Cayendo en el Deseo

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"Un vientre abultado"

¡Rayos! como supuse este documento delataba al culpable, no me creo que haya sido capaz, tantos años conociéndolo y esto solo deja ver lo trastornado que esta. Enrollo de nuevo el documento y me aseguro de dejarlo un rato bajo el chorro del agua, ya que esta mojado lo suficiente hago una bola con el exprimiendo el jugo en este, ya listo vuelvo a dejarle aplastado en una esquina de la ventana.

Salgo del baño a prisa ya que estoy segura que no tardara en volver aquel hombre. En cuanto los ojos del gigante numero uno un suspiro brota de sus labios, se encontraba en un estado de tensión al temer lo mismo que yo. Vuelvo a sentarme en la silla justo antes de que la puerta sea abierta, la expresión irritada en el rostro maduro del mismo me pone en estado de alerta nuevamente.

—Haz el favor de dejarnos solos — le dice sin voltear a verle. ¡Oh, no! a pesar de que es uno de los que me tiene prisionera me hacia sentir segura de que si enloquecía el podría pararle —por ultima vez dime ¿donde esta? — muevo la cabeza en negación. Se frota con fuerza la sien.

Sin decir nada me coje del brazo y me arrastra fuera del lugar, por un pasillo trastabilló mientras intento seguir su paso, ver unas escaleras al fondo hace vibrar mi sentido de supervivencia y las observo con anhelo, pero cuando creo que subiré por ellas me hace girar a la derecha, estoy segura que por allí es la salida. Este lugar es un jodido laberinto de pasillos y puertas por las que entramos y salimos, de hecho llego a creer que he pasado por varios lugares dos veces de tan similares que son. Por fin nos detenemos en una puerta de hierro en la espera de que nos abran, no lo hacemos mucho ya que casi de inmediato observo un gran escritorio y a un hombre detrás de el. Se me es imposible identificar su rostro por la capucha que le cubre, el gigante segundo esta a su lado, si no es gemelo del primero es su hermano.

Soy llevada hasta una silla y obligada a sentarme, puedo notar el azul intenso detrás de la mascara. Pero no su boca, esta esta cubierta al igual que lo demás, se quien esta detrás aunque intente ocultarlo. Se acerca al oído de su guardaespaldas.

—Te ves muy bien — pronuncia lo que creo que este le susurra. Pretende por todo los medios que no le reconozca. No respondo lo que provoca que sonría, le noto al moverse la tela oscura, se inclina lo suficiente para volver a comunicarse con el hombre a su lado — eres muy difícil haciendo que todo sea complicado, dejemos los teatros y hablemos.

—Bien, quitate la absurda mascara y no uses intermediarios — no se como lo he logrado pero mi voz suena serena - de todas maneras me tienes a tu merced que mas importa.

—No, eso no sera posible, solo quiero el documento — habla el gigante.

—No se de que jodidos hablas — me encojo de hombros.

Niega dejando a mi escrutinio su cuello tenso. Con una señal le indica que me lleve devuelta. Soy sujetada con mas brusquedad que hace un rato, me gira para que salgamos por la puerta y mi vista divaga por algo que coger para usarlo como arma.

—Por cierto...tu vientre se ve mas abultado — me paralizo al escuchar al intermediario decir con voz neutra. Lo sabe — si Katia, me entere del embarazo.

Me vuelvo sacando el agarre de mi brazo.

—Y yo se que quieres quedarte con todo lo que le pertenece a Hector, se quien eres por mas que lo ocultes — se pone de pie desafiante — eres un imbécil, uno que cree obtendrá lo que desea con bajezas como esta, y juro que si le pasa algo a mi hijo te matare con mis propias manos, Luis — zanjo el tema cuando se descubre el rostro.

—Quiero el documento que haz visto, y lo quiero ahora antes de que te arrepientas —suelto una risita sin humor — un doctor esta aquí a la espera de que le de una orden para sacarte la aberración que llevas dentro — palidezco ante su amenaza, no puede hacerlo, no seria capaz — trae el documento y te lo dejare conservar, es mas...te dejare ir a los brazos de tu querido Beckham.