Cap 45

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-¿Y estás bien?

-Sí.

-¿Enserio?

-Que sí.

- Ya, ya no te molesto.

-¿Puedes dejarme dormir ahora, Han? Ya me dio sed de tanto estar respondiendo que sí.

Hana y yo habíamos estado hablando desde hace dos horas porque ambas estábamos aburridas, creo que Hana más que yo.

-Esta bien, lo siento. Hablamos mañana.¿Ok?.

-Está bien. Buenas noches.

Corté la llamada y dejé mi teléfono cargando. Hablar con Hana me había dejado sin batería.

Salí de mi habitación y bajé sin hacer ruido. Acomodé mi cabello mientras iba a tomar un poco de agua.

Para mi buena suerte no me había topado con Thomas ni con Hye. Los había evitado estos dos días. Desde que salí con los chicos había estado esperando que Alex llamase para contarnos lo que tenía en mente. Sentía que iba a ser algo bueno y malo a la vez.

Al parecer evitarlos había sido la mejor manera de que...

-¡Mierda!-exclamé en voz baja. Me había golpeado el dedo chiquito del pie-¡Maldita sea!

Me apoyé en el sofá y empecé a hacer respiraciones para contener el dolor. Una vez sentía el dolor un poco más bajo, caminé cojeando a la cocina.

Llegué al refrigerador y tomé una bolsa de hielo para ponerlo en mi dedo. Maldita mesa. Me senté y puse el hielo en mi dedo para calmar el dolor.

-¿Muy tarde para golpearse, no?

Alzé mi vista y ví a Hye. Estaba en la puerta de la cocina con una bata de tela delgada y su pijama del mismo material.

— Lárgate-hablé con voz firme

—Mmm no.

Alzó los hombros y caminó para tomar un vaso. ¿En serio mundo?

Se sirvió un poco de agua y le dió un trago mientras yo miraba a esa desgraciada.

—¿Quieres un poco?—señaló el agua

—Vete directo a la mismísima...

—No me digas—me detuvo— ¿ A la mismísima casa de Thomas? Bien, deseo concebido, me voy—me guiñó un ojo y caminó a la puerta de la cocina

Cuando se fue casi me da ganas de perseguirla y lanzarle un vaso.

Dejé el hielo y caminé a mi habitación ya mejor. Me acosté e hice el máximo esfuerzo de dormir.







—¡No quiero ir!—chilló abrazando mi cadera

—Vamos, Chris, será por tu bien. Yo los use cuando era niña.

—¡No me importa! ¡No quiero!—volvió a chillar con los ojos llorosos

—Christen...

Mi madre la miró con advertencia y ella suspiró asistiendo.

Mi madre estaba llevando a Christen a ponerle brackets y ella no quería e insistió en que la acompañe.

Mientras mi madre hablaba con la secretaria, yo y Chris nos sentamos en el sillón. Acaricié su cabello para tranquilizarla, pero ella sólo movía sus pies con nerviosismo.

Mi madre vino un tiempo después y se sentó a su lado para hablar con Christen hasta que la llamaron.

Las tres nos paramos. Christen nos vio alarmada pero mi madre le dió una sonrisa y la tomó de la mano.

You Don't Own Me.(Thomas-brodie Sangster y tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora