Darla Hoffman en galería.
Jess.
Decir la verdad se sintió plenamente tranquilizante. De eso se trataba, al fin y al cabo, de la paz que te atraía ser apoyada por alguien de la forma en la que Zack lo hacía conmigo.
Después de aquella larga conversación, contar unos cuántos detalles más y un rato de desahogo, en la que el castaño estuvo sosteniendo mi mano todo el tiempo, el tema principal cambió un poco, trayendo de vuelta las amenazas recibidas. Cuando estábamos a punto de irnos a dormir, otro mensaje llegó al teléfono de Zack.
Esa vez no fue una fotografía, si no un video. Se trataba de mi declaración a la policía luego de lo que pasó con Marcus, en ella explicaba lo que había ocurrido. Ante ello, solo me adjuntaron una multa por posesión de sustancias ilícitas, sin embargo, en toda la grabación estaba la historia, la misma que me había adelantado a contarle a Zack unas cuántas horas antes. El mensaje junto al vídeo decía: "prestigiosa abogada, ¿cuántos años le corresponden por el asesinato de alguien según sus conocimientos? Ya veremos qué pasa cuando nadie la contrate luego de saber su pasado"
Aquello que tenía en mi contra ya no iba solo con la intención de separarnos, como lo pensé en un principio. Era en contra de mí, quería arruinarme, hacerme daño, sin importar con quién estuviera, esa persona deseaba hacer de mi vida una ruin y miserable prisión sin escapatoria.
Pero, ¿quién era?
La duda me consumía, sé que a él también, sin embargo, podía ver en sus ojos que él sabía algo que yo no. Eso me preocupaba, definitivamente, cada vez que acortaba las palabras cuando le hacía preguntas, su forma de dar la vuelta y hacer como si no me escuchase cuando añadía alguna posible teoría en torno a las amenazas, era exactamente lo que él hacía cuando cumplía su papel de "superhéroe" y dejaba de contarme cosas para, según él, protegerme.
La idea de que fuera Natalie era muy obvia y claramente, la más probable, sin embargo, él dijo que se había encargado de ello antes de volver a buscarme, que la habían encerrado de nuevo, muy, muy lejos de nosotros, entonces, ¿cómo podía estar amenazándonos de esa forma? Al menos que, ¿no fuera ella? ¿Quién podría ser? Alguien podía estar ayudándola, y, al principio de ello no tenía idea de quién podría hacer semejante cosa en contra mía, pero luego de remover memorias de mi pasado y encontrarme cara a cara con parte de él, supe que la posibilidad de un cómplice lleno de odio por mí y suelto por ahí, podía ser verdad.
Muy a pesar de que mi mente era capaz de hacer más teorías de las que quisiera, no podía suponer, no con algo así. Cada día avanzaba más hacia nosotros, o, mejor dicho, hacia mí, porque quedaba claro quién era el objetivo en su caza. De igual forma, no existía la certeza si es que Zack no se comunicaba con franqueza conmigo.
La noche pasó y el sol salió, dejando un poco el tema debajo del tapete. Zack y yo despertamos con la noticia de que nuestro bus hacia el Machu Pichu había sido pospuesto por lluvias, así que decidimos visitar un poco más del pueblo, adentrándonos a comer en alguno de los bonitos restaurantes.
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Jessica Haynes: Los Desastre De Una Adolescente. (Corrigiendo)
Teen Fiction¿Qué crees que pasa cuando cometes un pequeño error en tu instituto y te expulsan? No suena nada bien, ¿verdad? Te aseguro que es mucho peor de lo que suena. Mucho más cuando debes cambiarte de ciudad y vivir con tu hermano. Y sus amigos. Soy Jessic...