Pv ______.
Encendió el auto y salió del estacionamiento, mis nervios iban a mil al igual me mis emociones, no podía concentrarme, tampoco en esto de que solo será una noche y después cada uno por su lado.
Estoy sumamente nerviosa la verdad... Estaba que le decía que se devolviera al Bar.
Ví que estábamos en el camino de una carrera, estábamos llegando a una zona rural, reconocería este lugar como la palma de mi mano.
Su casa.
Es solo pensar en todas las cosas ocurridas aquí me causaba un escalofrío por toda la espina dorsal. La penumbre luz con suerte nos dejaba mirar el camino, cuando veo la gran casa de Juan detrás de todos los grandes árboles.
Cuando se estacionó me preparé mentalmente para lo que podría venir ahora, quería hacerlo. Quería correr el riesgo con la persona que más amo en todo el mundo.
Apenas el motor se apagó, los seguros del auto se abrieron, dejé escapar un suspiro. Si ya mis nervios estaban a mil, ahora estaban a un millón.
Me bajé del auto, miré por encima del parabrisas para ver a Juan cerrando la puerta, lo miré y automáticamente me dieron ganas de saltarle encima y besarlo, pero tenía que contenerme. Me acerqué a su lado y con todo el valor del mundo, aunque se que después me arrepentiré, le di un abrazo.
Sus brazos fuertes se envolvieron en mi cintura mientras me los míos estaban por su cuello.
-No sabes cuanta falta me has hecho... -Susurré al borde las lágrimas.
Sus manos se aferraron más a mi cintura dejándome casi sin aire, aunque estaba un poco apretada, no me importaba, la verdad es que estaba a gusto con su tacto en mi cuerpo.
-Yo también te extrañé mucho, princesa -Besó la parte de atrás de mi oreja, haciendo erizar todos los vellos de mi cuerpo.
Princesa...
Sonaba tan bien desde su boca.
Me despegué un poco de él hasta poder mirarlo a los ojos. Cristalizados, tanto que podía verme a través de ellos.
Tome su cara entre mis manos y pegué sus labios a los míos sin pensarlo dos veces. Se que después me arrepentiré de la estupidez que acababa de hacer.
Ahora sus manos, que previamente estaban en mi cintura, pasaron a espalda baja. Tenía un poco de deseo que bajara un poco más sus manos hasta dar con mi trasero. Pero no pasó.
-Vamos a dentro... Hace frío -Soltó vapor de su boca- No quiero que te enfermes.
-Está bien -Medio sonreí.
Tomó mi mano, y al hacerlo la maldita sensación eléctrica me recorrió el cuerpo. Traté de no ponerme nerviosa para no hacérselo notar, me mantuve normal pero supongo que él también sintió lo mismo yo ya que miró nuestras manos entrelazadas y luego a mi reiteradas veces.
Me dio un pequeño jalón y me guío hacia la entrada de su casa.
Dios, muchos recuerdos llegaron a mi cabeza de golpe.
La primera vez que vine aquí.
La boda de él.
El golpe en la cabeza.
Natalie.
Natalie. ¿Que será de ti?
Apenas pude reaccionar me di cuenta que Juan ya había abierto la puerta de su casa, pasé algo tímida.
-Estás en tu casa... -Susurró- Aunque sea por una noche.
Me tragué todas las lágrimas.
-Gracias.
Me acerqué hasta la chimenea que tenía y la miré por una milesima de segundo. Habían restos de fotos quemadas.
No le tomé tanta importancia y me fui a sentar a uno de los sofás.
-¿Tienes hambre? -Preguntó.
-Un poco.
-Tengo papas fritas -Trató de sonreí.
-Está bien para mi -Le sonreí.
-Ya vuelvo.
Se fue a la cocina. Miraba con detenimiento todo lo que había cambiado desde la última vez que había estado aquí.
-Tenía esto... -Habló- Espero que te guste.
Miré lo que traía en las manos.
Una botella de Whisky y una bolsa de papas fritas, dejó todo sobre la pequeña mesa de centro y se sentó a mi lado.
Mientras trataba de abrir la botella, miré detenidamente las facciones de si rostro. Si, la verdad es que había cambiado bastante. Se estaba dejando crecer un poco la barba y la verdad es que le sentaba de maravilla.
Sus ojos seguían cambiando de color con respecto al clima en el que se encuentra. Ahora mismo los puedo ver de un color azul verdoso.
Unos ojos que podría pasar mirando todos los días sin aburrirme.
-¿Has estado con alguien? -Preguntó de repente.
¿Qué?
-¿Qué si estuve con alguien? -Repliqué algo insegura.
Asintió algo cabizbajo.
-Si, la verdad es que sí -Inmediatamente se tensó- Y que hay de tí ¿Estuviste con alguien? no me digas que no, no te lo creeré.
-Entonces no me creas, yo no estuve con nadie -Me miró a los ojos- Con. Nadie. -Dijo más pausadamente.
Respiré hondo, la verdad que el ambiente se estaba poniendo demasiado incómodo.
¿Estuve con alguien? ¡Claro que no! Estaba muy pendiente en la universidad como para preocuparme de una persona, con suerte tenía tiempo para mí.
-¿Tuviste otro novio después de mí? -Esa palabra me hizo hervir la sangre.
-Que yo sepa solo he tenido un novio, que ahora es mi ex -Me miró a los ojos- Y se llama Mark -Me levanté el sofá.
-¿Y yo qué?
-¿¡Y yo qué!? -Imité su voz, osea traté de imitar su voz- Nunca me lo pediste... -Por eso es que te fue, por eso es que me dejó sola, porque solo me quería para un rato. Lágrimas amenazaban con salir, pero no lloraría, no por él.
Su cara esa un arcoiris en este momento.
-¿Por eso es que nunca me lo pediste? ¡Porque solo me querías para el rato! -Grité frustrada- Por eso te fuiste ¡Ahhhh! ¡¿Como fui tan estúpida en creer todo lo que decías?! -Le golpee el torso, nisiquiera lo moví.
-Calmate... No te queria para el rato -Limpió mis lágrimas.
Y ahí fue cuando sus labios impactaron en los mios, fue un beso suave, uno muy lindo que no solo pedía sexo.
-Te amo, _____. Te amo -Repitió de nuevo, una pequeña lágrima casi invisible resbaló por su mejilla, y de nuevo juntó nuestros labios.
Mis manos pasaron hacía su cuello, jugando con el cabello casi inexistente de su nuca, mientras que él recorría mi espalda a su manera. Sus manos jugueteaban con el broche del vestido. Sabía lo que quería y yo se lo daría.
¡¡¡Aquiiiii su capitulo!!! Espero que les haya gustado mañana estaría subiendo otro más detallado si es que lo quieren❤.
Gracias por todo su apoyo💜
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Amigos Con ¿Ventaja? - Maluma
Romance______ y Maluma, dos completos desconocidos que sólo querían una noche de sexo y pasión. El destino siempre hace de las suyas, y asi es como el dolor y sentimientos amorosos se juntan en un camino haciendo miles de explosiones en ellos. -¿Por qué...