Cayendo en el Deseo

5

"Caluroso día"

El señor Beckham esta detrás de mi, estoy pasmada en el mismo lugar, sin atreverme siquiera a pestañear. El hombre misterioso de los ojos negros es la mayor competencia para la constructora de la que soy empleada, estuve con el, rebase la linea en una idea de fantasía, pero es hora de volver. El solo hecho de encararlo me provoca un escalofrío por la espina dorsal.

—Estoy ocupada, con permiso — susurro restableciendo mis funciones motrices. Logro alejarme unos cuantos pasos antes de que su mano se aferre a mi codo obligando a mi cuerpo a girar sobre su eje. Nuestras miradas se encuentran; marrón contra negro. Estamos tan cerca que percibo la dilatación en sus pupilas.

En estado de semi-inconsciencia alterne mi visión entre sus ojos y los carnosos labios fruncidos en un mueca. Abasteciendo su masculinidad en un atractivo mas que sexual, erótico seria mas adecuado. ¡Concentrate! - chilla mi subconsciente.

—¿Tú que haces aquí? — el tono grave y recriminatorio que utiliza me pilla absolutamente.

—Voy al baño — digo firme. Sin embargo sueno descolocada, vacilante inclusive excitada.

Comprime los párpados al mismo tiempo que resopla, se calma. Ni si quiera se porque esta asi de furibundo.

—No me refiero a eso — masculla. Pasa su mano libre por su cabello, exasperado —¿que haces aquí?

Empequeñeciendo los hombros alzo el mentón para poder verle directamente. Esta esperando mi respuesta, y se que sera imposible ocultarlo, no obstante retraso la respuesta. 

—Necesito ir al baño con urgencia —digo en una búsqueda desesperada por escapar de esto.

—Te dejaré ir en cuanto me contestes — aunque su tono ha bajado sigue siendo imponente. Exige una explicación. No paso desapercibido que en parte es una amenaza silenciosa.

Ayer no había atisbo de la personalidad hostil que muestra ahora. Sabe con exactitud la respuesta o por lo menos tiene la sospecha, solo quiere oírlo de mi boca.

—Soy una empleada en la Constructora Cromwell — contesto con un hilo de voz.

Una vena resalta en su cuello, su mandíbula tensa le visualiza aun mas angulosa de lo que es. Abre los dedos liberando mi brazo adormecido. No dice nada más, ninguno de los dos lo hace y por amargo que suene no espero que lo haga. Vuelvo sobre mis talones, con cada paso lento y tortuoso se estrecha el nudo que se ha formado en la boca del estomago. La historia solo tuvo una pagina a medias.

Me tardo mas de lo debido dentro del baño, tan solo quiero asimilar lo que ha pasado y los sentimientos que me produce, tengo que salir de aquí dejando todo en el pasado. Antes de salir doy un leve vistazo por encima de las pestañas a la percepción de mi cuerpo en el espejo, luzco por fuera lo que quiero que piensen que estoy por dentro, he puesto la mascara.

Una mano en mi hombro me sobresalta dando un brinco en mi sitio. Una estruendosa e incontrolable risa aturde mis oídos, mi amiga se coje con la mano el estomago, lágrimas resbalan sus mejillas.

—¡Yulia! me diste un susto de muerte — le proporciono un manotazo en su hombro huesudo que el dolor es en mi mano — casi se me sale el corazón ¡Joder!

—¡Hey! No me golpees y deja de maldecir — recrimina envolviendo con su palma el área enrojecida  — te has tardado mucho, no quería ser la culpable de tu secuestro, violación y muerte terrible, con tu cadáver en un zanjo quien sabe donde.

—Jamás mencione la palabra violar — musito con fingido horror.

—Pero lo pensaste — desplaza las cejas de arriba abajo — ¡Sucia! — exclama entre risas.