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"Primeras veces"

Ya la he liado y esta furioso.

Sus ojos se tornan de un oscuro que jamas había percibido, de una forma intimidante que me pone en alerta, trastabilló unos pasos hacia atrás.

—¿Dudas de mi? — trago saliva —  Cuestionas que tome aquellos papeles defraudando tu confianza — niega dolido — no sabía que me tenias en ese concepto.

—No...yo....— ¡Maldita sea!

Estoy apunto de darme de golpes en la pared.

—¿Porque estas conmigo si dudas de mi? — fija su mirada en mi.

—Lo siento, pero...esa idea me rondaba la cabeza — el labio  tembla. De pronto tengo la boca seca.

—Pero si jamas me he acercado a el estúpido edificio — gruñe.

—El maletín — suspiro derrotada — el que se me olvido...dentro estaban unos papeles. Ese proyecto en especial.

Retrocede.

—Bien, si así piensas — se pasa la mano por el cabello — es mejor que aquí termine.

Ahora si que la he liado y en grande.

—¡No! — chilló — demonios ¿que quieres que piense? Si casualmente cierras un trato con él.

Callate. ¿No ves que lo empeoras todo? - me reclamó.

—No quiero que pienses nada, solo...que me tengas confianza — da un puñetazo contra la puerta — solo eso.

—Quiero hacerlo...pero..bueno.

—¿Pero...? — me mira por encima del hombro.

—Haz hecho un trato con el señor Montesino, nuestro mayor inversionista...— digo exponiendo el punto —  los papeles perdidos son del proyecto con él, así que se ha llegado a la conclusión de que obtienes información de alguna parte.

—¿Eso es lo que me convierte en sospechoso?— Asiento. Traga duramente — Fabian Montesino  era amigo de mi padre tra...— titubea un poco — trabajaba para los Cromwell —¡¿Que?! Su padre era empleado del señor Alfonso Cromwell —  ambos amigos y arquitectos la diferencia era que Alonso poseía dinero y era dueño del edificio, pero juntos fundaron la Constructora, en ese entonces mi padre soñaba con dejar un patrimonio a su hijo que venia en camino, yo...— su voz es muy baja que apenas lo escucho — Cromwell lo despidió al descubrir que en sus planes estaba abrir una constructora propia. Alonso perdía antiguos clientes que fieles siguieron a mi padre por sus ideas innovadoras. Tiempo después un fuego consumió todo dejándonos en la ruina — ¡Joder! — a pesar de las amenazas que recibia mi padre por parte de Alonso nunca se comprobó absolutamente nada, mi padre...murió sin poder comprobarlo.

—Lo lamento — balbuceo sin saber que mas decir.

—Prometí estudiar mas duro que los demás y reabrir la compañía que años antes fue de nosotros. — vaya que lo consiguió — en el almuerzo de los inversionistas Fabián me saludo muy contento, en la platica resulto lo de su proyecto, se me hizo fácil darle ideas para mejorarlo — se encoje de hombros — dias después me busco diciendo que dejaba el proyecto en mis manos.

Cayendo en el Deseo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora