You Don't Own Me.(Thomas-brodie Sangster y tú)

Cap 60

—No puedo creer que una de mis mejores amigas se vaya.—hablé triste

—Yo tampoco. Se volvió alguien cercana—alzé una ceja viéndolo.

Él me miró de reojo mientras comía una galleta y empezó a reír.

»A lo pasado pisado, tú eres quien me importa ahora.

Tomó mi mano besandola mientras me guiñaba un ojo. Yo estaba apoyada en las piernas de Thomas y él en las mías. Nos teníamos frente a frente.

Estábamos en mi casa haciendo nuestra noche de películas luego de regresar de nuestro encuentro con los chicos y la mala noticia de Marie. Mi madre y Christen habían decidido ir al cine.

Habíamos decidido poner "Love, Rosie".

—¿Crees que regresará?—pregunté mientras jugaba con sus manos sin prestarle mucha atención a la película

—No lo sé. Ya los escuchaste.

Hice una mueca mientras asentía. Thomas se quedó callado un segundo y luego puso su mano en mi mentón.

— Hey.—me hizo mirarlo—Ella estará bien.—me acercó a él para darme un beso corto pero dulce.

Asentí. Miré un punto fijo y luego pude notar que hay habían unas almohadas que guardaba desde hace años. Sonreí. Thomas giró a ver de qué se trataba.

—Ella y yo solíamos hacer casitas con las mantas mientras que usábamos cualquier cosa para sostenerlas. Marie  era la que agarraba las plumas de las almohadas y nos la hacía caer como lluvia a Hana y a mí —sonreí mientras lo recordaba—Era muy especial para nosotras.

Mis ojos se pusieron rojos pero no quería llorar. Thomas no dijo nada y sólo apretó mi mano para luego jalarme para acostarme en su pecho. Besó mi cabeza y seguimos viendo la película.

Uno, dos, tres...Maldición.

Corría tan rápido como podía buscando a Alejandro. Hoy debía darle el recorrido pero no lo encontraba por ninguna parte. Revisé aulas, le pregunté a estudiantes y hasta casi entró al baño de hombres.

Fue cuando me rendí que fui a mi casillero a sacar lo que necesitaba mientras recobraba el aliento.

—Me dijeron que estas buscándome, ¿Es cierto, beauty?—apareció Alejandro apoyado en mi casillero

—Lamentablemente si—le dije cuando giré a verlo—Ahora tendré que faltar a clase por mostrarte la escuela.

—Hey, no es tan malo.—me sonrió

—Ah, si lo es. Esto tiene reglas y si no vas a cumplir con los requerimientos será mejor que busques otra tutora—me crucé de brazos

—Está bien, está bien. Seguiré todos los pasos con tal de estar contigo—me guiñó un ojo sonriente

Rodé los ojos y cerré mi casillero de un golpe.

—Eres increíble—murmuré molesta

—¿Quién es increíble?—preguntaron detrás mío y mis vellos se erizaron

Giré a ver de quien se trataba.

—Tommy—sonreí

—Hola, princesa—sonrió de lado abrazandome por los hombros ignorando la presencia de Alejandro—¿Cómo estás?

—Bien ahora que te veo—me acerqué adrede y le planté un beso en los labios

Alejandro se mantenía en silencio mirándonos con una sonrisa socarrona.