Enfermedad

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Lunes de nuevo, que fiasco empezar mal una semana, ya que hoy no fue para menos, no logre conciliar el sueño antes de las 2:00 am y a las 5:30 ya estaba de pie otra ves,  muerta de hambre,  y deseosa de tomar un gran vaso con agua,  pero la misma flojera me orrillo a quedarme tirada, sin moverme ni siquiera para lubricar mi garganta con un poco de agua,  a modo que casi lloro sólo por frustración y es que todos tenemos días que simplemente no nos ayudan a mejorar.
1: cuando desperte mi celular callo y se despostillo de una esquina, por que ayer por la noche le quite la funda.
2: al caminar estrelle el dedo meñique del pie contra la cama.
3: la musica ni me satisfacía.
4: sólo quería que alguien me mimara.

Mingus: vamos Alejandra ya tenemos que alistarnos para el colegio.
Yo: intento hacerlo.
Juró que lo intentaba pero al salir de mi habitación me tire de vuelta en el sofá de la play room y cuando menos lo esperaba.
Papá: (hablando suave) Alejandra. Te queda media hora para el cole.
Yo: dormi muy poco ¿puedo llegar a la segunda? .
Papá.: tú sabes
Yo: mientras me lleves.
Papá: si te apuras yo te llevo.
Yo: ¿ y Mingus?
Papá: esta a punto de irse.
Yo: okey me alistare entonces.
En verdad me sentía cansada, no encuentro explicación pero así sucedió y ni modo es lo que hay.
En el colegio..
Chandler: te ves mal.
Yo: casi no puede dormir,  pero vamos a ensayar.
Chandler: si vamos por que en dos horas tengo que ir a grabar.
Yo: excelente, -dije con ironía-.
Estábamos ensayando pero todo seguía mal.
Chandler: deberías de volver a tu casa no te siente muy bien ¿verdad bebé?.
yo: aauuu mi estómago -lo abracé.
Mingus: ¿que te pasa pulgosa?.
Yo: me siento mal.
Chandler: le diré a Sergio que nos guarde el lugar.
Yo: si por fa.
Sergio llamó a papá y esté en cuanto llegó le dijo a Chandler que se fuera con nosotros,  al contrario de Mingus, quien se quedo practicando.
.....
Llegamos a una farmacia a buscar algo que me sirviera.
Papá: Ale tomate las pastillas de una ves.
Yo: saben asqueroso.
Chandler: vamos no quiero que te sientas tan mal, amor. (Abrazandome).
Yo: yo tampoco quiero sentirme así.
Chandler: entonces tomate esto.
Yo: okey. (Me tome la pastilla y fue un horror).
7 minutos despues.
Chandler: ¿te sientes mejor?.
Yo: casi no.
    Creo que no me callo mejor la pastilla, no se me quitaba el dolor de la cabeza y mientras esperaba que papá terminara de trabajar y regresara, me hacia bolita en la misma parte del sofá esperando que el dolor terminara, pero aun así no funciono.
Se abrió la puerta del camerino.
Yo: papá que bueno que llegas quiero ir a casa.
Papá: chandler quiere estar un rato contigo.
Yo: pues dile que venga, quizá me quede dormida platicando un rato con él.
Papá: toma las pastilla de nuevo, son cada 5 horas.
Yo: sí, no te preocupes claro que lo haré.
Chandler me acompañó hasta el final del día, me sentía tan mal que incluso ni siquiera podía estirarme, la tripa se me hacia bola cada ves que lo intentaba y no me sentía para nada bien.
Mingus: ¿quieres otra pastilla?.
Yo: solo quiero descansar.
Mingus: pues los dejare un rato para ir a ver el correo que quedo Sergio en enviarme.
Yo: va, ya esta.
Chandler: ¿te sientes muy mal aun?.
Yo: ya se me esta pasando.
Chandler: que bien bebé.
Yo: ¿quieres acostarte conmigo?.
Chandler: si, ¿te sigo leyendo el libro?.
Yo: va, leelo.
Chandler: Gandalf se puso de pie. Habló con severidad.
-Serás un tonto si lo haces, Bilbo - dijo -. Cada palabra que dices lo muestra
más claramente. Tiene demasiado poder sobre ti. ¡Déjalo! Entonces podrás irte y serás libre.
-Iré adonde quiera y haré lo que me dé la gana -continuó Bilbo con
obstinación.
-¡Ya, ya, mi querido hobbit! -dijo Gandalf -. Durante toda tu larga vida
hemos sido amigos y algo me debes. ¡Vamos! Haz lo que prometiste, déjalo.
-¡Bueno, si tú quieres mi Anillo, dilo! -gritó Bilbo-. Pero no lo tendrás. No
entregaré mi tesoro, te lo advierto.
La mano del hobbit se movió con rapidez hacia la empuñadura de la pequeña
espada.
Chandler siguió leyendo hasta que al parecer mis pilas se agotaron y quede totalmente en un profundo sueño.

la hija de ReedusDonde viven las historias. Descúbrelo ahora