La boda sería a las 3 de la tarde.

Cómo es posible que no me traigan el pastel a las 2!

-Lo siento... Pero llegará a las 3.

-¡No lo quiero a las 3! ¡Yo pagué para que me trajeran el pastel a las 2!

Nisiquiera pagó ella por el pastel. Fui yo quien gastó 2000 dólares en un estúpido pastel.

No le di más vueltas al asunto y me comencé a sacar los prendas para poder bañarme.

(...)

Tarde una hora en el baño. Tenía otra hora para vestirme así que estaba bien.

Saque el Smoking del closet y comencé a ponerlo super lento. Una vez que ya lo tenía puesto, me acerque hasta el espejo y sonreí al ver lo bien que me veía bien. No es por presumir pero supongo que no es justo que tenga que lucir este Smoking si no quiero.

Me eché perfume y sali, todavía quedaban unos minutos. La boda la haríamos en la Iglesia y digamos son unos 15 minutos de mi casa.

Narra ______.

-¡BRUNO! ¡VEN RÁPIDO! -Grité con todas mis fuerzas.

-¡Ya voy!

En menos de 4 segundos Bruno ya estaba a mi lado.

-Tenemos que irnos -Dije con la voz un poco  quebrada.

-¿Irnos? ¿Por qué?

Rápido ____ inventa una excusa.

-Se me quedó... Se me quedó la... Se me quedó una polera.

¿Polera?

¿Es enserio?

-¿Polera?

-Si... Una polera. De hecho mi favorita.

-______, no es la polera. Te estas mordiendo las uñas -Señaló mi boca con su dedo índice.

No me había dado cuenta.

Oh.

-Bruno por favor... Mi polera.

-_____. No es una polera. No creo que estés tan nerviosa por una simple polera.

Mire al suelo, resignada. No podía mentirle a mi hermano.

-Juan... -Mi voz se quebraria en cualquier momento.

-¿Maluma?

Asentí.

Me rodeo en sus brazos y besó suavemente mi cabello.

-¿Dónde tenemos que ir?

Sonreí soltandome de su abrazo.

(...)

-¿Estás segura que es por aquí?

-Si Bruno.

No sé dónde sería la boda, lo más probable sería ir a su casa para ver.

Miré el sendero, era el mismo en el que había ido la primera vez. Sonreí al notar todos los árboles y todo lo verde que había alrededor. Al final de dichoso sendero, divisé la casa.

-¡Ahí está la casa! -Grité con emoción.

 Los 3 segundos despues, se me hicieron más que eternos. Quería llegar y decirle a Juan que parara esa boda, no quería que se casara.

Apenas el auto paró delante de la casa, me bajé lo más rápido que pude. Toqué la puerta reiteradas veces.

Nadie abría.

Mi vista se estaba comenzando a nublar. 

Como fui tan estúpida de haber dejado a Juan.

La puerta se abrió de repente dejando a la vista una chica morena, con el cabello negro bastante largo y bonito. 

-Hola ¿Podría ayudarte en algo? 

-Hola... No nada solo...-Me interrumpió.

-Oh, eres la chica del pastel?

-En realidad yo no....

-Oh, chica, el pastel no tiene que llegar aquí, tenía que llegar a la Iglesia. Déjame que te busco la dirección.

Era todo o nada.

-Si, la verdad, me dijeron que tenia que llegar a la casa, por favor deme la dirección, nadie quiere que el pastel llegue echo añicos -Sonreí algo nerviosa.

Ella asintió con una sonrisa y entró a la casa. Di un largo suspiro. Al rato llegó con una hoja de papel en la mano.

-Toma, aquí está, espero que te ayude -Me guiñó un ojo.

Le sonreí.

Hasta un cierto punto me dio vergüenza abusar de su confianza para tratar de impedir esa boda y que además no traigo ningún pastel conmigo.

Me di la vuelta y fui corriendo hasta el auto, apenas estuve dentro, Bruno arrancó el auto. Le di la pequeña hoja.

-Queda como a media hora de aquí. Oye... ¿Por qué una Iglesia? 

-No preguntes nada y ahora conduce -Lo reté.

Solo bufó y siguio conduciendo. Los minutos se me hacían horas y cada vez iban pasando más y más lento. No hayaba la hora de llegar y de impedir esa boda.

Narra Juan Luis.

Llegamos todos a la Iglesia, estaba parado delante de todos. Los invitados se sentaban, me miraban y sonreían. Trataba de devolverles la sonrisa pero supongo que me salía más como una mueca. Entró una chica de más o menos 20 años y se sentó en el pequeño banco que acompañaba al piano que estaba al lado derecho mio. Se sentó, esperó a que las puertas se abrieran y comenzó con la típica melodía.

Sentí como mi pecho se apretaba y mi respiración se me dificultaba.

Los flash me cegaban entero, entró Natalie con su voluminoso vestido. Sonreí, o eso al menos quería.

Natalie estaba con una sonrisa de oreja a oreja. Sin duda se veía más feliz que nunca.  ¿Quién era yo para arruinar eso?

Llegó a mi lado con una sonrisa, tengo que admitir que se veía muy hermosa. Una punzada en mi pecho llegó en ese momento. El padre se paró al frente de nosotros y nos sonrió, yo estaba inmóvil mirando hacia adelante.

Cuando de repente suena una de las puertas.

Más invitados, pensé.

-¡NO! ¡No se puede casar! -Gritaron a mis espaldas.

Reconocería esa voz en cualquier lado...

______.


Y otra vez las dejo con la intriga, amenme ah axks. Me di un pequeño tiempo de poder escribirles el capitulo, espero que les guste :) trataré de subir capitulo lo antes posible...

Voten y comenten que les pareció ;)



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