You Don't Own Me.(Thomas-brodie Sangster y tú)

Cap 53

Pasó una semana desde que Thomas tuvo el accidente y fue internado, los chicos y yo íbamos a visitarlo cada que podíamos; pero los más frecuentes éramos Dylan y yo.

Me ponía feliz ir a verlo. Thomas cada vez mejoraba más y por suerte, ya que según el doctor pronto le darían de alta y era la esperanza de verlo fuera de este lugar la que me mantenía.

—¿Me estás escuchando?—  golpearon mi frente sacándome de mis pensamientos

Me sobresalte y miré al culpable.

—¡Auch!—exclamé en voz alta mirando a Marie

—¡Perdón! ¡Pero estabas distraída y yo estaba como estúpida contándote mis problemas existenciales!

—No son exactamente existenciales—señaló Hana comiendo una papa frita de MC Donald's

—Lamento haber estado pensando en la salud de Thomas.—le giré los ojos mientras daba un mordisco a mi hamburguesa

—No digo que este mal que estés pensando en Thomas, sólo quisiera que me des un consejo—agitó mi brazo y miró a Hana un momento

—A mi no me mires, yo ya te dije lo que deberías hacer—alzó los hombros y Marie gruñó

—¿Me explican qué pasa, ahora?—las miré a ambas

—Es que Marie quiere botar a Christian de su casa porque...

—¡Es un pesado!—terminó Marie

—¿Qué hizo?

—Nada.

—¿Nada?

—Exacto. No hace nada. Se la pasa de vago en casa y yo soy la que tengo que hacer todo—suspiró—maldito—se quejó Marie en lo bajo para luego tomar un poco de su gaseosa

—Ummm...No creo que haciendo eso consigas un cambio—le dije y ella me miró un momento

—¿Lo defiendes?—preguntó y quise hablar pero alzó un dedo—No importa. Tal vez estén el algo pero eso no significa...

—¿Están en algo?—interrumpió Hana abriendo los ojos

—¿Qué? ¿De qué diablos...? No tengo nada con Christian—me defendí frunciendo el ceño.

—Los ví besarse en tu fiesta.

—¿Se besaron en tu fiesta?—volvió a preguntar Hana sorprendida con una sonrisa

—Chicas, oigan, no...—miré a Marie—NO...—enfaticé—...tengo nada con Christian, sólo me dijo que él me había dado el regalo que les dije.

Alzé los hombros y ellas se miraron un rato confundidas.

»Qué—las miré a ambas y Marie tomó aire

—No es por nada, pero por más que le gustes, mi hermano como ya dije es un vago y no creo que haya hecho eso, ni siquiera tiene cerebro para pensar en algo tan bonito.

—¿Por qué diría eso entonces?—alzé una ceja

—Porque quiere impresionarte—dijo Hana—Tal vez escuchó hablando al que te hizo el regalo y luego aprovechando te lo dijo a ti.

Cuando iba a responder mi teléfono sonó y lo saqué de mi bolsillo. Era un mensaje de mi madre preguntando dónde estaba pues le dije que regresaría temprano.

—Chicas, tengo que irme—me levanté y guarde mi teléfono.

—¡Nooo!—se quejó Marie haciendo un puchero—Es viernes, dile si puedes venir a mi casa.