You Don't Own Me.(Thomas-brodie Sangster y tú)

¿Capítulo Nuevo?

3 años después...

Me encontraba sentada frente a la piscina mirando a mis hijos jugar en esta, los vigilaba constantemente mientras leía una revista.

-¡Auch! ¡Tonto!-exclamó Addie y levanté mi mirada-¡Mamá!

-¿Qué pasó?

-¡Nate acaba de lanzarme la pelota en la cara!-se quejó mirándolo mal

-¡De plástico, no te quejes, Monga!-la molestó su hermano sabiendo que a ella no le gustaba el apodo que le había puesto

-¡Cállate, cara de rábano!

Empezaron a pelear hasta que suspiré, estaba acostumbrada a sus peleas constantes. Me levanté y me acerqué a la piscina mientras levantaba mis lentes y me ponía de cunclillas.

-¡Basta!-dije en voz alta haciéndolos callar- Nate, basta de llamar a tu hermana así y discúlpate por lanzarle la pelota- Addie empezó a reír mirando a su hermano esperando su disculpa, este la miró mal.-Addie.

Ella dejó de reír.

-Perdón.

Miré a Nate esperando que se disculpara. Él suspiró molesto.

-Perdón por lanzarte la pelota y llamarte así-recitó con cansancio. Asentí al igual que Addie.

-Ahora, dejen de pelear, por favor.

-Bien-dijeron al unísono

Me levanté para irme.

-Mamá, ¿sabes a qué hora llegará papá?-preguntó Nate de repente

-No lo sé, ¿Por qué?

-Quería preguntarle si me podía llevar a casa de tía Hana, allí nos reuniremos con Chuck y Jonathan para un partido de la escuela.

-Bueno si quieres puedo llevarte- ofrecí mientras me encaminaba a mi silla-Dime la hora y podré llevarte.

-¿De verdad? Es a las 3- me sonrió alegre, me recordaba mucho a Thomas.

-No te preocupes, cariño. Yo te llevaré.

-Gracias, mamá, iré a vestirme- avisó saliendo rápidamente de la piscina para irse a su habitación

Addie seguía nadando en la piscina con sus flotadores mientras yo terminaba de leer y la observaba con cuidado. Pasó el tiempo y Addie se aburrió, ambas subimos a su habitación para ayudarla a vestir, aunque ella ya estaba aprendiendo.

Le puse un vestido y unas valerinas, le puse una diadema en la cabeza que hacía que su cabello rubio-castaño cayera por sus hombros.

-Lista, mi amor-la bajé al suelo -¿Quieres acompañarme a llevar a tu hermano?

-¡Sí!, ¿Podemos ir a comer un helado luego?-preguntó feliz mientras tomaba una mochila para guardar sus juguetes. Le sonreí.

-Claro que sí, amor. Iré a ver a tu hermano, ¿Sí?

Ella asintió, besé su cabeza y salí de su habitación para ir a la de Nate, toqué su puerta hasta que me abrió.

»¿Ya estás listo?-pregunté entrando

-Sip, sólo faltan mis zapatos y podremos irnos-sonrió mientras se ponía sus zapatos y yo lo miraba desde la puerta

Se veía tan maduro para tener 8 años. Sonreí recordando todos los momentos que tuvimos que pasar Thomas y yo hasta ahora, criar a nuestros hijos no había sido tarea fácil, pero habíamos aprendido a afrontarlo y estábamos mejor que nunca al igual que orgullosos de ellos.