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"Buen fin de semana"

Beckham, el no podría, no es capaz, no es de ese modo.

Desecho la idea, jamás me ha pedido nada y sabe que yo podría perfectamente darle información, nunca hemos hablado de nuestros asuntos del trabajo y eso se lleva mi confianza absoluta.

Tecleó frenética, hay mucho trabajo por hacer, Daniels está más irritante que de costumbre, la chica nueva, Florencia, tiene un título de pura suerte. Me imaginó que la contrato solo para tenerla paseando por su oficina y verle los enormes senos operados que por poco la asfixian.

Resuena el teléfono de mi escritorio, lo cojo.

—Constructora Cromwell.

—Hija — la voz de mi madre inunda el auricular.

—¡Mamá! hace tanto que no platicamos — extrañaba su voz.

—Lo sé, la boda de tu hermana nos tiene ocupadisimas — la boda, claro — ya tenemos vestido para ti, te aseguro que estarás hermosa.

—¡Oh! Mamá gracias — no quiero matar sus ilusiones pero la última vez que escogió ropa para mi, fue un enorme suéter con girasoles bordados — no te hubieras molestado, ya...

Iba a mentir sobre un vestido pero no me dio la oportunidad.

—Claro que debí, no quiero que me llegues con algo fuera de la temática.

—¿Y que estilo tendrá? — muerdo el bolígrafo.

—Música clásica — chilla pues es su favorita.

Me pregunto si mi hermana la habrá elegido solo por mamá.

—Genial...sabes tengo algo de trabajo — comento cabizbaja.

—Lo lamento hija, no quería molestar, te dejó entonces, besos — truena los labios — no olvides traer al novio.

Antes de protestar que solo salgo con el, cuelga dejándome con la palabra en la boca. Tengo que comentarlo con Héctor, seguro que no puede ir por trabajo y lo usaré como excusa.

~•~

Por fin sábado y sin nada que hacer, me mate ayer para tener libre el fin de semana, Héctor me ha comentado que me tiene una sorpresa. No puedo esperar.

Mr. Gruñón

Prepara una pequeña maleta, paso por ti en media hora.

Lleva algo abrigador.

¡Abrigador! ¿A donde me llevará?

Apurada rebuscó en todo mi armario, lo malo es que en mi ropa nueva no hay nada lindo para ese clima, tendré que hacer magia e ir lo más presentable, ya comprare otra cosa lo más pronto posible.

Media hora tocan a la puerta.

—Muy puntual, creí que tenias llave — comento abriendo la puerta.

—¡Hola! — Frank está de pie en la entrada. Su barba esta demasiado crecida y sus ojos algo apagados.

¡¿Que hace aquí?! No puede verme con Beckham y menos con todo el rollo que pasa en la oficina.

Cayendo en el Deseo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora