You Don't Own Me.(Thomas-brodie Sangster y tú)

Cap 31

Thomas abrió la puerta del copiloto y me dió la mano para que baje. Me sonrió y bajé; luego cerró la puerta.

—¿Vendrán Dylan y Hana?

—No. Ellos tienes sus propios planes, ahora ponte esto—me enseño una venda

—Ni hablar—retrocedía nerviosa

—Vamos, es parte de la sorpresa—acercó la venda

—No quiero morir por una caída, Tom— reí nerviosa

—No seas exagerada, yo te guiaré todo el camino y te diré que tienes que hacer— se puso detrás de mí y me colocó la venda— ¿Lista?

Asentí.

Empecé a caminar y seguí las instrucciones de Thomas. A veces me tropezaba, pero Thomas me sostenía y besaba mi mejilla.

Luego de un rato caminando los sonidos de la ciudad iban disminuyendo. Me dió más curiosidad.

De pronto, nos detuvimos.

— Llegamos. ¿Lista para ver una parte de tu sorpresa?—susurró en mi oido

Asentí nuevamente con una sonrisa. Sentía las mariposas en mi estómago. Thomas me quitó la venda y pude ver lo que había.

Era un campo extenso , habían árboles a la izquierda y derecha. Pero había un camino de piedras en medio y velas decorando. Miré a Thomas con una sonrisa.

—Ve a ver que encuentras—me abrazó por la cintura y susurró en mi oído. Cerré los ojos y luego ya no sentí los brazos de Thomas. Abrí los ojos y miré atrás. Thomas no estaba.

Miré el camino y me acerqué. Empecé a pasar por ellas mientras miraba con atención la decoración. Los árboles y las velas. Era hermoso. Oí el sonido de un río. Caminé con rapidez y ví un puente de madera. Mientras más me acercaba más cerca se oía. Al llegar empecé a subir el puente y observé el río que se encontraba abajo. Me apoyé en la baranda y cerré los ojos sintiendo el viento en mi rostro.

Luego de un rato pensando decidí seguí caminando. Caminaba distraída hasta que algo tocó mi frente. En la rama de un árbol colgaba una carta. Poniéndome de puntas lo saqué y lo abrí.

"Si de algo estoy seguro es que si te volviera a conocer, te volvería a elegir"

Sonreí y miré las demás ramas. Mientras caminaba sacaba las cartas y leía su interior.

"Hoy te amo más que ayer y si ayer te amaba demasiado, imagina cuanto te amo hoy"

Cada palabra me enamoraba más. Cuando saqué la última carta empecé a escuchar una melodía. Guitarra.

Hice a un lados ramas que obstruían mi camino. La melodía era más fuerte. El camino de piedras se había acabado y quise sentir el césped. Me quité los zapatos y sentí el cosquilleo, moví mis dedos. Seguí caminando guíandome por la música. Giré a la derecha y hay estaba.

Parado con una guitarra. Unas velas y una manta en el suelo con diferentes tipos de comida.

Mientras me acercaba escuchaba como cantaba. Cada paso que daba me encontraba mucho más cerca de él. Sonreí. Su voz era hermosa, nunca lo había escuchado cantar. Me quedé frente a él mientras cantaba mirándome a los ojos. La emoción se hizo presente en mí y las lágrimas no tardaron en invadir mis ojos.

Cuando terminó de cantar bajo la guitarra y nos quedamos viendo.

—______....

No lo dejé terminar porque me lanzé a sus labios. Lo besé con ternura y con todo el amor que fuera posible. ¿Es que acaso puede ser más perfecto?

—Gracias Tom.

Le susurré mientras acariciaba su cabello.

—Denada—me sonrió.—Yo...quiero decirte varias cosas—nos separamos un poco y asentí— Todo estos años que llevamos conociendonos, nunca pensé que iba a enamorarme de ti... yo te molestaba, te hacía bromas, y tú me insultabas por lo idiota que era pero...Siempre tuve la sensación de que había algo en ti, algo especial,no podía describirlo, ni siquiera ahora que por fin puedo estar a tu lado, y créeme que adoro todos los momentos que paso contigo—tomó mi mano— Nunca había sentido por alguien lo que siento por ti, ____. Eres especial. Todo sobre ti lo adoro—me miró con ternura—Me gusta como arrugas la nariz cuando te enojas...la forma en que te ríes de las tonterías que hago...que siempre lleves la tarjeta que te dí por tu cumpleaños hace años en tu bolso—sonrió y lo miré sorprendida— Pero más que eso...es la forma en la que siempre tratas de hacer feliz a los demás aunque tú no lo estés...que veas siempre el lado positivo en todo aunque sabes que tal vez no lo tengan, lo viste en mi y...tengo miedo, de que algún día veas algo que no te guste de mi—miró el suelo un momento—simplemente no quiero arruinar esto—Lamió sus labios— Jamás dejaré que te pase algo, ¿Ok? Siempre te cuidaré aunque al final haga una tontería que me separe de ti, jamás dejaré de amarte y cuidarte. Quiero que sepas que siempre estaré contigo pase lo que pase y por eso yo...quisiera pedirte algo.

Mis nervios aumentaron. Thomas se acercó a una esquina y tomó un ramo de flores. Se acercó a mi y me lo entregó. Tomó mi mano y me puso un anillo hermoso, era de color azul zafiro.

—_____, ¿Quieres ser la novia de este idiota?

Me quedé sin palabras y no exagero, abrí mi boca para pronunciar unas palabras pero simplemente no salían. Las lágrimas aumentaron y tape mi boca . Thomas tenía ese brillo en los ojos, esperanza...eso era.

—Sí. Si quiero, Tom— pronuncié

Thomas me abrazó fuertemente sin importar destruir las rosas rojas hermosas. Le correspondí y luego concluimos el momento con un beso apasionado.

Lo amo y no puedo evitarlo.

—Pruebalo—me extendió una fresa—No sabrás si está ácida si no lo pruebas.

—Lo sé. Pero tal vez te rías de las caras que haré—sonreí

Estábamos acostados sobre la manta. Habíamos comido toda la comida y Thomas me mostró un gran bote de fresas, él sabe que las amo, pero recuerdo que una vez cuando éramos pequeños se reía de las caras que hacía y hacía bromas de eso.

—Te prometo que no lo haré—lo acercó más —Prueba.

—Está bien.

Mordí la fresa y el sabor invadió mi boca. Lamí mis labios, estaba delicioso. Thomas sonrió al ver mi cara de satisfacción. Terminó de comerse la fresa.

—Conste que me la iba a comer entera—reí

—Creo que te gané—se acercó y me dio un beso

Me acosté en su pecho y empezamos a ver el cielo estrellado. Permanecimos así mucho tiempo. Mis ojos empezaron a pesarme mucho. Me acomodé en su pecho y cerré los ojos, sentí como Thomas beso mi cabeza, luego simplemente caí rendida.