Cap 4

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Amanecí en mi cama. Los rayos del sol chocaban con mi rostro y una mueca se postró. Me senté tocando mi cabeza. Dolía a horrores. Tenía una camisa blanca que me llegaba a los muslos, los botones de arriba estaban desbotonados hasta uno más arriba de mi pecho.

No recordaba haberlo hecho. Me levanté pero caí por las sábanas y solté un gruñido. Sonó mi teléfono y me quejé.

Lo busqué hasta que lo encontré con mi ropa, contesté con los ojos cerrados con fuerza.

-¿Hola?

-¿Cómo amaneció mi rayito de sol?
Era Marie.

-Mal, mi cabeza está por explotar-rasqué mi nuca pero mis dedos se enredaron con mis cabellos, entonces jalé hasta que se liberaron

-Ya se te pasará, es por la primera vez-se escuchó su risa

-¿Y Hana?-cambié de tema

-No estoy segura, me fuí con Mike, ese chico es genial en la...

-Si, no me lo digas-aveces podía ser muy explícita, y sabía que la clase de amigas que mi madre querría, Marie no estaría en la lista.

-Solo te molesto-rió-Hana está conmigo, nos fuimos a las 5,por cierto,¿a donde fuiste?

Ni yo misma lo sabía,miré mi ropa y mordí mi labio.

-Ni siquiera yo tengo idea, tengo que colgar, nos vemos al rato.

-Claro,te quiero,adiós

Me levanté con la pereza más grande del mundo, me dí una ducha relajante pero el dolor de cabeza no acabó.

Me vestí con cualquier cosa que encontraba, tomé una pastilla del cuarto de mi madre, en la que ella estaba acostada con un cigarrillo colgando de su mano. Aunque fuera desatenta aún podía resguardarse para que Christen no la viera en su estado.

Karen también era de gran ayuda, aún la consentía aunque a mi ya no. Aveces llegaba a reclamarle a Karen por no darme lo mismo.

Thomas, el favorito, estaba en la sala comiendo un cupcake de chocolate con fresa, mi favorito. Estaba con una camisa azul y unos pantalones megros. Bajé y tiré mi bolso molesta al sillón llamando su atención. Lo fulminé mientras volteaba y caí en cuenta que su camiseta estaba abierta.

Sus biceps se notaban a kilómetros, era muy definido, creo que le favoreció ir al gimnasio. Mordí mi labio sonriendo sin vergüenza a que lo notara. Me miró extrañado sonriendo. Tenía un poco de chocolate sobre su labio.

-Pensé que no despertarías y tendría que tirarte un valde de agua con hielo.

Reí y me acerqué a él. Me senté en una silla que daba acceso a una mesa hasta la cocina. No sabía porque estaba haciendo esto. Tal vez aún estoy bajo la influencia del alcohol.

-¿Te quedaste a dormir?

-Es evidente, ¿no crees?

-¿Desde que hora estuviste?

-¿Esto es una especie de interrogatorio? -rió y negué

-Solo quería saber, es mi casa y no tienes porque entrar.

-Tengo las llaves es mía,niña fea.

-Idiota a quien nadie quiere.

Sonrió fulminante y vi el reloj de la cocina.

-Ups,hora de irnos-me levanté y con mi dedo limpié el chocolate de sus labios, luego lamí mi dedo viendolo.

Tomé mi bolso y caminé a la puerta. Christen bajó corriendo y me rebazó. Abrió la puerta y salió apresuradamente. Reí y salí rodando los ojos divertida.

-Buenos días señorita ____-Jerome regresaba con una bolsa llena.

-Jerome, dejemos la formalidad que el diablo no está aquí-sonreí y me imitó. Me dió un cupcake y sonreí como niña

-No se lo diga a su madre-me guiñó un ojo y besé su mejilla para subirme al auto.

Thomas estaba en la ventana del otro extremo. Alfrente estaba Ava y Christen hablando. Al verme me saludó y siguió su charla. Vi a Thomas, estaba con su camisa abotonada pero mostrando un poco el pecho. Estaba mirando por la ventana distraido y sonreí.

Cuando llegamos una punzada llegó a mi cabeza. Maldita pastilla que no puede durar un maldito día.

-¿Jaqueca? Pobre, se va a morir la niña fea.

-O te callas o te la cierro de una patada-el rió y salimos

Caminé a la clase pero ya estaba cerrada. Esperé en la cafetería, la verdad me valía un rabano. Cuando sonó la campana me encontré con Hana y Marie.

-____, por fin te encuentro-sonrió Marie dando un beso sonoro en la mejilla-No sabes lo que tengo.

-Adelante, sorprendeme-sonreí.

Me tomé una pastilla para el dolor de cabeza y Hana rió tomando su jugo de cajita.

-Tengo entradas para el Rocksy esta noche, ¿vamos a divertirnos?

Me miraron y reí mirandolas sarcásticamente. Me sonrieron insistentes.

-No me subestimen, iré pero si me prestan algo de ropa.

-Eres una pendeja-rió Marie y Thomas pasó con sus amigos.

Las chicas voltearon a verle el trasero y yo aproveché para comerme su comida, voltearon mordiendo su labio y sonreí.

-Debe ser increíble en la...

-Marie-la miré sonriendo y ella alzó los hombros.

-No entiendo como no te lo has llevado a la cama teniendolo tan cerca tuyo, me impresionas ____-Hana sonrió comiendo una papa frita

-No tengo su mente sucia como ustedes.

-Pues esta noche será diferente, con suerte irá con su paquete listo-Marie mordió su labio y le pegué con mi bolso-Solo digo la verdad.

-Hoy terminan temprano las clases, aprovechemos y vayamos a mi casa-Hana cambió de tema y sonreí agradeciendole

-Y que hacemos aquí, vamos.

Nos levantamos pero me detuve. Tenía que avisarle al idiota de Thomas que no iría.

-Esperen aquí, tengo que decirle que no iré con ellos hoy.

-Aprovecha, es un hermoso ser andante.

Caminé ignorando su comentario,estaba riendo con sus amigos y lo hice voltear.

-¿____?

-No me quedaré, solo te vine a decir que no iré con ustedes hoy.

-¿Y se supone que debe de importarme?

-Solo te aviso.

-Y yo juego. Claro que me importa.

-Mientes, no te pertenezco para que te preocupes.

-Entonces vete al diablo con tus amigas.

-Siempre tan dulce-le sonreí y volteé

Antes sentí como me daban una nalgada y volteé alzando una ceja. Thomas rió y me senté en sus piernas acercandome a su odio.

-No empieces algo que no terminarás nunca-susurré y apreté su entrepierna. Luego le di palmadas en la mejilla y me fuí.

Marie y Hana me miraron sonriendo y rodé los ojos.

-Vámonos y no digan nada.

-Como ordenes, aveces somos tan influyentes.

-Ni que lo digan.

You Don't Own Me.(Thomas-brodie Sangster y tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora