"Ponte bonita" "Se educada con los invitados" "Se una señorita" "Se amable"
Mamá y papá se arreglaban para la noche en que llegarían los invitados. Mientras mamá me obligaba a ponerme un vestido azul con adornos por doquier, papá se miraba al espejo arreglandose la corbata, mamá bajaba mi cabello haciendome gritar de dolor, no era ese tipo de niñas que se arreglaba a cada instante.
Esta cena era dedicada a los nuevos socios de mi padre: "La familia Sangster". Al menos eso es lo que oí.
Christen corría por doquier riendo y saltando de vez en cuando desordenando su cabello.
Karen y Jerome, los sirvientes, y confidentes de todas mis travesuras, arreglaban la mesa para los invitados: cubiertos, platos, vasos, tenedores, copas de vino, etc.
—¡Christen quédate quieta por una vez en tu vida!—exclamó mi madre ya cansada del comportamiento de mi hermana menor. Arregló su cabello rubio sedoso y la envió a ver televisión.
Por suerte para mi, salí a mi padre, castaña, piel trigueña,y ojos cafés. Mi hermana era mi madre en pequeño, ojos verdes con café y su cabello rubio.
—____, cariño ve a decirle a Karen que los invitados ya están por llegar. Que acomoden la cena—asentí. Como buena niña que soy me dirigí a la cocina ante las ordenes de mi madre. Karen lavaba los platos y Jerome servía las copas.
—Karen—jalé su falda en señal para que me haga caso. Ella bajó la vista con una sonrisa.
—¿Qué pasa, nena?
—Mamá dice que los invitados están por llegar y quiere la cena—sonreí.
Karen era mi segunda madre, era la engreida de la casa, ni mi hermana se ganaba mi puesto, si quería algo, lo tenía, nadie me decía no o era un sí o un sí. No era opción un no por respuesta, mi padre era el que más me engreía y mamá a Christen, a veces decía que era mayor para niñerías pero para papá era su princesa.
—Enseguida, ____.—se acercó a un estante a sacar los platos, mi vista recorrió el lugar hasta quedarse en chocolate. Volví a jalar la falda de Karen y le señalé los chocolates.—Solo uno, y no le digas a tu madre ¿de acuerdo?—asentí.
Cuando me lo dió me escondí detrás de un estante, era mi lugar secreto y nadie lo sabía, hay me escondía cuando me regañaban, cuando jugaba, era todo.
—¡____! ¡Ven aquí, ya vinieron los invitados!
Salí de mi escondite y me dirigí a la puerta, me puse en fila con Christen a mi lado, recta y con las manos en mi espalda, papá me vió y soltó una carcajada. Jaló sus pantalones para agacharse, sacó un pañuelo y limpio mi boca.
—La próxima recuerda no dejar huellas o tu madre será peor que Hulk—susurró. Christen y papá rieron bajo. Solté una sonrisa.
—Señor Brigs, ya llegaron—comentó Jerome llegando, papá asintió incorporandose y mamá pasó resonando sus tacones mientras acomodaba su cabello rubio.
Jerome abrió la puerta y dejaron ver a cuatro figuras, entre ellos un niño que llamó mi atención, junto a él venía una chica un poco más alta que él, rubia y simpática.
—Mark, Tasha, un gusto tenerlos aquí—saludó mi padre estrechando la mano de ambos.
—Un placer—saludó mi madre dandoles besos en la mejilla—Ellas son mis hijas ____ y Christen,niñas...
—Buenas tardes señor Sangster, es un gusto tenerlo en nuestro humilde hogar—sonreí. Memorizé cada palabra que mi madre me dijo
-El placer es todo mio, señorita-sonrió el hombre y le devolví el gesto. Christen corrió y abrazó al hombre, siempre tan cariñosa.
-Hola, me llamo Christen ¿Tú quien eres?-preguntó inocentemente. El hombre la cargó y le sonrió
-Soy un amigo de tus padres y vinimos a cenar ¿te parece bien?-bromeó
-Estupendo-se emocionó y señaló abajo-¿Quienes son ellos?-entrecerró los ojos. Miré al chico que estaba parado al lado de su madre, desvié mi vista a su hermana cuando noté que él ya me miraba desde antes,y aún asi lo miré no quito la vista.
-Oh, ellos son Thomas y Ava, saluden niños-sonrió su madre.
-Hola-sonrió Ava saludando con la mano
-Hola-saludó el tal Thomas sin dejar de verme. Mi padre pareció darse cuenta pero no hizo nada
-Nuevos amigos-aplaudió Christen y pataleó para que la bajara. Al pisar tierra corrió hacia ellos y tomó a cada uno de una mano-Vamos,les enseñaré todo.
-____ ¿por qué no los acompañas?-preguntó mi madre insistiendo en que vaya.
Asentí. Caminé detrás mientras Christen mostraba toda la casa y los adornos y bla bla bla. Notaba que Thomas me miraba de reojo.
-¿Puedes dejar de mirarme?-comenté enojada esperando de que deje de hacerlo.
-No.
Esperen ¿qué dijo? ¿Acaso dijo no? Bufé y caminé molesta a mi habitación, la abrí y me encerré azotando la puerta. Nadie me dice que no, siempre es un si, ese chico se había ganado una parte de mi odio ahora.
Pasaron los minutos y decidí bajar, necesitaba chocolate y solo Karen me los daría, puse música mientras me ponía mis zapatos, tarareba la canción mientras me acomodaba el vestido, apagué la música y caminé a la puerta, grata sorpresa me llevé cuando el chico ese estaba sobre la puerta y cayó cuando la abrí.
-¿Qué te pasa? ¿Acaso me espiabas?-grité enojada.-Le diré a mi padre para que te heche de mi casa ahora mismo
-Eres una engreida,solo caminaba y tropezé cuando abriste la puerta-se incorporó.
¿Estaba retandome?
-Si claro,y yo soy el conejo de pascua-rodé los ojos sarcásticamente
-Pues se parecen demasiado,son feos y metiches.
Abrí mi boca indignada y bufé.
-¡Papá!-bajé corriendo no sin antes darle una mirada asesina a Thomas
Todos estaban en la sala de estar sentados en el sofá hablando mientras Christen y Ava jugaban a las muñecas. Localizé a mi padre y corrí hacia él para luego sentarme en su regazo y abrazarlo.
-___ cariño,justo estaba hablando de tí-mi padre rió acariciando mi espalda
-No quiero escuchar nada.-miré atrás y Thomas bajaba las escaleras tranquilamente con las manos en sus bolsillos. Lo fulminé con la mirada
-Anda,anímate-me separó de él y sonrió-Mark y yo hablabamos de poner a Thomas y a ti en el mismo cole para que se conozcan mejor.
-Me parece una genial idea-Thomas entró en la conversación sonriendo.
¿Esto es una broma? Por favor, despiertenme.
Gracias por leer el primer cap y darle una oportunidad a esta historia.
L I G H T
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You Don't Own Me.(Thomas-brodie Sangster y tú)
FanfictionMaldito sea el día en que lo conocí... Bendito sea el día en el que me beso... Maldito sea el día en que casi me tiene... Bendito sea el día en el que dormí en sus brazos... Maldito sea el día en que pensó que le pertenezco... Maldito sea el día en...