Caer y levantarse

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  Una amigo de Papá dice que la vida da muchos golpes y que te puede tumbar y te sueles caer por tonto, por no saber sujetarte, pero lo bueno es levantarse ante esos golpes, según él, es lo que te hace el más fregón.

  Por la mañana Mingus me llevo a rastras hasta la alberca.
Yo: Lucien déjame.
Mingus: no te va a pasar nada.
Yo: Mingus, que no.
Le importó muy poco lo que le dije y me aventó a la alberca, claro cuando hizo el balance yo lo jale conmigo y también se terminó mojando todo.
Yo: idiota.
Mingus: ¿quee? está fresca.
Yo: tú pareces un fresco.
Mingus: que no te oiga Eliza.
Yo: ¿por cierto que pasará con Eliza?.
Mingus: vendrá a estudiar cerca de Georgia.
Yo: menos mal.
Mingus: te ves como un perro mojado.
Yo: que enfadoso, lo comencé a hundir.
Mingus: hazlo de nuevo y verás como te va a ir.
Yo: no te tengo miedo.
Mamá: hey, ¿que les pasa? aún no han desayunado.
Yo: él me tiro.
Mamá: salgan a desayunar.
Mingus: te vas a meter a nadar con nosotros ma.
Mamá: en la tarde ya que no pegue el sol.
Yo: pero si no te metes, te metemos.
Mamá: ajam.
Mingus: es neta.
Mamá: ajam.
Paúl: yo me voy a meter ya.
Yo: me voy a cambiar el short.
Sarah salió de la casa.
Sarah: ¿porque no me hablaron?.
Yo: Mingus me despertó y me vino a tirar al agua.
Sarah: venganza, sobre aviso...
Yo: no hay engaño, así que cuidate rubio.
Mingus: vas a valer.
Yo: jajaja, noo no, son mentiras.
Intentaba hundirme.
Paúl: hey, chicos haber vengan para clavados.
Yo: si mejor.
Mamá: no anden pesado en lo ondo Mingus.
Yo: no te preocupes mamá.
Mamá: ya les dije.
Paúl: amor, déjalos.
Mamá: si también te digo a tí.
El tío max río y se metió en la piscina con Sarah, mientras que Oliver miraba desde la ventana del cuarto donde había dormido.
Yo: ma, ¿cuando me vas a dar mi cel?.
Mamá: cuando se me pegue la gana jaja.
Yo: maaa. -me miro como con sus ojos penetrantes y luego me abrazo por la espalda dándome un beso en la mejilla.
Mamá: no sé amor, quizá en un días como máximo.
Yo: ¿el día que nos vamos a ir?.
Mamá: ajam.
Yo: mami.
Mamá: no comiences, y si lo haces mejor vete a dentro, quiero andar agusto y contigo viéndome así soy demasiado blanda.
Yo: tanto que te quiero.
Mamá: pórtate bien entonces.
Ana: ¿estás castigada?.
Yo: sip.
Ana: ¿por?.
Yo: es que le dije cosas a Paúl.
Ana: grave error.
Yo: dímelo a mí me sentí fatal.
Max: amor, métete.
Ana: me voy a quemar más.
Paúl: ponte bloqueador y ya.
Por lo menos mamá lo hizo, se fue por bloqueador y regreso a la piscina.
Mamá: está heladita.
Paúl: si bastante.
Mamá se acerco con Paúl y se pusieron a platicar con mis tíos, mientras Mingus buscaba una pelota.
Paúl: ya sé, jugamos voleibol, nosotros con las niñas, y ustedes con el niño -se dirigió a mamá.
Oliver: sale, yo saco.
La pelota le calló a mi tío Max y después a mamá, pero ella la elevó tanto que nadie la alcanzó, y yo fui la que se digno a ir por la pelota.
Mamá: corre Alejandra, así vas a llegar mañana.
Yo: a pues salgan ustedes por ella.
El siguiente pase fue a la tía Ana, pero Mingus la tuvo que salvar por que casi caía al piso.
Yo: 1-0.
Mingus: ajam como no.
Yo: jajaja, llorón.
Estuvimos dentro de la alberca como dos horas, y salimos casi ardidos por el sol, pero más yo que ninguno otro.
Mingus: ¿quien se quemó más?.
Sarah: Oliver.
Mingus: que estúpida. -puesto que Oliver ni se había asomado-.
Mamá: HEEY, CARAJO PUES.
Mingus: acabas de decir algo peor.
Mamá: ¿quien es la mamá? -río-.
Mingus: no sé, me abandono cuando era niño.
Mamá: eso quisieras.
Yo: ¿vamos a patinar?.
Mingus: sí, ma vamos a ir ¿sí o sí?.
Mamá: se vienen rápido Mingus.
Sarah: yo también voy.
Estuvimos jugando ajedrez un rato antes de irnos y en eso llegaron los abuelos.
Elsa: hola chicos.
Yo: hola abue.
Oliver: hola -dijo muy serio-.
Fleming: ¿que pasa contigo?
Oliver: nada.
Elsa: yo conozco esa cara ¿que pasó?.
Ana: su padre lo regaño por cosas que hizo.
Elsa: mmm ¿que hacemos hijo? -lo tomo de los hombros.
Oliver: nada.
Mingus: vamos a patinar oli.
Oliver: no creo que me dejen.
Max: puedes Oliver, si te comportas.
Sarah: no te preocupes pa, supongo que lo hará.
como a las 4 salimos a unas pista de patinetas.
Hace mucho tiempo que no salía para patinar, pero lo que bien se aprende no se olvida así que ahí estuve aferrándome hasta que patine a la perfección.
Oliver se veía mucho más relajado ahí que en casa, aunque no fue capaz de decir mucho, sólo interactuaba con la patineta y era todo.
Yo: hey Sofie ¿que tendrá Oli?.
Sarah: es la regla.
Yo: jajajaja, hablo en serio.
Sarah: jaja no lo sé, preguntale.
Yo: no, me golpeará.
Sarah: miedosa.
Yo: oyee -le di un leve empujón.
Estuvimos muy bien y regresamos a casa después de dos horas, donde nos esperaba un rico postre de chocolate hecho por la abuela, la tía y mamá.

la hija de ReedusDonde viven las historias. Descúbrelo ahora