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"180 grados"

Estoy extremadamente nerviosa, hace cinco dias que no veo a Hector, y ahora estoy sentada en un restaurante esperando a verlo entrar por esa puerta. No había nada que pensar, le amo y quiero estar junto a el, y estoy decidida a demostrarlo sea como sea. Llevo puesto el vestido salmón que me compro la primera vez que estuvimos juntos. Muero de los nervios, mis manos sudan a mares, me digo una y otra vez que debí avisarle y no llegar de improviso. Pero ya esta hecho, no voy a dar marcha atrás como una cobarde. Mastico fuertemente un pedazo de pan que se encontraba en el canasto que el mesero a dejado sobre la mesa.

Mis padres cuestionaron la desaparición repentina de mi pareja, les mentí diciendo que le salio un asunto importante que hacer en la oficina. Incluso mi padre me dio la opción de que dijera la verdad, pues supuestamente el, yo había contratado un striper para hacerlo pasar por mi novio. No tengo idea de como se le ocurrió semejante cosa, seria incapaz, bueno no estoy segura de ello. Mi madre por supuesto esta segura de que ambos nos amamos con locura y que el sera mi esposo algún día.

Mi pecho da un brinco al verle con su traje gris oscuro, una camisa blanca y una corbata negra, su cabello esta mas corto de lo normal; esta espectacular. Me atraganto con el bocado en mi boca al notar que no viene solo, una pelirroja extremadamente delgada vestida de una manera formal pero elegante sin perder el toque sexy, colgada de su brazo por un momento creo que todo ese drama de dejarme a que me decidiera y el tema de su hermana era mentira, pero descarto la idea en el momento que suelta a la joven que hace una mueca de disgusto; da paso a tres hombres que venían detrás de ellos.

De pronto la verdad me golpea de frente, esta en una comida de negocios. Rezo por que no me vea, no quiero importunarlo con mi presencia, cojo la cartilla de la mesa y la extiendo por encima de mi rostro fingiendo leerle, de reojo les observo parados esperando al mesero que los acompañara a su mesa. En una suplica interna pido que sea lejos de donde me encuentro. El pánico se apodera de mi al verles caminar directo hacia aquí, muerdo mi mejilla.

—No me vera, no va a notar que estoy — susurro.

—¿Katia? — su voz pausada y ronca me da un vuelco en el corazón. Bajo la carta y sonrió inocente.

—Hector — chillo con voz aguda. Aclaro mi garganta — Señor Beckham, pero que sorpresa.

—Lo mismo digo — eleva una de sus comisuras divertido — te presento al señor Pascal y su esposa — asiento en forma de saludo — los hermanos Granados, mi novia — me señala, todos incluida la mujer hacen cara de asombro. ¡Vaya! Que no soy tan fea.

—Un placer — sonrió falsamente.

Un ligero alivio en mi pecho disipa cualquier duda que hubiese tenido antes. Me ha presentado como su novia, aun me ve como su pareja.

—Pues no dejemos sola a la señorita — dice el señor regordete que si entendí bien se apellida Pascal. Oh no, se quedaran — seria de mala educación, asi podremos conocerle mejor.

Todos los presentes se sienta al rededor. A mi lado esta el señor Pascal que me sonrie abiertamente, no de una forma que amable si no mas bien...perversa; me incomoda. Hector al otro lado lo nota y me atrae para darme un beso en el dorso de mi mano, gesto algo caballeroso. Mi vista se posa en la señora Pascal que tiene una mueca en desagrado, supongo que le gusta mi novio. !Si esta casada!

—¿Ya has pedido? — la voz a mi lado me saca de mis reproches e insultantes pensamientos dirigidos a la otra mujer en la mesa. Niego con la cabeza.

Con un gesto de mano llama al mesero, este no tarda en llegar, cada uno pide cosas que ni siquiera se que son, por mi parte me limito a pedir lo que la vez pasada ordeno Hector para ambos, el platillo estuvo fantástico. Me regala una sonrisa dulce antes de envolverse en una capa de seriedad y profesionalismo, cada uno da sus opiniones sobre la mejor forma de estructuras para los edificios, El por su parte les explica que no solo eso es en lo que se debe enfocar, que también es necesario la manera de que sea fácil y económico el mantenimiento de los mismos, aunque sea caro en un principio a la larga se ahorra mas incluso su costo subiría en el mercado en vez de bajarlo como pasa en el caso contrario.

Cayendo en el Deseo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora