"La maravillosa forma de decir TE AMO"
Tras varios minutos comienzo con los arrepentimientos de dejarles solos, probablemente ambos estén matándose a golpes.
—Ya se tardaron mucho ¿no cree? — Eliza comparte el mismo sentimiento y sus continuas preguntas lo dejan claro.
—No te preocupes en cualquier momento salen, son muchas cosas que aclarar — miento como llevo haciéndolo desde que vi lo nerviosa que estaba. Una tiene que mostrar calma y definitivamente ella no es apta en estas circunstancias.
El bendito timbre resonando en la estancia nos saca del trance a ambas que mirábamos con desespero aquella puerta. Camino hasta la entrada sintiendo los pasos de Eliza detrás de mi. Giro la perilla y me encuentro con el calvo y regordete del comandante, frunzo el ceño ante lo extraño que resulta.
—¡Señorita Silveira! que gusto verla — si no fuera por el tono aburrido que usa creería sus palabras — ¿se encontrara el señor Beckham?
—Soy su hermana ¿lo necesitaba para algo? — dice la rubia saliendo de la casa.
La cara de hombre frente a mi cambia radicalmente, ahora no luce molesto y la irritación con la que llego ha desaparecido como si jamas hubiera estado presente. Una enorme sonrisa se le instala en el rostro, un brillo en los ojos que en las veces que estuvimos frente a frente le vi.
—Claro, vine a traer los exámenes que me pidió — ondea un sobre en sus manos.
—¿Que exámenes? — pregunto alarmada, recibo un leve vistazo de reproche.
—Algo que no le incluye — murmura entre dientes — pero a usted si — sonrie nuevamente, esta vez mostrando sus amarillentos dientes — se lo entrego.
Eliza sin responder si quiera coje el sobre y con el en mano se gira dándole la espalda al hombre regordete que parece fastidiado de que la rubia no le hubiese pestañeado siquiera. Se retira gruñendo un simple "adiós". Cierro la puerta casi en sus narices pero me importa un comino, ahora estoy mas interesada en lo que hay en el sobre. La cólera de Eliza se cuela por sus mejillas y creo que jamas la había visto así de colorada.
—¡Hector Isaac Beckham Miore! — chilla abriendo la puerta del despacho y estampándola en la pared.
La sonrisa del presente se borra al ver el estado de histeria en el que se encuentra su hermana.¡Dios santo! si le ha llamado con doble nombre y apellidos.
—¿Que significa esto? — su expresión confusa no da paso a entender lo que sucede —¿porque has abierto la tumba de mi padre?
Sus ojos se abren como platos y se incorpora para arrebatar el documento de las manos de la rubia.
—¿Porque lo tienes tu? — refunfuña abriendo con un abrecartas el sobre — antes que sigas con tu ataque infantil, mi madre ha dado la autorización.
¡Uy! cuando creí que esto no se pondría peor la presente estalla en gritos poco entendibles y balbuceantes, temo que empiece en cualquier momento a sacar espuma por la boca. Jacob se levanta y la intenta calmar ganándose unos golpes.
—Eliza por favor, si me dejas explicar — ella se calla por fin — gracias, iba a decírtelo pero simplemente se me fue, lo siento — le da una mirada a Jacob y este la suelta de inmediato tal como si fuese una orden para el. Lo que hubiera dado por tenerlo asi en la palma de mi mano — cuando descubrí que Valente Estrada el antiguo abogado de la familia estaba involucrado en el secuestro de Katia y posiblemente en el incendio, creí que pudo estar presente en la muerte de nuestro padre y no solo eso, que no se suicido como nos hicieron creer.

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Cayendo en el Deseo
Romance"Si el amor te ha llegado como un huracán, dejando destrozos de tu corazón por doquier, entonces ha valido la pena amar" 14/Mayo/18 #112 Fantasía - #12 erótico - #285 novela juvenil 21/Mayo/18 #21 Fantasía - #90 erótico - #78 Novela juvenil 16/Jun...